jueves, 4 de noviembre de 2010

Beneficios que nos da la palabra de Dios:

La palabra de Dios trae grandes beneficios a aquellos que la aman y la ponen por obra.
La Escritura dice: Bien aventurados los que oyen la palabra de Dios y la guardan(Lucas11:28)                                          


A continuación enumeraremos algunos beneficios que nos trae escuchar y poner por obra la palabra de Dios.

1- Es fuente de poder y autoridad. Y cuando llegó la noche, trajeron a él muchos endemoniados; y con la palabra echó fuera a los demonios, y sanó a todos los enfermos” (Mateo 8:16).

2- Es fuente de sanidad. (Mateo 8:16).
3- Es base sólida contra la adversidad.
cualquiera, pues,  que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca.” (Mateo 7:24).

4- Evita que tropecemos. 
Lámpara es a mis pies tu palabra…”(Salmo 119:105).

5- Nos ilumina. (Salmo 119:105).
La Palabra de Dios es la luz que necesitan los ojos de nuestro espíritu para poder ver; y asi no tropezar en el pecado que acarrea grandes angustias a aquellos que andan en tinieblas.                                                       

6- Es agua que hace germinar los propósitos de Dios.
“Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra y pan al que come, así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mi vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en todo aquello que la envié (Isaías 55:10,11).

7- Nos limpia.
Uno de los granes beneficios que nos da la palabra de Dios es la limpieza; como el agua sirve para lavar y purificar, así mismo ocurre en nuestra conciencia y nuestro corazón cuando aplicamos la palabra de Dios a nuestra vida.
Veamos lo que dice la Escritura:
“Vosotros ya estáis limpios por la palabra que os he hablado”  (Juan 15:3).
“¿Con que limpiará el joven su camino?
Con guardar tu palabra”  (Salmo 119:9).

8- Es espíritu y vida. (Juan 6:63),
La palabra de Dios es más que conceptos de filosofías vanas; ella es aliento de vida para el espíritu de los seres humanos.
Nos infunde vida de Dios a nuestro espíritu,  que sin Cristo, está muerto en delitos y pecados.
Cuando el creyente aprende a tomar la Biblia como la verdadera Palabra del verdadero Dios; entonces entiende que las palabras registradas en ese libro sagrado llamado Biblia, son palabras de vida eterna.

9- Infunde eternidad.(1 Juan 2:17).
“Mas el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.”

10- produce fe en los que la oyen. (Romanos 10:17).
“Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios”

El crecimiento de la fe del creyente está estrechamente relacionado con la capacidad de oír la palabra de Dios.
Este “oír”, es más que percibir con nuestros oídos naturales; es atender la palabra oída para vivirla.
El Señor les decía continuamente a la gente de su tiempo: “El que tiene oído para oír, que oiga” queriendo decir: El que tiene la correcta actitud para oír con atención estas palabras que yo les hablo; óigalas como se oye a Dios: con respeto y obediencia.

La mayor bendición del creyente es poner por obra la palabra de Dios.
Ponerla por obra abre las puertas de la bendición y liga el bien a nuestra vida.
La obediencia a sus palabras, es el requisito que Dios ha puesto como condición para bendecirnos.
Note lo dicho por el señor Jesucristo en Juan 14:15.

En las escrituras leemos:
“Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó: no te apartes de ella, ni a derecha ni a izquierda, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas.
Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en el, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en el está escrito, porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien” (Josué 1:7,8).

¡¡Abramos nuestros ojos a la palabra de Dios, que en la obediencia está la bendición¡¡

Si hacemos de la obediencia a Dios nuestro pan diario, entonces veremos la manifestación del agrado de Dios todos los días de nuestra vida.
La más importante de las razones que Cristo destaca como la causa de la manifestación del permanente amor de nuestro Padre celestial hacia él, es que siempre hacía la voluntad de Dios. Acerca de eso él dice:
“…Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra” (Juan 4:34).
Y no solo seguía la voluntad de Dios cuando era sencillo obedecerle, sino también cuando requería el mayor sacrificio.
Veamos: “Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida” (Juan 10:17).
Sigamos el ejemplo de nuestro Maestro, y seamos diligentes en entender y poner por obra la Palabra del Señor.
Y hagamos de esa práctica nuestra comida, porque no solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.


Tomado del manual: DOCTRINAS DE LA IGLESIA. por el pastor William Tercero M.


Si aún no eres salvo, y quieres saber como recibir a Cristo como tu salvador, puedes llamar a los teléfonos: 83936207 - 87679259.

Responsabilidad del creyente con la Biblia:

 Si reconocemos que la Biblia es la Palabra de Dios, debemos actuar de un modo consecuente con este entendimiento.
Es por eso que a continuación vamos a enumerar algunas responsabilidades de la persona que ha reconocido la verdad de que la Biblia es la palabra de Dios.

1- La Biblia es la regla de fe y conducta para el creyente.
Reconocer el mensaje de la Biblia como la palabra de Dios, debe llevar al creyente a respetarla y a ponerla por obra. De no ser así, el creyente realmente no ha reconocido tal verdad.
Todo aquel que vive sin obedecer las palabras de la Biblia, no evidencia que ha creído que ésta es la palabra de Dios.
El creyente no debe vivir regido por los conceptos que el mundo ha postulado como buenos o deseables; porque este mundo muchas veces llama bueno a lo malo; y malo a lo bueno. El creyente más bien, ha de vivir rigiendo su vida basado en la palabra de Dios.
Y ha de hacer de la palabra de Dios, la base firme de su fe.

2- Debe leerla.
Leer la Biblia con fe y reverencia, es una responsabilidad que se deriva del hecho de reconocer que ella es la Palabra de Dios.
La Biblia no se debe tener como un amuleto, o como adorno de mesa.
La Biblia es la palabra de Dios. Y para que produzca resultados de bendición al creyente, éste tiene que tomar abundante tiempo para leerla.
La lectura de la Biblia debe ser un hábito cotidiano del creyente.

3- Debe estudiarla.
Estudiar la Biblia es mas que leerla, es tratar de entender sus enseñanzas para aplicarlas a nuestra vida cotidiana.
Al estudiar la Biblia, tenemos que saber que ello debe llevarnos a conocer algunas cosas prioritarias de su mensaje:

a) Entender quien es Dios.

b) Encontrar la revelación de la persona de Cristo (Juan 5:39).

c) Aprender de los errores de las personas de la Biblia.

d) Saber que quiere Dios que hagamos.

e) Saber que cosas quiere Dios que no hagamos.
f) Entender como agradar a Dios (Hebreos 11:6).

Podemos confiar en que la Biblia contiene la más valiosa información para poder hacer del creyente un mejor hijo de Dios, hasta alcanzar toda bendición.
Sin lugar a dudas, la Biblia nos ha sido venida de Dios para instruirnos y para hacernos conocer el camino y propósito de bendición de Dios para el creyente (2ª Timoteo 3:16,17).

4- Debe meditar en ella.
Cuando hablamos de meditar en la Palabra de Dios, lo que queremos decir es que el creyente debe tomar tiempo a solas para contemplar desde su interior las palabras de la Biblia.
Esta contemplación debe hacerla en una actitud de reverencia y adoración a Dios, en la procura de entender mejor y mas profundamente las verdades de las sagradas escrituras.

5-  Debe guardarla en su corazón. (Deuteronomio 6:6).

6- Hablar de ella. (Deuteronomio 6:7).

7- Tenerla presente al: acostarse, levantarse, ir por el camino.

8- Debe atesorarla en el corazón. (Deuteronomio 6:6)

9- Enseñarla a sus hijos y sus nietos. (Deuteronomio 6:7)

10- Debemos amarla.
El amor a la palabra de Dios para ponerla por obra, es la evidencia más clara de nuestro amor y devoción por Cristo nuestro Señor
(Juan 14:15)
Esas responsabilidades antes descritas deben surgir como lógica consecuencia de reconocer que la Biblia es la palabra de Dios.

Pero además de tener responsabilidades, el creyente tiene grandes y múltiples beneficios al cumplir con sus responsabilidades con la palabra de Dios. Y de esos beneficios estaremos hablando en el próximo tema.


Tomado del manual: DOCTRINAS DE LA IGLESIA. por el pastor William Tercero M.

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domingo, 31 de octubre de 2010

Biografía de un vencedor.

 Jacob: Un hombre con genética de vencedor. (base bíblica: Génesis 25:21-34).


I) Antes de nacer:
a) En el vientre ya tenía conciencia de su destino.
Estando en el vientre de su madre y teniendo a su hermano junto a él, peleo por ser el primero:
"Y los hijos luchaban dentro de ella; ... "
Jacob tenía un fuertísimo deseo de tener todo lo que en la vida estaba disponible para él. Se puede ver en Jacob, que tenía un carácter de vencedor dede sus genes. Ser vencedor era algo que era parte esencial de su ser. Eso lo iva a demostrar através de toda su vida, pues esto estaba profundamente dentro de si, en su conciencia precóz de quién era él.

b) Alguien mas debe tener conciencia de tu destino:
Una cosa que es fundamental para alcanzar el propósito de nuestra vida, es poder contar con un mentor que conozca y crea en nuestro destino. Y de seguro hay alguien que antes de nosotros nacer, ha recibido revelación por parte de Dios, de cual es nuestro llamado y nuestro destino. Y casi siempre, son los padres los que reciben esa revelación ; y por ello están llamados a ser nuestros mejores mentores.

Dios le dio revelación a su madre acerca del destino de Jacob:
"... y dijo: Si es así, ¿para qué vivo yo? Y fue a consultar a Jehová;                                    y le respondió Jehová: Dos naciones hay en tu seno, Y dos pueblos serán divididos desde tus entrañas; El un pueblo será más fuerte que el otro pueblo, Y el mayor servirá al menor"
Así, podemos ver que la made de Jacob conocía cual era el destino de su hijo: Ser padre de una gran nación; tener dominio sobre su hermano, y en consecuencia, sobre las naciones que fundarían los descendientes; Y además, Ser fuente de bendición para todo el mundo.
Podemos estar seguros que la madre de Jacob jugó un papel fundamental para afianzar con mayor arraigo la conciencia de su destino: Ser el principal: Ser un vencedor.
Todo padre y madre creyente, ha de tomar ejemplo de esa terea fundamental de ayudar a formar la conciencia del llamado de Dios en sus hijos e hijas.

II) Al nacer: Mostró su innato deseo de tomar su posición.
Al nacer, se hizo mas que evidente el motivo de la lucha que sostenía con su hermano dentro del vientre de su madre: Tomar el primer lugar.
La Palabra de Dios nos deja ver una escena sorprendente. Veamos:
"Después salió su hermano, trabada su mano al calcañar de Esaú; y fue llamado su nombre Jacob... "
En esta imágen sorprendente que nos pinta la Escritura, podemoa ver a Jacob luchando por alcanzar su destino: Tomar la herencia del primogénito.
Esa lucha se prolongaría después de nacido.

III) Al crecer
a) Se apegó a quien conocía su destino.
Obtuvo el favor de su madre a la cual se apegó, demostrando una astucia innata y una sagacidad de un gran estratega. Veamos:
"... mas Rebeca amaba a Jacob ... "
b) Buscó la accesoria de quien conocía su llamado.
Obtuvo la ayuda de la persona más indicada para hacerlo. Para ello uso la fuerza de la razón de su llamado. Y casi se le puede oir decir:
“madre, debes ayudarme a tener la bendición de la primogenitura” “Tu sabes que para esto nací”. 
Con sagacidad, inteligencia y maña, tomó su lugar. Suplantó a su hermano y engaño a su padre, lo cual le hizo tener lo que deseaba.

IV) Consecuencias:
Aunque Jacob obtuvo el derecho de tener la herencia de la primogenitura, lo hizo por sus propias fuerzas, ignorando la intervención de Dios. Eso le trajo muchos y grandes problemas como consecuencia de sus actos.

a) Enemistad:
Su hermano se sintió defraudado por Jacob y por ello le tomó odio hasta hacerse su enemigo. Tan fuerte era el deseo interior de Jacob alcanzar su destino de ser el principal, que no tomó en cuenta los posibles alcances de sus actos. Mostrando un carácter de humana astucia.

b) Peligro:
La irreflexiva actitud de Jacob lo llevó a ganarse la enemistad de su hermano. Y como consecuencia de la enemistad de Esaù, la vida de Jacob estaba en peligro de muerte. Eso le llevó a vivir en temor.

c) Huida:
Como consecuencia de la enemistad de su hermano Jacob tuvo que huir de su tierra y de su familia.

V) Un nuevo nivel:
La intervención de Dios:
A pezar de todos los esfuerzos de Jacob por heredar su destino, tendría que darse cuenta que cuando Dios es quien ha trazado nuestro destino, solamente EL puede darnos las virtudes que nos lleven a alcanzar ese destino de forma correcta.
Jacob toma conciencia de Dios:
Jacob había estado luchando con la maña y la astucia, dejando de lado a Dios. Pero iva aprender una de las lecciones mas vitales de los que quieren cumplir su destino de vencedores: Hay un tiempo de Dios para ponernos a caminar con su cobertura. La revelación personal de Dios al corazón del creyente es lo que activa  el llamamiento. Fue hasta después que Jacob tubo una revelación personal de Dios que recibió la activación del llamamiento de  su destino.

VI) Jacob Pacta con Dios:
La revelación de Dios a la vida de Jacob lo lleva a tener una conciencia de cual es el verdadero origen de su bendición. Y entiende que las promesas de Dios son un pacto que demanda una contra parte: La fidelidad de Jacob:
"E hizo Jacob voto, diciendo: Si fuere Dios conmigo, y me guardare en este viaje en que voy, y me diere pan para comer y vestido para vestir, y si volviere en paz a casa de mi padre, Jehová será mi Dios. Y esta piedra que he puesto por señal, será casa de Dios; y de todo lo que me dieres, el diezmo apartaré para ti"
Procrea la descendencia: Busca lo que él quiere. Lo engañan. Cumple su deseo.

Como podemos ver, Jacob había peleado con los hombre, y salió vencedor. Pero aún tenía que pelear su mayor lucha: "Pelear" con Dios, y obtener la victoria.

VII) Regresa:
Pelea por una bendición.
Abrumado por el peso de tener que enfrentar ante su hermano Esaú las consecuencias de su pasado, Jacob entiende que es el momento tener mayores recursos para enfrentar la lucha: Necesita todo el favor de Dios. Es así, como se prepara para la noche mas trascendental de su vida: una noche cara a cara con el rostro de Dios:
"Así se quedó Jacob solo; y luchó con él un varón hasta que rayaba el alba.                       Y cuando el varón vio que no podía con él, tocó en el sitio del encaje de su muslo, y se descoyuntó el muslo de Jacob mientras con él luchaba.                                                        Y dijo: Déjame, porque raya el alba. Y Jacob le respondió: No te dejaré, si no me bendices. Y el varón le dijo: ¿Cuál es tu nombre? Y él respondió: Jacob.                                                                                                                                                       Y el varón le dijo: No se dirá más tu nombre Jacob, sino Israel; porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido
Obtiene una experiencia mas profunda con Dios.
Es transformado radicalmente.
La evidencia mas significativa de aquellos que tienen un encuentro con Dios, rs la transformación de su carácter. Jacob es un vivo ejemplo de ello. Ello se deja ver con especial significado en la transformación interior de la naturaleza de Jacob; Pues desde aquel Día en que vió el Rostro de Dios, su na turaleza y carácter fue cambiado para siempre; Nunca sería Jacob (suplantador), sino Israel. Y este nombre sería la perpetua evidencia de su mas grande victoría:
"Y el varón le dijo: No se dirá más tu nombre Jacob, sino ISRAEL; porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido"
Y para evidenciar mas exteriormente, y para que le recordara tanto a sí mismo, como a los demás, su nueva naturaleza y su transformación; desde aquel día que vió el Rostro de Dios, aún su caminar en lo físico cambió; Constituyéndose su renquera, en huella imborrable de su transformación.
"Y cuando había pasado Peniel, le salió el sol; y cojeaba de su cadera...                                                  porque tocó a Jacob este sitio de su muslo en el tendón que se contrajo"
Completa el círculo de su experiencia con Dios: Regresa a la casa de Dios. Vive allí.
Es confirmado en su destino de individuo: Israel.
Es confirmado el pacto de Dios con una nueva revelación: El todo poderoso. Y obtiene la certeza absoluta de todas las promesas de Dios.

Sin duda, la historia del Hombre, del pueblo y la na´ción llamado Isrrael, es la historia de un gran vencedor.

Pastor, William Tercero M.


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martes, 26 de octubre de 2010

Estrategias para para enfrentar el ataque del enemigo.

Basadas en segunda de Crónicas capítulo 20:

Los hechos y los personajes de segunda de Crónicas capítulo 20 son ricos en enseñanza. Por ello, quiero poner un extracto del sermón del domingo 24 de octubre en Iglesia Visión Jesed, al alcance de los que leen las notas de este blog.

I. (ante la prueba).
Declaremos un tiempo de intensa búsqueda del favor de Dios.

Es interesante ver que la primera estrategia del rey Josafat ante la gran prueba que estaba enfrentando, fue buscar el Rostro del Señor. No buscó la ayuda de los hombres, sino la de Dios en humillación delante de Dios. Este principio sigue siendo efectivo hoy día.
Por eso, ante la prueba, recuerda poner en práctica esta poderosa estrategia.

Afirmemos nuestra confianza en Dios, en su poder y en su Señorío. Haciendo memoria de sus maravillosas obras con que, en su gran misericordia, ha socorrido y llevado a la victoria a otros creyentes y a nosotros mismos en otro tiempo. Y esto lo haremos en la plena confianza de que el nuestro Dios y nosotros su pueblo.

II. (Josafat = Dios ha juzgado)
Declararemos un tiempo activo de la justicia de Dios, donde Dios juzgará nuestra causa haciéndonos justicia ante nuestros adversarios.

En nuestras súplicas delante de Dios, recordemos la justicia de Dios, sus promesas y a su misericordia, pidiendo a Dios que guarde lo que es nuestro, y que no deje que nuestros enemigos nos arrebaten lo que es nuestro por voluntad de Dios.

Y en nuestra guerra espiritual ante las potestades de las tinieblas, decretaremos un tiempo de juicio de Dios

III. (alabanza ante la adversidad).
Declarar y convocar a un tiempo de adorar a Dios.
Entendido esto, como un tiempo extraordinario de alabanza a Dios, pues entendemos que debemos alabar a Dios en todo tiempo.

Nuestro lema en tiempo de prueba debe ser: “Es tiempo de adorar a Dios” No una adoración según lo ordinario y cotidiano de nuestras acustumbradas alabanzas, sino un tiempo de extraordinaria alabanza y adoración.

IV. (Jahaziel = Viendo a Dios).
Declararemos un manto del espíritu de los adoradores de ojos abiertos para ver a Dios, que cumplan una función como el levita Jahaziel = Viendo a Dios.

Que en nuestros tiempos de pruebas, nuestra adoración provoque un manto de la gloriosa presencia de Dios, en la que se amplíe una capacidad sobrenatural de ver a Dios que active en nosotros una capacidad profética de transmitir  palabras de fe, de consuelo y aliento que dispongan nuestro espíritu para la guerra.

V. (Jehová Sebaot =  Señor –Varón- de guerra)
Declarar y Convocar a un tiempo de guerra.
Entendido esto, como un tiempo extraordinario de guerra; ya que sabemos que la iglesia está de continuo en guerra, pero en tiempo de prueba debe guerrear de un modo especial. Esto es efectivo tanto en lo colectivo como en lo individual.

Invocar sobre nosotros a nuestro favor a Jehová Sebaot = Señor de los Ejércitos.

Nuestra guerra espiritual debe tener el elemento de la revelación extraordinaria del poderío de Dios para derrotar a nuestros enemigos.
Invocaremos a que Jehová Sebaot se levante en contra de nuestros enemigos. Y esto lo haremos Con entendimiento pleno de quien es ÉL.


VI. (Beraca = bendición).
Decretemos que este tiempo de prueba, es nuestro camino hacia Beraca.

Decretamos que este tiempo es tiempo de victoria: Tiempo de tomar lo que es nuestro y de despojar a nuestro enemigo. Y que al final de esta prueba, bendeciremos a Dios en un valle de reposo.

Declaremos que: Sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. Y que como nosotros sabemos que hemos sido llamados por Dios, entonces, decimos con confianza: Ciertamente el bien y la misericordia nos seguirán todos los días de nuestra vida.

Pastor, William Tercero M.

viernes, 22 de octubre de 2010

Alabanza ante la prueba

¿Cuál es nuestra primera rección ante una dura prueba? Temor, angustia o desanimo?
A continuación quiero compartir con todos los lectores de este espacio una parte del sermón del domingo pasado en la Iglesia Visión Jesed

Texto base: 2 Crónicas 20

1. Pasadas estas cosas, aconteció que los hijos de Moab y de Amón, y con ellos otros de los amonitas, vinieron contra Josafat a la guerra.
2. Y acudieron algunos y dieron aviso a Josafat, diciendo: Contra ti viene una gran multitud del otro lado del mar, y de Siria; y he aquí están en Hazezon-tamar, que es En-gadi.
3. Entonces él tuvo temor; y Josafat humilló su rostro para consultar a Jehová, e hizo pregonar ayuno a todo Judá.
4. Y se reunieron los de Judá para pedir socorro a Jehová: y también de todas las ciudades de Judá vinieron a pedir ayuda a Jehová.
5. Entonces Josafat se puso en pie en la asamblea de Judá y de Jerusalén , en la casa de Jehová, delante del atrio nuevo;
6. Y dijo: Jehová Dios de nuestros padres, ¿no eres tú Dios en los cielos, y te tienes dominio sobre todos los reinos de las naciones? ¿no está en tu mano tal fuerza y poder, que no hay quien te resista?
7. Dios nuestro, ¿no echaste tú los moradores de esta tierra delante de tu pueblo Israel, y la diste a la descendencia de Abraham tu amigo para siempre?
8. Y ellos han habitado en ella, y te han edificado en ella santuario a tu nombre, diciendo:
9. Si mal viniere sobre nosotros, o espada de castigo, o pestilencia, o hambre, nos presentaremos delante de esta casa, y delante de ti, (porque tu nombre está en esta casa,) y a causa de nuestras tribulaciones clamaremos a ti, y tú nos oirás y salvarás.
10. Ahora, pues, he aquí los hijos de Amón y de Moab, y los del monte de Seir, a cuya tierra no quisiste que pasase Israel cuando venía de la tierra de Egipto, sino que se apartase de ellos, y no los destruyese;
11. He aquí ellos nos dan el pago viniendo a arrojarnos de la heredad que tú nos diste en poseción.
12. ¡Oh Dios nuestro! ¿no los juzgarás tú? porque en nosotros no hay fuerza contra tan grande multitud que viene contra nosotros: no sabemos que hacer, y a ti volvemos nuestros ojos.
13. Y todo Judá estaba en pie delante de Jehová, con sus niños y sus mujeres, y sus hijos.
14. Y estaba allí Jahaziel hijo de Zacarías, hijo de Benaía, hijo de Jeiel, hijo de Matanías, levita de los hijos de Asaf, sobre el cual vino el espíritu de Jehová en medio de la reunión;
15. Y dijo: Oid, Judá todo, y vosotros moradores de Jerusalén , y tú, rey Josafat. Jehová os dice así: No temáis ni os amedrentéis delante de esta multitud tan grande; porque no es vuestra la guerra, sino de Dios.
16. Mañana descenderéis contra ellos; he aquí que ellos subirán por la cuesta de Sis, y los hallaréis junto al arroyo, antes del desierto de Jeruel.
17. No habrá para qué peleéis vosotros en este caso: paraos, estad quedos, y ved la salvación de Jehová con vosotros. Oh Judá y Jerusalén , no temáis ni desmayéis; salid mañana contra ellos, que Jehová estará con vosotros.
18. Entonces Josafat se inclinó rostro a tierra, y asimismo todo Judá y los moradores de Jerusalén se postraron delante de Jehová, y adoraron a Jehová.
19. Y se levantaron los levitas de los hijos de Coat y de los hijos de Coré, para alabar a Jehová el Dios de Israel con fuerte y alta voz.
20. Y cuando se levantaron por la mañana, salieron por el desierto de Tecoa. Y mientras ellos salían, Josafat estando en pie, dijo: Oidme, Judá y moradores de Jerusalén . Creed en Jehová vuestro Dios, y estaréis seguros; creed a sus profetas, y seréis prosperados.
21. Y habido consejo con el pueblo, puso a algunos que cantasen y alabasen a Jehová, vestidos de ornamentos sagrados, mientras salía la gente armada, y que dijesen: Glorificad a Jehová, porque su misericordia es para siempre.
22. Y cuando comenzaron a entonar cantos de alabanza, Jehová puso contra los hijos de Amón, de Moab, y del monte de Seir, las emboscadas de ellos mismos que venían contra Judá, y se mataron los unos a los otros:

I) Recibiendo malas noticias:
La primera cosa que nos deja ver el texto de segunda de Crónicas 20, es el anuncio de una inminente guerra. Esta guerra era motivo de gran angustia para el reino de Judá, pues sus enemigos eran mas que ellos ya que se habían agrupados varios pueblos contra el pequeño reino de Judá. Y su angustia es del todo justificada; pues estaban ante la inminente posibilidad de ser muertos ante el brutal ataque despiadado que venía sobre de ellos. Desde el mas valiente guerrero, hasta las mujeres y sus niños. Y en el mejor de los casos, y despues de morir sus mejores guerreros y ser destruidas sus cosechas, saqueados sus casas y su templo, ser hechos tributarios indefinidamente de sus enemigos.

Tal angustiosa situación hizo entrar en profundo temor al rey y a su pueblo. El verso tres nos deja ver que el rey se llenó de temor. A pezar de ello, podemos encontrar valiosas lecciones en la actitud del rey Josafat. Lo cual nos deja ver que aunque el temor nos invada por alguna prueba o dificultad, a pezar de ello, podemos sacarle provecho a nuestro temor. Veamos:
(Conduciendo nuestro temor al canal correcto).
Lo primero que se destaca en la actitud del rey es que su temor lo llevó a humillarse delante de Dios. Y es que, ante  algunas duras pruebas de la vida es imposible que el temor no nos alcance. Pero Dios espera que ante el temor encontremos el lugar correcto y la persona correcta para presentar nuestro temor y angustias. Ese camino correcto es la humilación en oración; y esa persona correcta ante quien vaciar nuestro corazón es Dios. La Pala bra del Señor dice:
"Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo; echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros." 
Y esa fue la mejor decisión del rey Josafat, en cuanto a que hacer con su temor.
Por eso, amado hermano, cuando estés enfrentando duras pruebas y adversidad, humilla tu rostro en oración, echaamdo toda tu anciedad sobre de EL, y encontraras respuesta en quien tiene cuidado de ti.

Por otro lado, si la prueba afecta aotros, si la adversidad trae posibles consecuencias a aquellos que lideras como pastor, como padre, o como esposo, etc. Has como el rey Josafat, convoca a los tuyos a tener la misma actitud de humillación y búsqueda del favor de Dios. Este rey no solo se humilló el, sino que convocó a su pueblo a hacer lo mismo, en ayuno y clamor
Podemos decir que lo mejor es que nuestra fe fuera tan fuerte que ninguna adversidad nos hiciera entrar en temor. Pero si el temor invadiera tu corazón, ve delante de DIOS. Él te ayudará

II) Reafirmando nuestra confianza en el poder de Dios.
Lo segundo que se destaca en la actitud del rey Josafat, es su actitud de recurrir a afirmar su fe en el poder de Dios y en sus promesas para con ellos como pueblo suyo. En los versos del 6 al 12, él apela a la relación íntima de Dios con sus ancestros, recordándole a Dios que EL es Dios de sus padres. Esto nos deja ver el conocimiento del rey Josafat de una de las virtudes mas destacadas de Dios: Su misericordia para con los que le obedeceen. Pues ésta (la misericordia) llega alcanzar aún a millares de las generaciones de los que obedecen y temen a Dios. Veamos lo que dice la Palabra del Señor:
"Yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen,  y que hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos" (Deuteronomio cap. 5). 
Por ello conviene que nosotros temamos a Dios honrádolo con nuestra obediencia. Pues la recompensa de nuestro temor reverente a Dios será la liberación del temor de nuestros enemigos. Y conviene que ete temor reverente nos haga obedientes para con Dios, porque cuando nuestros desendientes tengan que enfrentar sus propias adversidades y temores, nuestra abediencia les alcanzará por la maravillosa virtud de Dios, Quien hace misericordia a millares de los que le temen y obedecen.
Además, podemos ver que el rey no solo recurre a rrecordar la relación de sus ancestros con Dios, sino que él mismo juntamente con los suyos, son pueblo de Dios como sus ancestros. Esto le da la confianza de decir, no solamente que Dios es Dios de sus padres, sino que también es Dios de ellos. Y al ser Dios de ellos, esto le dá acceso a la operación del  poder Dios a favor de ellos como operó a favor de sus padres.
El rey pues, reconoce y afirma su confianza en que Dios es el soberano del cielo y de la tierra, y que ningún reino que se levante en contra de ellos está por encima de este poder (Y dijo: Jehová Dios de nuestros padres, ¿no eres tú Dios en los cielos, y te tienes dominio sobre todos los reinos de las naciones? ¿no está en tu mano tal fuerza y poder, que no hay quien te resista?
Dios nuestro, ¿no echaste tú los moradores de esta tierra delante de tu pueblo Israel, y la diste a la descendencia de Abraham tu amigo para siempre?).
Y después de tomar la actitud correcta con su temor, humillándose delante de Dios y afirmando su confianza en EL, vemos que Dios responde con una palabra de aliento, pues ofrece salvarles de sus enemigos.
"Y dijo: Oid, Judá todo, y vosotros moradores de Jerusalén , y tú, rey Josafat. Jehová os dice así: No temáis ni os amedrentéis delante de esta multitud tan grande; porque no es vuestra la guerra, sino de Dios"
En nuestras pruebas pues, debemos reafirmar nuestra fe en el poder de Dios, y hacerlo efectivo en la confianza que nos da nuestra relación con EL. Y EL responderá ante nosotros haciéndo patente su misericordia en beneficio de los que nos humillamos ante su presencia y confiamos en su poder y dominio.
Conviene que oigamos las poderosas palabras de uno que, ante la prueba y el temor de la adversidad, expresó esta verdad: 
"Oidme, Judá y moradores de Jerusalén . Creed en Jehová vuestro Dios, y estaréis seguros; creed a sus profetas, y seréis prosperados"

III) Alabanza ante la prueba.
Despues de canalizar correctamente el temor, el rey pasa a hacer algo que se sale por completo de los conceptos del mundo acerca de como enfrentar la adversidad. En el verso 18 lo vemos juntamente con su pueblo adorando a Dios en medio de la adversidad. Y mas adelante lo vemos disponiendo a los levitas para que entonen alabanzas a Dios. Asi que, la primera estrategia de este rey ante la guerra fue adorar y alabar a Dios. Y sin descuidar el aspecto de la guerra, (pues hace salir a sus soldados armados ante sus enemigos), pone prioritariamente a sus ministros de alabanza pra que alabaran y adoraran a Dios en momentos de salir a la batalla.
Podemos ver como al comenzar a alabar a Dios en medio de la prueba, sus enemigos fueron confundidos y derrotados porque Dios peleaba por su pueblo:
"Y cuando comenzaron a entonar cantos de alabanza, Jehová puso contra los hijos de Amón, de Moab, y del monte de Seir, las emboscadas de ellos mismos que venían contra Judá, y se mataron los unos a los otros:"
Por eso yo te digo: En medio del temor y la adversidad, Véstete de confianza en Dios y adórale y alábale, Que él se levantará y peleará por tí.
Y recuerda: Tiempo de adversidad, es tiempo de adorar a Dios. Tiempo de prueba es tiempo de alabanza y sumo gozo:
"Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas"

Pastor, William Tercero M.

jueves, 14 de octubre de 2010

El Ministerio Pastoral

Uno de los grandes ministerios de la iglesia, sin duda es el pastoral. La misma palabra “pastor” encierra un gran simbolismo que habla de la importantísima labor de este noble ministerio: Uno que apacienta.
Importancia Del Ministerio Pastoral: Desde el comienzo de la iglesia el ministerio pastoral ha desempeñado una función vital en el desarrollo de la obra de Dios. Cuando la misión evengelistica de la iglesia fue despertada en Pentecostés esparciéndose en Judea, Samaria y las naciones vecinas, dejando al paso de los evangelizadores una gran cantidad de nuevos creyentes; fue el ministerio pastoral el que les dio sustento a la permanencia en el camino de la fe a los muchos creyentes que produjo la evangelización. Y podemos decir que el ministerio pastoral debe su mayor importancia al hecho de proporcionar cuidado espiritual permanente a los creyentes.
La labor complementaria del ministerio pastoral.
Los ministerios son complementarios, ningún ministerio es superior a otro, sino que cada ministerio se complementa con los demás para llevar a cabo la obra de Dios en, y a través de los creyentes, de forma efectiva. De tal manera que nadie que ejerza un ministerio puede ignorar que es un miembro con una función en beneficio de todo el cuerpo de creyentes. Así que cuando hablamos de la importancia del ministerio pastoral, no lo estamos poniendo por encima de ningún otro ministerio, pero sí estamos poniendo de relieve que su función es de suma importancia para el desarrollo de la iglesia. La palabra de Dios dice:“sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo, de quien todo el cuerpo, bien concertado unido entre si por las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para irse edificando en amor.” (Efesios 4:15,16).
Sin la importante complementación del ministerio pastoral, todo aquel gigantesco esfuerzo de la evangelización habría perdido sus frutos; haciendo vano todo su esfuerzo. En nuestro tiempo, tal como entonces, el ministerio pastoral desempeña una labor tan destacada que ha llegado a ser, por momentos, el pilar mas importante de la iglesia.

Característica Especial Del Ministerio Pastoral:
El ministerio pastoral se destaca por su amor y dedicación especial al cuidado de las almas. El Señor Jesucristo destaca esta característica especial del pastor cuando se identifica así mismo como tal. Veamos: “Yo soy el buen Pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas” (Juan 10:9) La función pastoral se ve grandemente dignificada por el hecho de que Cristo mismo es pastor (el buen Pastor). La figura o desempeño pastoral de Cristo le sirve de ejemplo y parámetro al ministerio pastoral de la iglesia. Lo anterior es cierto en todas las áreas del que hacer pastoral: Dedicación, esfuerzo, humildad, integridad, amor, benignidad etc.
Pero para ejercer el ministerio pastoral es necesario un elemento vital: Ser constituido por Dios como pastor. De ahí que todo ministro pastoral debe tener un llamado. Veamos:

El Llamado Pastoral: Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros. A fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo; para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera por todo viento de doctrina, por estratagemas de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error, sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo, de quien todo el cuerpo, bien concertado unido entre si por las coyunturas que se ayudan mudamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para irse edificando en amor.” (Efesios 4:11-16)
Como vemos, nadie puede arrogarse el derecho de llamarse pastor sin ser llamado por Dios. Este principio es importante tanto para el ministro, como para los creyentes; pues la base de la autoridad del ministro la constituye su llamamiento.

La importancia del llamamiento:
El llamado es importante para el ministro; por cuanto su trabajo es de carácter espiritual, por ende, debe tener una capacitación espiritual para llevar a cabo su misión de forma efectiva. La capacitación de la que hablamos no puede obtenerse de fuentes humanas; sino por fuente sobrenatural y espiritual. Dicho de otro modo: La capacitación espiritual del ministerio pastoral, viene con la imparticiòn de la unción del Espíritu Santo que se da en el llamamiento.
La unción impartida en el llamamiento es de suma importancia por muchas razones, entre las cuales estan:
1) El pastor necesita sabiduría espiritual.
Como sabemos, la sabiduría espiritual no puede obtenerse en los seminarios; es mas bien el Espíritu de Dios que nos ministra este don. De tal manera que si se ejerce el pastorado sin llamamiento; el pastor carecerá de este imprescindible don.
2) El pastor debe permanecer fiel al llamado.
Esta razón hace de suma importancia el llamado; pues el ministerio no es temporal, sino permanente. La iglesia del Señor ha sufrido grandes daños por causa de la ausencia de llamado en muchos de los pastores que se dedican al ministerio. El ministerio pastoral es uno de los mas sufridos; por tal motivo se hace imprescindible la fuerza sobrehumana que trae la unción ministerial del llamado. Cuando un pastor sin llamado tiene que enfrentar momentos de gran prueba; sea esta espiritual, mental, emocional o financiera; dejará el pastorado sin mayores consideraciones para con la iglesia o para con Dios. – ver: Juan 10:12,13. Tal actitud no es posible para un pastor con llamado; porque aunque se vea fuertemente tentado a dejar el ministerio, no lo hará definitivamente por razón de su llamado.
La razón mas importante por la cual un pastor llamado por Dios no puede dejar el ministerio; es por el hecho de que el don y el llamamientote Dios se ligan fuertemente y de manera muy profunda en el espíritu del ministro, de donde no podrá arrancarlos. Acerca de este principio, pero en relación con un profeta llamado por Dios, el cual atravesó en su ministerio grandes y continuas pruebas, y en el clímax de sus angustias por causa del ministerio; las escrituras dicen: “Me sedujiste, oh Jehová, y fui seducido; mas fuerte fuiste que yo, y me venciste; cada día he sido escarnecido, cada cual se burla de mí. Porque cuantas veces hablo, doy voces, grito: Violencia y destrucción, porque la palabra de Jehová me ha sido por afrenta y escarnio cada día. Y dije: No me acordarè mas de él, ni hablaré mas en su nombre; no obstante, habìa en mi corazón como un fuego ardiente metido en mis huesos; traté de sufrirlo y no pude”. (Jeremías 20:7-9)
Las escrituras dejan ver con claridad la gran angustia del siervo de Dios; o dicho de un modo mas actual; la gran depresión del siervo de Dios, la cual era tan intensa que deseaba morir; al punto de maldecir la hora y el día en que nació (vea Jeremías 20:14-18) Podemos ver la terrible y profunda angustia del ministro; no obstante, era mas fuerte y profundo el fuego del llamamiento dentro de su ser – “no obstante, habìa en mi corazón como un fuego ardiente metido en mis huesos” -. Si el pastor no tiene el fuego del llamamiento de Dios metido profundamente en su corazón y sus huesos, no podrá hacer frente a las profundas crisis de su invaluable misión; porque vendrá tiempo donde el sufrimiento y la adversidad cavarán tan profundo en su ser que si el amor por Dios no esta mas profundo que el amor por si mismo; y si la pasión por el ministerio, no es mas fuerte y profunda que el anhelo por su propia paz y tranquilidad; entonces la adversidad desarraigará el ministerio de su vida.

Hay, además, otra verdad bìblica en la cual nos basamos para decir que un ministro con llamado no podrá dejar de forma definitiva su ministerio: “Porque irrevocable son los dones y el llamamiento de Dios” (Romanos 11:29)
Es importante notar que la pasión por el ministerio no proviene del corazón del hombre, sino de la acción de Dios; el cual ha designado al que llamo y que poderosamente le inquieta a cumplir su misión. Jeremías lo dice de este modo: “Me sedujiste, oh Jehová, y fui seducido; mas fuerte fuiste que yo, y me venciste

La seducción al ministerio: (“Me sedujiste, oh Jehová, y fui seducido”)
El profeta Jeremías aporta un fuerte matiz al llamamiento cuando introduce su alegato en forma de queja y a causa del sufrimiento que le trajo. Él usa la palabra “seducción”. Esa palabra es la que se usaba para referirse a la conquista de una virgen mediante el engaño. (Éxodo 22:16). Y es también la que se uso para referirse al espíritu mentiroso que engaño a Acab. (1 Reyes 22:20-22) El profeta no esta diciendo concretamente que Dios lo engañó; mas bien es una expresión de ironía; pues el amor que le inspiró al ministerio, y que se supone le traería dicha; ahora le es por afrenta y no por felicidad. El enamoramiento que en el principio sentimos por el ministerio, ha de provenir de Dios; porque si no proviene de él, sino que proviene de nosotros mismos o de otros intereses; no podrá resistir la adversidad. Es lamentable que algunos pastores se lanzan al ministerio, seducidos por un falso amor que proviene de si mismos o de otros intereses, y que cuando vienen las pruebas dejan el campo abandonado; pues se dan cuenta que como dice el refrán: No es lo mismo verla venir que conversar con ella.

El apasionamiento por el ministerio: mas fuerte fuiste que yo, y me venciste
De igual modo ocurre con el apasionamiento por el ministerio: La pasión por el ministerio ha de provenir de Dios, a través del influjo de la unción por el Espíritu de Dios; y no del corazón humano. Toda pasión que surge únicamente del corazón humano, no puede ser tenida como fiel para ser confiable testimonio de inmutabilidad y permanencia. A cerca de lo incierto de las pasiones del corazón humano, la palabra de Dios dice: “Engañoso es el corazón mas que todas las cosas…” (Jeremías 17:9)
Cuando es el verdadero fuego de Dios al que llamamos pasión, el que esta dentro del ministro; los propósitos de Dios serán mucho mas fuertes que la adversidad; y el ministro no será vencido del deseo de renuncia; sino que el fuego del llamamiento de Dios vencerá al ministro, haciéndolo permanecer en el ministerio. (“Me sedujiste, oh Jehová, y fui seducido; mas fuerte fuiste que yo, y me venciste; cada día he sido escarnecido, cada cual se burla de mí. Porque cuantas veces hablo, doy voces, grito: Violencia y destrucción, porque la palabra de Jehová me ha sido por afrenta y escarnio cada día. Y dije: No me acordaré mas de él, ni hablaré mas en su nombre; no obstante, habìa en mi corazón como un fuego ardiente metido en mis huesos; traté de sufrirlo y no pude”) (Jeremías 20:7-9)
Como podemos notar en el pasaje antes referido: El fuego del llamamiento de Dios ardía de forma activa y profunda dentro del corazón del ministro; hasta alcanzar todo lo mas profundo de su ser; hasta estar metido en sus huesos. Ciertamente el fuego de la adversidad quemaba con angustia su fragilidad humana; no obstante, el fuego ardiente de Dios era mas fuerte en su ser, prevaleciendo sobre la adversidad.

La maravilla de la zarza ardiendo:
Puede ser que las consideraciones acerca de lo sufrido del ministerio pastoral tiendan a desalentar a aquellos que piensen dedicarse al pastorado; porque si es tan difícil ¿Quién querrá dedicarse a el? No obstante, es necesario entender que si Dios te llamó; el es poderoso para sostenerte en la adversidad.
Cuando Moisés pastoreaba las ovejas de su suegro en el desierto, se encontró con la presencia de Dios. -Moisés pastoreaba ovejas; pero Dios quería hacerle pastor de hombres-, y en su encuentro con Dios, las sagradas escrituras nos dejan ver un evento sobrenatural y maravilloso ante los ojos de Moisés: “Una zarza que ardía y no se consumía” (Éxodo 3:1-4)
Esa visión sorprendente y maravillosa, nos habla de una poderosa verdad que está estrictamente ligada al llamamiento ministerial, y que tiene que ver con la debilidad humana y el maravilloso y sorprendente poder de Dios obrando atra ves de ella. Aquella visión maravillosa atrajo la atención de Moisés. Y en su mente acostumbrada a pensar de forma lógica y natural; no podía entender como una frágil zarza que ardía en medio del intenso y abrasador calor del desierto, no se consumía. Lo lógico y lo normal es que se quemara por completo hasta consumirse, quedando reducida a ceniza y desaparecer empujada por el viento del desierto. Ciertamente, las muchas e intensas pruebas del ministerio pastoral, angustian y deprimen al ministro; quemando abrasadoramente la debilidad humana. Y lo lógico y lo normal es que la adversidad nos consuma por completo. Pero lo maravilloso es que el que tiene el fuego y el poder del llamamiento de Dios no será consumido por el fuego de la prueba; sino que la maravillosa presencia de Dios, su gracia y su favor le sostendrán. Asi que, el ministro que se sostiene firme en medio de la adversidad ardiente; es la zarza que arde y no se consume. Y esto es el mayor testimonio del poder y la presencia de Dios en su ministerio.

La Forma Negativa de ver el Ministerio:
En el presente hay una forma negativa de ver la adversidad que es propia del ministerio pastoral: Muchos ministros estàn desalentando a los creyentes para que no se dediquen al pastorado. Es muy lamentable que aun a sus consiervos en ejercicio les estàn desanimando por causa del sufrimiento del ministerio. Otro gran mal, en este sentido, es el desaliento que de modo muy abierto, los pastores estàn inculcando a sus hijos para que aborrezcan el ministerio pastoral como vocación de sus vidas. En contraste con esa actitud, el Apóstol Pablo alienta a aquellos que quieren dedicarse al ministerio pastoral, diciéndoles: “Palabra fiel: Si alguno anhela dedicarse al ministerio del cuidado de las almas, buena obra desea” (1 Timoteo 3:1)
Este aborrecimiento del ministerio pastoral se constituye en un gran mal para la obra de Dios. Debemos entender que el ministerio pastoral es un diseño de Dios para su obra en el mundo, y que al enseñar a aborrecer el ministerio; estamos actuando en total oposición a la voluntad de Dios. Al actuar de forma negativa ante la adversidad ministerial; desalentando y enseñando a aborrecer el llamado al ministerio pastoral, estamos ofendiendo la autoridad de Dios; porque nos estamos oponiendo a su voluntad y designios, y nos estamos convirtiendo en adversarios de Dios. Nuestro deber como servidores de Dios, es contribuir con sus planes y sus propósitos. En este sentido, debemos mostrar a aquellos posibles candidatos al ministerio, esta verdad que descubrió Moisés: Que el fuego no quema la frágil zarza al arder cuando Dios esta en medio de ella: Que la presencia de Dios es suficiente para sostenernos en medio de la angustia, el dolor, la escasez y la depresión sin ser destruidos. En este sentido, lo que resta decir es: Si te dedicas al ministerio pastoral, asegùrate de haber sido llamado por Dios. Y sobre todo, asegurate que Dios se encuentre presente en todo momento de tu ministerio; y más aun, en los momentos de prueba y de debilidad. (Filipenses 4:12,13) (2 Corintios 12:8-10)

La Integridad del Ministro:
La principal característica de un ministro del Señor es su carácter cristiano. El Señor Jesucristo nos advierte acerca de cómo poder identificar a quienes son genuina mente ministros de Dios y a quienes no lo son, usando este principio del carácter. Él dice: “Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis, ¿A caso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos? Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos. No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos” (Mateo 7:15-18)  En este texto de las palabras de nuestro Señor Jesucristo, y en muchos otros (ver hechos 20:29; ROM. 16:17,18; GAL. 6:12,13; 2º Ped. 2:1-3) La Palabra de Dios nos advierte a cerca de las apariencias exteriores de virtud y del verdadero carácter interior impío de algunos llamados ministros. No podemos juzgar correctamente la obra de un ministerio sin detenernos a escudriñar el verdadero carácter y las obras personales del “ministro”

El Pastor ha de ser Ejemplo de Virtud: (Tito 2:7)
Si el “ministro” no es integro en su vida personal; sino que es deshonesto y falto de las virtudes del carácter de Cristo; su llamamiento muy probablemente no sea verdadero; porque “un árbol malo no puede dar frutos buenos
Podemos decir, a la luz del “principio de la integridad”, que un verdadero pastor de la iglesia de Jesucristo es lleno de las virtudes del Señor, y será, por tanto: una persona santa, humilde, misericordiosa, recta, justa y afable; no será iracundo, arrogante, ni impuro en ninguno de sus actos, sean estos públicos o privados. Con la anterior declaración no se quiere decir que un ministro del Señor no puede pecar, o que al pecar invalida toda su obra ministerial. La palabra del Señor (La Biblia) registra el pecado de verdaderos siervos del Señor sin que esto desautorice su obra. Sin embargo, ha de aclararse que el pecado de dichos servidores del Señor no es el carácter habitual de sus vidas; es mas bien una excepción. Aun así, es de suma importancia que la iglesia conozca a ciencia cierta quien es el pastor como persona, a fin de poder aceptar y “juzgar” adecuadamente el ministerio de dicho pastor. En este tiempo cobra especial valor este principio, porque muchos se han dedicado al pastorado por intereses personales y no por vocación y llamado. Esto ha traído grandes daños a la iglesia del Señor. Son muchos los intereses que han motivado a quienes se dedican al pastorado sin ser llamados por Dios: Por ganancia deshonesta, por fama, como forma de sustento económico etc. Pero lo mas lamentable de todo, es la falta de integridad y virtudes cristianas en la conducta de de muchos de ellos. Eso ha provocado lesiones serias a la iglesia: Adulterios de dichos pastores, defraudación financiera, descuido de la salud espiritual de los creyentes, y en muchos casos, la introducción de doctrinas erróneas y destructivas en la iglesia. Todo ello ha provocado un mal ambiente para el ejercicio legítimo del ministerio y una mala imagen del mismo dentro de la iglesia. Ese mal ambiente y daño de la imagen del pastorado se ha extendido al mundo; es decir, fuera de la iglesia, en los no creyentes; afectando asi la credibilidad del ministro y de la iglesia, y por ende, la misión de ésta. Conviene, entonces, saber identificar a un verdadero pastor, y para tal efecto, recordar la Regla: “Por sus frutos los conoceréis”.

Características Pastorales:
1- El pastor ha de ser conforme al corazón de Dios. (Jeremías 3:15)
2- El pastor debe realizar su labor con ciencia e inteligencia espiritual. (Jeremías 3:15)
3- El pastor busca y cura la oveja perdida. (Lucas 15:4.5)
4- El amor a nuestro Señor Jesucristo es la principal motivación del pastor para realizar su obra. (Juan 21:15-17) Si la motivación del pastor no es el amor a Cristo, sino que lo motiva los intereses económicos, tarde o temprano la iglesia sufrirá las consecuencias: (Juan 10:7-13) El que no es un verdadero pastor; motivado por el amor de Dios y el llamamiento, sino que su interés es el lucro personal; se constituye en un alto riesgo para la iglesia. Nuestro Señor Jesucristo llama a tales personas con el calificativo de: “Ladrones y salteadores”.
5- El pastor hace su labor con gozo.(Lucas 15:4.5)
Ciertamente el ejercicio pastoral ha de hacerse con gozo para que traiga beneficios tanto al pastor como a las ovejas. No obstante, hay actitudes muy negativas de los creyentes que traen descontento y queja al corazón de los pastores. El ejercicio gozoso del ministerio pastoral trae gran bendición a la iglesia; porque redunda en acciones de gracias delante de Dios, y esto ciñe el favor y la gracia de Dios a la iglesia. La obediencia y la sujeción de las ovejas juegan un destacado papel en el gozo con que el ministro hace su labor.(Hebreos 13:17) Si la iglesia quiere disfrutar en abundancia de la bendición que trae la ministraciòn del ejercicio pastoral; ha de tener en alta estima al ministro (Pastor) y debe por tanto, obedecerle y sujetarse a el por la autoridad delegada por Dios en el ministro. Ésto, en el entendido de que el pastor esté apegado a la doctrina del Señor.
Otras importantes características de un pastor las encontramos en pasajes de las escrituras donde el apóstol Pablo aconseja a aquellos que pastoreaban en su tiempo: 1 Timoteo 3:1-7 Tito 1:5-9.

Dones Complementarios Del Ministerio Pastoral:
El ministerio pastoral tiene muchas tareas que realizar, que no serían efectivas sin la manifestación de los dones complementarios del ejercicio ministerial del pastorado.
Veamos a continuación los dones complementarios del pastorado:
1- Don de sabiduría.(Jeremías 3:15)
El aprovechamiento práctico del don de sabiduría tiene lugar en la tarea pastoral de aconsejar. Sin el don de sabiduría, la conserjería es deficiente y peligrosa; porque se puede caer en muchos yerros que pueden traer daños que afecten tanto al pastor como a las ovejas.
2- Don de exhortación. (Tito 2:1-15) Exhortar es una tarea importantísima del pastorado. La exhortación es una tarea que demanda gran parte del tiempo del ministerio pastoral. Esta tarea podría ser agotadora y desanimante, y si el pastor no la lleva a cabo con las virtudes espirituales del don de exhortación, podría ser nociva, en ves de edificante.
3- Don de presidir: Y cuando ha sacado fuera todas las propias, va delante de ellas; y las ovejas le siguen, porque conocen su voz” (Juan 10:4)
Una función importante del pastor es ser guía para las ovejas, y en esta función que es básicamente de liderazgo, el pastor necesita la virtud espiritual del don de presidir; que es un don de liderazgo.
4- Don de enseñanza. Otra labor destacada del ministerio pastoral es la de enseñar. Por ello, el don de enseñanza es parte fundamental en el ministerio de un pastor.

William Tercero M.

Restauración y Restitución.

Esta nota es para tratar brevemente el tema de la restauración y la restitución a que todo aquel que abrace la fe cristiana está obligado en razón de honrar a Jesucristo a quien ha tomado por Señor y maestro. Haremos notar la importancia de este asunto en relación a los no creyentes y como esto podría contribuir a un mayor crédito de la fe cristiana en la sociedad.

Cuando Cristo entra a nuestras vidas somos inspirados vivir un cambio de conducta.
El ejemplo de Zaqueo:
Cuando Zaqueo tuvo un encuentro con Cristo,fue motivado desde dentro de su corazón a enmendar sus faltas y cambiar de la avaricia y la codicia a la generosidad:
Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: “He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado.”(Lucas 19:8)
Zaqueo se habìa enriquecido en buena medida debido a la defraudación que cometió contra las personas a las que cobraba los impuestos para el imperio romano. Para Zaqueo era algo normal vivir una vida de abuso en contra de sus semejantes. Precisamente, ese estilo de vida le hizo ganar la triste fama de “hombre pecador”. Probablemente, sobre Zaqueo recaía no solo su propia avaricia, sino también la de los demás recaudadores de impuestos de los cuales él era el jefe. Pero vemos a Zaqueo después de encontrarse con Cristo, con una actitud totalmente nueva para él: Dar, en vez de defraudar o robar.
La presencia de Cristo en la vida de Zaqueo hizo que éste fuera redargüido de su mala conducta. Él se ve impelido fuertemente a restituir todo el daño que provocó a sus semejantes:
si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado.” 
No solo reconoce que actuó mal y que cometió un delito, y que en tal caso, debía cumplir con una pena legal: Devolver la todo lo que defraudó más un impuesto del veinte por ciento (Levítico 6:5 y Números 5:7) Zaqueo va más allá, y se impone a sí mismo, la pena más alta que la ley podía exigir como restitución al ofendido: Devolver cuatro veces lo robado (Éxodo 22:1). Podemos notar la transformación en la conducta de Zaqueo, en sus palabras que son un acto de restitución:
si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado.
Los que quieren seguir a Cristo, han de saber que no existe verdadera conversión sin una obra de restitución. El camino de salvación involucra salud y rectitud en todas las áreas de la vida del creyente. Esto implica sanidad espiritual de nuestra alma, y el alma no puede estar totalmente sana si no ha surgido el genuino deseo de enmendar nuestras faltas haciendo restitución de todo aquello que hayamos dañado, robado o defraudado a nuestro prójimo.
Notemos como Cristo liga la restitución a la salvación, en las palabras que hacen referencia al acto de restitución de Zaqueo:
“Hoy ha venido la salvación a esta casa” (Lucas 19:9) 
A la primera cosa que estamos obligados; en razón de nuestra nueva vida de creyentes, es a enmendar los perjuicios que hayamos cometido contra alguien. Si hemos ofendido a alguien debemos pedir perdón, si hemos robado debemos devolver aún con intereses lo robado; y si debemos algo debemos pagarlo. Sí aceptamos a Jesucristo en nuestro corazón, y nos hemos arrepentido de nuestros pecados; debemos dar frutos dignos de arrepentimiento.
La restitución que el creyente haga a aquellos a quienes ha defraudado, es fruto y evidencia de un verdadero arrepentimiento y de una genuina conversión. La gente no creyente, no puede ver el verdadero cristianismo cuando conocen de cerca a personas que se llaman cristianos, pero que han robado, defraudado, dañado u ofendido a otras personas y que no han reparado el perjuicio causado. El daño que causan aquellos que no hacen restitución a los ofendidos por sus actos, es un serio obstáculo a la predicación del evangelio y al crecimiento de la obra del Señor.
Todo creyente debe de hacer memoria de todos sus actos con el fin de encontrar en ellos si ha habido algún perjuicio cometido contra sus semejantes, que no haya sido reparado justamente. Si en análisis encuentra algún daño no reparado deberá dar gloria al Señor reparando dicho daño a la brevedad posible. De no hacerlo, ofenderá a aquel a quien llama Señor, porque sus actos nocivos no reparados, se constituyen en un obstáculo para el evangelio de Cristo y hacen que los incrédulos menosprecien el evangelio, y con ello cierren su corazón al Señor. Son muchos los efectos que la falta de restitución puede traer a la vida de los creyentes. Entre esos problemas podemos mencionar los siguientes:
1) Las ofrendas de los que no han hecho restitución son vanas. Cuando el creyente no ha hecho restitución de sus faltas y no ha reparado el daño causado, Dios considera vanas sus ofrendas (Isaías 1:13). Esto también lo dijo nuestro Señor Jesucristo en relación a reparar la ofensa cometida. Él deja claro que nuestras ofrendas no son aceptas delante de Dios si no hay restitución:
Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda” (Mateo 5:23,24)
2) Las injusticias estorban las oraciones y no son oídas por Dios. Cuando las injusticias cometidas no son reparadas, Dios no atiende nuestras suplicas (Isaías 1:15. 1ª Pedro 3:7)
3) Nuestros cultos y alabanzas son desagradables para Dios. Estas son las palabras de Dios, dirigidas al pueblo de Israel en relación a sus cultos y las fiestas que celebraban a Dios pero viviendo en injusticias: “Vuestras lunas nuevas y vuestras fiestas solemnes las tiene aborrecidas mi alma: Me son gravosas; cansado estoy de soportarlas” (Isaías 1:14)
4) No reparar las injusticias cometidas aleja el favor de Dios. Veamos lo que le dice Dios a los israelitas en relación al tema de la injusticia de sus actos no reparados:
Cuando extiendas vuestras manos, yo esconderé de vosotros mis ojos; asi mismo cuando multipliquéis la oración, yo no oiré” (Isaías 1:15)

La verdadera vida de devoción cristiana exige no solamente hacer restitución de todas nuestras faltas, sino además, adquirir nuevas virtudes que reflejen nuestro cambio. Zaqueo por ejemplo, no solo restituyó lo defraudado, sino que se volvió generoso:
Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: “He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado.” (Lucas 19:8)

El apóstol Pablo enseñó esta doctrina de la restitución y un cambio a hacia la virtud de la generosidad a sus discípulos:
El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga que compartir con el que padece necesidad” (Efesios 4:28)

Hagamos una decisión de restituir todo lo dañado, y quitemos todo estorbo a nuestra bendición y a la obra del Señor. Hagamos de la restitución, una misión seria del ejercicio de nuestra fe, que traiga honra y gloria a nuestro Señor Jesucristo, y que derribe los obstáculos de la murmuración a los incrédulos para que no tengan excusas para acercarse al camino de la fe.

Hagamos restitución y liguemos a nuestra vida el poderoso favor de Dios.

William Tercero M.

El desprecio hacia los que nos superan.

"Despreciar a otros que nos superan es el arte más vil de todos; pero uno de los más seguros para acreditarse entre espíritus plebeyos." 

Es muy interesante la frase que he puesto en la primera línea de este breve artículo. Me llama mucho la atención que el creador de la frase se refiera al desprecio que expresan hacia los que alcanzan algún grado de éxito usando la palabra "arte". Pero de seguro no es un buen arte, sino un mal arte. Pues hay bellas artes y malas artes; y el de criticar negarivamente es uno de los artes mas desagradables de las personas que cultivan esa fea habilidad. Pero lastimosamente, quienes practican esa habilidad llegan a hacerse artistas refinados; Se visten con cara de piedad, y con cara de defensores de "la sana doctrina" para arremeter con la saña de la amargura contra aquellos que les superan. Y así podemos ver como muchos pastores y líderes están siendo ferozmente atacados a causa de su éxito.
Resulta necesario evaluar detenida mente cual es la motivación de las críticas que lanzamos contra otas personas. Y es de sumo cuidado el aceptar las críticas negativas de otros hacia personas de éxito; no sea que estemos dejando entrar en nuestro corazón el veneno de la amargura de otros.

Hoy día se puede comprobar con tristeza que el desprecio hacia las personas que alcanzan ciertos éxitos es una práctica común de las personas que tienen un nivel inferior de logros. Y uno pudiera pensar que esa práctica sea normal entre personas no cristianas, pero no entre creyentes. Sin embargo, el desprecio es una páctica común entre cristianos. Se puede ver o escuchar a diario el desprecio que sufren aquellos que están liderando iglesias grandes o ministerios grandes. Y son los que no tienen el mismo nivel de logros quienes se han convertido en sus principales detractores. Eso es bajeza. Y me recuerda una frase de mi pastor en mis primeros años:"El que habla de la pera, comersela quiere"

No seamos personas que se dejan arrastrar por la bajeza; no practiquemos la murmuración y la mala crítica para con aquellos que nos superan; más bien averiguémos cual es la clave de su éxito, y talvez lleguemos a igualar sus logros, y por que no, hasta superarlos.

Recuerda que en la cumbre de la montaña brilla mas intensamente el sol. Asi que si te irrita la sombra de los que están mas alto que tu, escala tu tambien hasta llegar a la cumbre. Y cuando estés ahí, te darás cuenta que las sombras de los exitosos nunca mas eclipsarán el brillo de tu sol. Dejemos de ser gente baja; dejemos de criticar a los que nos superan. Y mas bien, seamos gente de altura; celebremos los logros ajenos. Recuerda que lo que eclipsa nuestro sol no son los logros de los demás, sino el manto negro de la emvidia y la amargura.

Ya no cultivemos el feo arte del desprecio, sino volvámonos artistas del estímulo, del reconocimiento de la excelemcia y el esfuerzo de los demás.

Pastor William Tercero M.