jueves, 22 de agosto de 2013

SETIEMBRE, MES DE LA INDEPENDENCIA Y MES DE LA BIBLIA.

En este mes de setiembre los pueblos centroamericanos celebramos la independencia, y lo hacemos con bombos y platillos, mostrando la alegría que eso significó en su momento. Muy seguramente son muchos los beneficios de la independencia, aunque merece una seria discusión lo que hemos hecho con esa independencia. Pero mas allá de la independencia política que so logró al separarnos de España, quiero hacer notar que aún somos esclavos de muchas cosas que nos mantienen como tributarios, dando nuestras fuerzas y riqueza a estas cosas: Nuestros pueblos viven esclavos de vicios, de violencia, miseria y subdesarrollo; Y el tributo que tenemos que pagar es en gran manera precioso: Los vicios nos roban el vigor, la salud y la dignidad; la violencia nos roba la paz, la tranquilidad y la seguridad; la miseria nos roba la dignidad de personas y la alegría de vivir, nos roba la esperanza y las oportunidades de superación personal; Y el subdesarrollo nos roba la oportunidad de obtener todos los beneficios de nuestra producción y recursos, y hace que regalemos las mejores empresas a los extranjeros, ya sea por no estar preparados técnicamente o por la falta de capitales para invertir. En fin, la carga “tributaria” de estas nuestra falta de independencia de esas cosas es en demasía grande. ¡Necesitamos una independencia mayor que la política¡ Y esa independencia de estas cosas que nos han conquistado no va a venir si primero no nos hacemos conscientes de ellas, y al tener conciencia de esas dependencias nocivas, tomar la decisión de ser verdaderamente independientes en un modo integral. Pero por mas que resulte extraño, y hasta ambiguo, nuestra verdadera independencia, sobre todo en el área de los vicios y ataduras, no será posible sin instaurar otra dependencia: La dependencia de Dios. Y en esta nueva tarea de hacernos dependientes de Dios, la biblia juega un papel fundamental, pues la dependencia de la palabra de Dios es la recomendación de Dios para alcanzar verdadera prosperidad y verdadero bienestar. Eso nos lo deja bien claro Dios a través del libro de Josué. Allí, en el capítulo uno y sus primeros versos, Dios le dice a Josué, un joven Lider de la naciente nación de Israel: 

"Esfuérzate y sé valiente; porque tú repartirás a este pueblo por heredad la tierra de la cual juré a sus padres que la daría a ellos. Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas. Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien. Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas" 


El pueblo de Israel buscaba formar una nación próspera: buscaba una tierra que fluye leche y miel, pero Dios les hizo notar que la consecución de ese anhelo sólo sería posible haciéndose dependientes de la palabra de Dios permanentemente. Así que en este mes de la biblia, lo mejor que nos puede pasar es que, a la par de celebrar nuestra independencia política, nos convirtamos permanentemente en dependientes de la palabra de Dios.

Oremos para que esto sea una realidad.