lunes, 29 de noviembre de 2010

Tres virtudes poderoses para alcanzar el éxito

FUERZA, CONSTANCIA Y AMOR
Fuerza, Constancia y Amor son virtudes imprescindibles en la vida y el servicio cristiano. Por ello, he querido compartir un extracto del sermón del domingo con los lectores de de este espacio.
Los creyentes muchas veces se ven tentados a abandonar sus sueños o a consderar que su trabajo en la obra del Señor es en vano, pero el apóstol Pablo nos recuerda que debemos estar firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor. Y nos recuerda que debemos saber que nuestra obra no es en vanoAsí lo dice 1 Corintios 15:58: “Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano”. Este texto nos habla de dos virtudes importantes: Firmeza y Constancia en el crecimiento cristiano. Pero debe entenderse que lo que le da fuerza y constancia a todo sueño o proyecto es el amor. Por ello es que trataré brevemente estas tres virtudes.

Primero veamos el significado de fuerza, constancia y amor:
Fuerza. (Del lat. fortĭa). Vigor, robustez y capacidad para mover algo o a alguien que tenga peso o haga resistencia; Capacidad de una persona para superar obstáculos o dificultades o para cumplir con sus obligaciones
Constancia1. (Del lat. constantĭa). Firmeza y perseverancia del ánimo en las resoluciones y en los propósitos..
Amor. Afecto profundo e intenso, inclinación y entrega a alguien o algo
.
La primera virtud que trataremos es fuerza, es decir, esa Capacidad de una persona para superar obstáculos o dificultades o para cumplir con sus obligaciones

NECESITAMOS FUERZAS PARA:

a) AMAR A DIOS:
Deuteronomio 6:5: Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus FUERZAS. La fuerza del corazón es un recurso valioso que hay que saberlo emplear. La fuerza de nuestra voluntad debe ser administrada según sea la importancia de aquello que demanda de su uso, si no se hace esto, puede que desperdiciemos su acción en cosas no esenciales o de poca importancia.  En la palabra de Dios se insta al hombre a emplear la fuerza de su corazón de manera prioritaria en amar a Dios, por ello, todo aquel que esté empleando su fuerza como algo prioritario que no sea Dios, tal persona está desenfocada de su principal propósito al emplear la fuerza de su voluntad. Sin duda, lo que demanda mayor fuerza es la acción de amar, pues amar conlleva sacrificio, responsabilidad, entrega, lealtad etc. Cuando se trata de pasión en la misión de amar, Dios es nuestro ejemplo máximo expresado  a través de Cristo Jesús quien amó hacer la voluntad de Dios el Padre, y quien nos amó a nosotros por encima de su vida misma, pues sacrificó su propia vida por amor de la humanidad. Pero esa obra de entrañable amor demandó la cuota mas alta que se puede pagar: entregar la vida. Para cumplir con esa misión de amor, Cristo necesitó emplear toda la fuerza de su voluntad. Debemos entender que amar demanda el mayor esfuerzo del corazón. Así que si no imprimes la virtud de la fuerza de tu corazón a aquello que debes amar, tu amor será superficial y fácil de ser barrido de tí por las duras pruebas de la vida. Reitero pues, que se necesita todas las fuerzas de nuestro corazón para amar a Dios como algo prioritario de nuestra vida. Pero también necesitamos la virtud de la fuerza del corazón para amar nuestros sueños y proyectos, nuestro matrimonio, nuestra familia, nuestra iglesia. La vida muchas veces es como un campo de batalla donde cotidianamente estamos en guerra contra todo tipo de adversidades que combaten contra aquello que debemos amar: Dios, la familia, la iglesia, nuestros sueños etc. Por ello, también necesitamos fuerza para:

b) LA GUERRA:
2 Samuel 22:40 Pues me ceñiste de fuerzas para la pelea; Has humillado a mis enemigos debajo de mí, 
c) ALABAR A DIOS:
1 Crónicas 13:18: Y David y todo Israel se regocijaban delante de Dios con todas sus FUERZAS, con cánticos, arpas, salterios, tamboriles, címbalos y trompetas.
d) OFRENDAR.
Esdras 2:69: Según sus FUERZAS dieron al tesorero de la obra sesenta y un mil dracmas de oro, cinco mil libras de plata, y cien túnicas sacerdotales.
1 Crónicas 29:2: Yo con todas mis FUERZAS he preparado para la casa de mi Dios, oro para las cosas de oro, plata para las cosas de plata, bronce para las de bronce, hierro para las de hierro, y madera para las de madera; y piedras de ónice, piedras preciosas, piedras negras, piedras de diversos colores, y toda clase de piedras preciosas, y piedras de mármol en abundancia.
2 Corintios 8:3: Pues doy testimonio de que con agrado han dado conforme a sus FUERZAS, y aun más allá de sus FUERZAS,


Pero, ¿Qué hace que hace que nuestras fuerzas se mantengan y sean aumentadas?
LA ESPERANZA EN DIOS:
La esperanza es una de las tres virtudes más poderosas que existen (1 Co.13:13) y es capaz de cambiar el rumbo de la existencia y la forma de percibir la realidad. Es esta esperanza, este estado mental el que nos puede permitir tener gozo, ser felices en la adversidad.
Isaías 40:31: pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas FUERZAS; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.

El sufrimiento, o la prueba, hace que el tiempo se dilate; Si pensamos en esta esperanza, el tiempo se contrae. Esta actitud la tuvo también Jesús y nosotros debemos tomar ejemplo de Él (Heb.12:2).
Pero para que todo esfuerzo rinda sus mejores frutos ha de ser sostenido, es decir, constante. Y es aquí donde entra la virtud de la constancia. Veamos:


Necesitamos constancia para que todo esfuerzo rinda frutos.
La mayoría de los hombres no carecen de fuerza, sino de constancia. Y conviene recordar que:

a) La constancia es un puente entre el deseo y la realización.
Después de soñar con una meta necesitamos transitar el camino hacia esa meta con constancia. Es decir, que necesitaremos permanecer persiguiendo ese sueño hasta alcanzarlo. Pero si perdemos la constancia se derrumbará el camino hacia nuestro éxito.
Hay sueños y metas duros y difíciles de alcanzar, y a veces se ven como huesos duros de roer. Pero no importa que el hueso este duro si el perro puede decir: "Si tú estás duro, yo tengo tiempo"

b) La gota blanda orada la piedra, no por su fuerza, sino por su constancia.
Ciertamente todos los seres humanos hemos sido dotados de fuerza; Y ciertamente la fuerza es importante para derribar obstáculos. Pero solo la constancia vencerá la adversidad o cualquier dura resistencia. Y el mejor ejemplo de ello es una blanda gota de agua que con constancia hace hueco en la más dura roca.

c) Con constancia y tenacidad se obtiene lo que se desea; la palabra imposible no tiene significado. Napoleón Bonaparte expreso la frase anterior después de derrotar la resistencia de grandes y poderosos ejércitos. El creyente debe ser tenaz y constante en sus propósitos, teniendo la firme convicción de que lo que persigue es plenamente posible de lograr. La palabra de Dios dice: “Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es POSIBLE”. (Marcos 9:23).

d) La perseverancia es invencible. Es por ello que el tiempo, en su acción, destruye y derriba toda potencia.
La Constancia es la virtud por la que todas las otras dan su fruto. (trabajo, sueños, visión oración etc.).

Cuando las circunstancia sean tan adversas que sintamos desmayar, y con ello perder la constancia de seguir esforzándonos por nuestros sueños y metas, recordemos que: Un efecto negativo solo puede ser contrarrestado por un afecto positivo más poderosoLa esperanza es un afecto muy poderoso, capaz de neutralizar todos los problemas de nuestra existencia, si sabemos empapar nuestra mente de ella.

La esperanza es un arma dada por Dios a los creyentes. Debemos aprender a usarla con soltura y eficacia. Si llenamos nuestra mente de esta esperanza que nos comunica Dios a través de Su Palabra y de Su Espíritu Santo (Ro.8:16-17), prácticamente seremos inmunes al desaliento, y así, mantendremos la constancia de nuestro esfuerzo hacia la conquista de nuestros sueños, metas y propósitos.

Aquéllos que empiezan y terminan todas las cosas son considerados grandes, los mediocres dejan las cosas sin terminar porqué se les acabó la ilusión o la fuerza para concluirlas; es por eso que debemos enseñar con nuestro ejemplo que las cosas que iniciamos siempre las terminamos.

EL AMOR.
Afecto profundo e intenso, inclinación y entrega a alguien o algo

a) EL AMOR es la energía o combustible que le da la fuerza constante a todo lo que se persigue.
Cantares 8:6: Ponme como un sello sobre tu corazón, como una marca sobre tu brazo;
Porque fuerte es como la muerte el AMOR
;

b) EL VERDADERO AMOR ES UN FUEGO INEXTINGUIBLE:
Cantares 8:7: Las muchas aguas no podrán apagar el AMOR,
Ni lo ahogarán los ríos.

El núcleo del amor es la fuerza, el valor que mostramos para luchar por lo que queremos, la fortaleza para defender lo que más apreciamos, enfrentar desafíos, superar barreras, derribar obstáculos.

EL AMOR NOS MANTIENE UNIDOS A PESAR DE TODO Y CONTRA TODO.
1 Pedro 4:8: Y ante todo, tened entre vosotros ferviente AMOR; porque el AMOR cubrirá multitud de pecados.
Romanos 8:38,39: Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir,
ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.

EL AMOR ES CAPAZ DE SACRIFICAR AUN LO MÁS PRECIOSO.
Juan 3:16: Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

Cuando el amor es auténtico hace surgir  la fuerza de la audacia, el atrevimiento emprendedor; la osadía que nos lanza a correr riesgos para conquistar lo que amamos; es en esa entrega sin condiciones donde surgen fortalezas donde antes no las había.

Recuerda poner fuerza en lo que persigues; Pero recuerda ser constante en la búsqueda de tus sueños y propósitos; Y sobre todo, recuerda amar tus sueños y propósitos, pues el amor es el combustible que mantendrá la llama de la pasión encendida, y será la energía que te mantenga caminando con constancia hacia tus metas…
Pero asegúrate que tus metas, sueños y propósitos sean los de Dios para tu vida.

Que el amor de Dios sea la pasión que te de las fuerzas y la constancia para alcanzar tus metas.


Pastor William Tercero M.

sábado, 20 de noviembre de 2010

lunes, 15 de noviembre de 2010

El arrebatamiento de la Iglesia

En esta enseñanza nos enfocaremos en los aspectos centrales y más importantes del tema.
Hacemos la aclaración de que este tema es una de las enseñanzas en la que existe una gran controversia en la iglesia cristiana, ya que existen al menos dos posiciones diferentes al respecto: Por un lado estàn los que creen que el rapto de la iglesia será después de la gran tribulación. Por otra parte, estàn los que creen que el arrebatamiento será antes de la gran tribulación. Nosotros (La Iglesia Visión Jesed) creemos que el arrebatamiento será antes de la gran tribulación.

Definición del concepto. Arrebatamiento:
Acción de arrebatar: Quitar súbitamente, arrancar, extraer.

Cuando hablamos del arrebatamiento de la iglesia, nos referimos a que ella será quitada de la tierra súbitamente.
Aspectos fundamentales de la doctrina del arrebatamiento de la iglesia. El arrebatamiento de la iglesia se puede definir en cuatro aspectos: 1) La súbita venida de Cristo. 2) La resurrección de los muertos en Cristo. 3) La transformación de los creyentes vivos. 4) El arrebatamiento hacia el cielo de todos los creyentes transformados.

Aspecto número 1:
LA SÙBITA VENIDA DE CRISTO.
Para hablar de este primer aspecto del rapto, y para poder entenderlo con claridad, debemos hacer la diferenciación entre “LA SEGUNDA VENIDA DE CRISTO” Y La súbita aparición de Cristo en el aire para arrebatar a su iglesia (El Rapto).
El arrebatamiento de la iglesia, y La Segunda Venida de Cristo, son dos eventos diferentes, en manifestación, en tiempo y en propósito. A continuación trataremos algunas de esas diferencias.

La segunda venida de Cristo es un evento totalmente diferente del arrebatamiento de la iglesia. Esa diferencia es marcada en muchos aspectos tales como:
a) La “segunda” venida de Cristo a la tierra, esta ligada con la liberación y salvación del pueblo de Dios: Israel. Debemos aclarar que hay una confusión en cierto sector de la iglesia, propiciada por el uso de la frase “La Segunda Venida de Cristo”. Y es que es lógico pensar que si Cristo viene a la tierra a llevar a su iglesia en el rapto, y luego viene otra vez a libertar al pueblo de Israel, entonces esta última no sería la segunda venida. Como podemos notar, la confusión se genera con la introducción de la palabra “segunda” en relación a la venida del Señor por su pueblo Israel. 

Entre la iglesia cristiana hay grupos que tradicionalmente han confundido estos dos eventos, y creyendo que son uno mismo, han propiciado una confusión acerca del rapto. Dicha confusión se extiende a la doctrina relativa a la gran tribulación; porque si se entienden estos dos eventos como uno solo, es lógico pensar que la iglesia pasará por la gran tribulación; sin embargo, esa doctrina es contraria al propósito de de Dios para la iglesia: Ser librada de la ira venidera. 
“La gran tribulación” es precisamente uno de los motivos de “la segunda venida de Cristo”; porque el Señor viene a salvar a los israelitas de los feroces y numerosos enemigos que se levantarán en ese tiempo contra Israel. En la “segunda” venida de Cristo a la tierra, él posa sus pies sobre la tierra. (Zacarías 14:4,5). Esta característica es otra diferencia notable entre el rapto y la segunda venida de Cristo. En el rapto la aparición de Cristo es breve y fugaz, al igual que los otros aspectos del rapto: La resurrección de los muertos en Cristo, la transformación de los creyentes vivos; y la ascensión al cielo. En este evento (el rapto) el Señor se queda en el aire, y no posa sus pies sobre la tierra. En contraste con la brevedad de los acontecimientos del rapto; en la segunda venida de Cristo, el Señor viene para establecer su reino milenial, y se establece en la tierra. 

b) El “porquè”de no llamar al rapto “la segunda venida de Cristo a la tierra: 
Cuando hablamos de la venida de Cristo ligada al arrebatamiento de la iglesia, no estamos hablando de “la segunda venida de Cristo a la tierra”. La razón de esto se haya en las diferentes circunstancias que rodean a un evento del otro. Mientras que en el rapto, el Señor se queda en el aire, donde se reúne con su iglesia transformada y glorificada; en “la segunda venida, él se posa sobre la tierra; pelea por su pueblo (Israel) y se queda a regir la tierra. Podemos decir que la razón de que al rapto no se le diga segunda venida, es porque es breve y fugaz y porque solo involucra a la iglesia. 

c) El rapto es solo para la iglesia. En el arrebatamiento el pueblo de Israel queda excluido, y es la iglesia la que es arrebatada. 
Cuando decimos que el pueblo de Israel queda excluido del rapto, lo decimos de un modo general, es decir, que ellos como pueblo no serán arrebatados de la tierra. Sin embargo, hay que hacer la aclaración, que aquellos israelitas que hayan aceptado a Cristo, son parte de la iglesia, y por tanto estàn dentro de los que serán arrebatados. Todos los demás israelitas no serán parte del rapto porque no son parte de la iglesia. 
Una referencia en relación a la exclusión de Israel en el rapto se encuentra en el evangelio de Lucas:
15. Oyendo esto uno de los que estaban sentados con él a la mesa, le dijo: Bienaventurado el que coma pan en el reino de Dios.
16. Entonces Jesús le dijo: Un hombre hizo una gran cena, y convidó a muchos.
17. Y a la hora de la cena envió a su siervo a decir a los convidados: Venid, que ya todo está preparado.
18. Y todos a una comenzaron a excusarse. El primero dijo: He comprado una hacienda, y necesito ir a verla; te ruego que me excuses.
19. Otro dijo: He comprado cinco yuntas de bueyes, y voy a probarlos; te ruego que me excuses.
20. Y otro dijo: Acabo de casarme, y por tanto no puedo ir.
21. Vuelto el siervo, hizo saber estas cosas a su señor. Entonces enojado el padre de familia, dijo a su siervo: Ve pronto por las plazas y las calles de la ciudad, y trae acá a los pobres, los mancos, los cojos y los ciegos.
22. Y dijo el siervo: Señor, se ha hecho como mandaste, y aún hay lugar.
23. Dijo el señor al siervo: Ve por los caminos y por los vallados, y fuérzalos a entrar, para que se llene mi casa.
24. Porque os digo que ninguno de aquellos hombres que fueron convidados, gustará mi cena.
(Lucas 14:15-24). 

En el texto antes citado, se habla de los convidados a “la gran cena”, en esos convidados se puede notar dos grupos: Los primeros: Israel. Y los últimos: La iglesia. Esta es una parábola que a su vez es una narración profética de la inclusión de la iglesia y la exclusión de Israel, a esa cena que no es otra cosa que la celebración en el cielo de las bodas del cordero. 
La exclusión del pueblo de Israel también fue profetizada, pero de manera velada, en las palabras de nuestro Señor Jesucristo cuando dijo: “Y he aquí, hay postreros que serán primeros, y primeros que serán postreros” (Lucas 13:30). 
Ahí mismo en Lucas 13:22 al 30, vemos al Señor haciendo referencia a una puerta (la puerta estrecha) y urgiendo a los judíos a entrar por ella. Esa puerta estrecha es Jesucristo  a quien los judíos desecharon, y al desecharlo; se privaron así mismos de la posibilidad de estar dentro de los convidados a la gran cena de las bodas del Cordero; porque Cristo es “la puerta y el camino” (Juan 10:9) y ellos no aceptaron entrar por él (por la fe en Cristo). 


El misterio del rapto
He aquí os digo un misterio. No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, en un momento, en abrir y serrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados” (1ª Corintios 15:51,52) 

Si los creyentes no logran entender que el rapto de la iglesia es un misterio que estuvo oculto, entonces se les hará una confusión. 
La confusión de la que hablamos, es de aquella que se da al asociar el rapto con “la segunda” venida de Cristo a la tierra. Asi que por eso decimos que la confusión acerca del rapto esta basada en el desconocimiento de que el arrebatamiento o rapto de la iglesia es un misterio escondido Este misterio (el rapto) fue revelado de manera clara en 1ª de Tesalonicenses 4. Y decimos que solo fue revelada de manera clara a la iglesia en 1ª de Tesalonicenses, porque ciertamente ya se habían hecho referencias al tema de modo velado y muy breve. De eso podemos ver la siguiente referencia: 
En la casa de mi padre muchas moradas hay, si asi no fuera, yo os lo hubiera dicho, voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis (Juan 14:2,3). 

Otras referencias de esto se encuentran en Juan 14:28 y Hechos 1:11.  
Podemos decir que el advenimiento de Cristo para arrebatar su iglesia de entre el mundo, es un evento misterioso, y que aún cuando la iglesia tuvo esta revelación, siguió habiendo cierto misterio al respecto del tema. Tal misterio se puede notar claramente en la expectativa de la iglesia en la repentina e inminente venida del Señor; expectativa que se mantiene vigente en nuestros días. 
El misterio del rapto es uno de los muchos misterios que encierra los designios de Dios para la iglesia. Estos misterios constituyen parte de la sabiduría divina escondida para ser revelada a la iglesia 2ª Cor. 16:25,26. Efesios 3:1-6.  
Ha de entenderse que la aparición de la iglesia de Jesucristo en la tierra, y la redención de todas las cosas en Cristo Jesús, es un misterio del plan de Dios que no fue revelado, sino hasta después de venir Cristo a la tierra por primera vez (Efesios 1:9,10), lo cual era otro misterio: El misterio de La Piedad (1ª Timoteo 3:16). 

Aspecto número 2: 
LA RESURRECCIÒN DE LOS MUERTOS EN CRISTO. 
Como todos los eventos que rodean el arrebatamiento, la resurrección de los justos es otro misterio (1ª Corintios 15:51,52). 
Podemos notar que cuando Cristo habló de la resurrección de los justos, al mismo tiempo mencionó la resurrección de los pecadores (Juan 5:28,29). Quedando el misterio sin revelar. Este misterio no fue tratado con claridad, sino hasta que el Espíritu Santo lo reveló a la iglesia de Cristo (1ª Tesalonicenses 4:13-16). 

Vemos que la doctrina drl rapto de la iglesia, fue revelada con mediana claridad a la iglesia de Corinto, descubriendo el misterio oculto en gran parte (1ª Corintios 15:22-24).  
Mas tarde, el apóstol Juan recibió una mayor revelación del misterio de la resurrección, añadiendo mayor claridad al respecto (Apocalipsis 20:4-7) Aquí en Apocalipsis 20, la Palabra del Señor hace una clara diferencia entre la resurrección de los justos, y la resurrección de los pecadores. Debemos notar que a la primera resurrección, en la que iglesia toma parte en el rapto, se le unen los muertos justos de la gran tribulación. Pero los otros muertos no resucitarán, sino hasta que se cumpla el reino de los mil años. 

A la luz de la revelación de esta doctrina en las escrituras, podemos ver que la primera resurrección involucra dos grupos: 1- La resurrección de la iglesia. 2- La resurrección de los justos de la gran tribulación. 


Aspecto número 3: 
LA TRANSFORMACIÒN DE LOS CREYENTES VIVOS. 
He aquí os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados

Hasta aquí hemos visto los dos primeros aspectos del rapto: 1 La aparición repentina de Cristo en el aire. 2 La resurrección de los muertos en Cristo. 
A continuación veremos lo relativo al tercer aspecto del rapto. 
Inmediatamente después de que los muertos en Cristo resucitan, los creyentes que estén vivos serán transformados; de un cuerpo mortal pasaran a tener un cuerpo incorruptible, glorioso e inmortal. Cuando esta gloriosa transformación se haya consumado, se cumplirá una de las profecías mas anheladas de los creyentes (1ª 15: 53-56) 
Los creyentes consagrados anhelamos que este día llegue; pues es el día más glorioso en nuestro destino. Todo creyente debe vivir expectante por este momento dichoso y bienaventurado (2ª Corintios 5:2-5). 

Aspecto número 4: 
EL ARREBATAMIENTO AL CIELO DE TODOS LOS CREYENTES TRANSFORMADOS. 
Con la repentina aparición de Cristo en el aire (la atmósfera terrestre) se desencadenarán los eventos mas sorprendentes y maravillosos en la historia de la iglesia: Miles y millones de muertos resucitando de entre los muertos; surgiendo de todas partes de la tierra: Del mar, de los sepulcros, de los lagos y de todas partes de la tierra en donde estén sus restos. Personas que murieron miles de años atrás; o de cientos de años, o recién muertos, o de los ataúdes aun sin enterrar; miles y millones de creyentes recibiendo y viendo con sus propios ojos a los suyos que habían muerto; pero ahora con un cuerpo glorioso y resplandeciente: Esposas, esposos, hijos, hijas, padres, madres, abuelos, amigos, hermanos etc. Muy posiblemente estaremos atónitos y espantados de tan resplandeciente gloria de los resucitados (Marcos 9:2-6). Y de pronto, como un soplo, los creyentes que no habían muerto, serán transformados a la misma gloria de los cuerpos de los resucitados. Y en ese inefable momento, ver hacia las nubes y ver con indescriptible gozo a su Señor: Su amado Salvador, brillando como el sol… y así, su iglesia, gloriosa y perfecta: Sin manchas ni arrugas, en un instante ser llevada a las nubes y reunirse con el amado y glorioso novio. 

Luego de que la iglesia glorificada se reúna con Cristo en el aire, inmediatamente es llevada al cielo, al lugar donde esta preparado su recibimiento. 

Las Bodas del Cordero 
El arrebatamiento es el mas maravilloso y sorprendente de los eventos sobrenaturales que la iglesia ha de vivir, y el clímax de ese evento lo constituye las bodas del cordero. Allí, donde todo ha sido preparado durante miles de años (Juan 14:2,3), todo estará radiante de brillo y esplendor, esperando a la novia del Cordero. Y dará comienzo al idilio de la iglesia, donde ella será arrullada y consolada por su amado esposo. Siete años ininterrumpidos de gozo y deleite como jamás ha sido disfrutado. Allí, el creyente entenderá a profundidad la verdad que dijo el salmista “en la presencia de Dios hay plenitud de gozo, delicias a su diestra para siempre” 


PEOPÒSITO DE LA DOCTRINA DEL ARREBATAMIENTO DE LA IGLESIA: 

1- Tener una poderosa esperanza y un firme consuelo en Cristo nuestro Señor.
No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. En la casa de mi padre muchas moradas hay; si asi no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis” (Juan 14:1-3). 

El consuelo mas poderoso de la iglesia es la esperanza de esta promesa del Señor. En el comienzo de la iglesia esta promesa fue una poderosa ancla para su fe, y se exhortaban unos a otros con este fuertísimo consuelo. Esa esperanza llegó a ser tan poderosa que se constituyó en uno de sus saludos. Es así como la iglesia se consolaba continuamente entre sus miembros, siendo sus saludos: “La gracia y la paz de nuestro Señor Jesucristo sea con tigo” (ver todas las cartas de Pablo en sus primeros tres versos) Y: “maranata (1ª Corintios 16:22). 
Así, el primer saludo, era el deseo de la bendición y cobertura del Señor para el presente; y el segundo saludo: Maranata, era el gozo en la esperanza en el bienaventurado regreso de nuestro Señor, y en el galardón y las riquezas de su gloria que él traerá para nosotros. 

La iglesia de Cristo debe volver a poner su mente fervorosamente en esta esperanza, para volver a encender el fuego del deseo por el regreso del Señor. 
La iglesia no solo debe pensar en esa esperanza, sino que además, debe predicarla y confesarla diariamente hoy mas que ayer, porque este es el sentir del Espíritu y de los verdaderos creyentes: “Y el Espíritu y la Esposa dicen ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tenga sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente” (Apocalipsis 22:17). 

Y además dice:
“El que da testimonio de estas cosas dice: Ciertamente vengo en breve. Amén; si, ven, Señor Jesús” (Apocalipsis 22:20). 2- Ser agradecidos y procurar la santidad. El creyente gentil (la iglesia) ha de saber que tomar parte en el rapto es el más grande privilegio que se le pueda conceder. Esto por cuanto los invitados originales eran mas dignos que nosotros (Romanos 10:19,20). 

Al ver al pueblo de Israel, no podemos más que reconocer esa verdad; ya que este pueblo ha sido sacrificado a través de miles de años por causa nuestra; siendo su último y más grande sacrificio la muerte de Cristo nuestro Señor. Y decimos con toda razón que el pueblo de Dios, Israel, ha sido sacrificado por nosotros; porque si vemos, todos los ritos y las cargas que se le impusieron a los israelitas, eran y son un símbolo de verdades eternas que ellos estaban obligados a representar, convertidos así, en el mas gigantesco teatro viviente que jamás se haya visto. En este gigantesco teatro, todos tienen la obligación de representar un papel en el que muchas veces, si lo hacían mal, eran matados a pedradas. Y sus propios padres tenían que representar el real papel de sus verdugos. Todo esto para que miles de años después, la iglesia; gentiles que vivían sin ley y sin Dios; depravados y corruptos, pudiéramos entender una verdad eterna (Romanos 6:23). Y otros, que aun sin equivocarse, y siendo personas santas y dignas de la más alta estima, tuvieron que pagar el más alto precio en este milenario drama. Y todo por nuestra causa. (Hebreos 11:33-40). Otro ejemplo claro del altísimo precio que el pueblo de Israel ha tenido que pagar por causa del mundo, es la sanguinaria persecución que el diablo a hecho en contra de los niños del pueblo judío, con el único afán de matar al salvador del mundo. Al respecto, uno de los profetas del pueblo de Israel que profetizó unos setecientos o más años antes de Cristo, al ver en su espíritu la cruel matanza de los niños de Israel, clamó diciendo: “Así ha dicho Jehová: Voz fue oída en Ramà, llanto y lloro amargo; Raquel que lamenta por sus hijos, y no quiso ser consolada acerca de sus hijos, porque perecieron” (Jeremías 31:15). El deseo de nuestro Señor Jesucristo es que no olvidemos que el conocimiento de la salvación proviene de los Judíos (Juan 4:22). Esta misma verdad la enseño el apóstol Pablo a la iglesia gentil de su tiempo (Romanos 9:4,5). Por todo lo dicho acerca del costo de nuestra salvación, debemos ser agradecidos y dedicarnos a cuidar nuestra salvación (Hebreos 2:1-3). Entendamos que nosotros somos los últimos convidados a la gran cena “Los pobres, los mancos, los cojos y los ciegos” (Lucas 14:21). Y como tenemos este tan grande privilegio, sirvamos a nuestro Señor con gratitud. Y teniendo esta gloriosa esperanza, busquemos vivir en santidad; esperando el dichoso día de nuestro encuentro cara a cara con nuestro glorioso Señor y Salvador Jesucristo (1ª Juan 3:3). 3- Consolar a los creyentes ante la muerte de sus seres amados. Hay una verdad que el mundo no ha querido entender: Que solo los que mueren en Cristo, son los que descansan en paz; pero aquellos que mueren sin Cristo les espera el mayor tormento de la creación. Es lamentable ver que se ha gestado un cruel engaño a través de la religión, pues les dicen en los funerales de aquellos que mueren sin Cristo: “Descansa en la paz del Señor”. Ese es la mas despreciable de las mentiras que se le puedan decir a los seres humanos; pues al que muere sin Cristo, le espera la condenación eterna. Pero gracias a Dios hay una esperanza para los seres humanos ante el dolor de la muerte. Aunque tenemos que reconocer que uno de los dolores mas amargos de la vida es enfrentar la muerte de las personas cercanas, a las que amamos entrañablemente, debemos saber que ante esa inevitable realidad de la muerte de nuestros seres amados, surge el grande y hermoso consuelo de la bienaventurada esperanza de la resurrección de “los que duermen” “Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza” (1ª Tesalonicenses 4:13). Como podemos ver a través de este texto, la doctrina de la resurrección de los muertos en Cristo, y la gloriosa venida del Señor, es una verdad importante que debe usarse para el consuelo de los creyentes ante la muerte. Para referirse a los que han muerto en el Señor, el apóstol Pablo usa las sugestivas palabras “los que duermen” Creemos que ese término de “dormido” para el que muere en Cristo, es el más adecuado para tal fin; porque la muerte de los creyentes es tan solo un sueño en plena paz; el cual tendrá el más dulce de los despertares. Al resucitar de los muertos, el creyente, despertando de su apacible sueño, abrirá sus ojos y vera el rostro hermoso de su amado Salvador, en ese despertar glorioso. No tienen la misma esperanza los que no son parte de la iglesia de Cristo; pues la resurrección de los pecadores será el mas amargo de los despertares; será como despertar de una horrible pesadilla esperando que solo haya sido un sueño, y darse cuenta, horrorizados, que es realidad; y que esa realidad es mas horrorosa que su mas amarga pesadilla. El creyente, a diferencia del incrédulo, tiene la dicha de la esperanza de una gloriosa resurrección. Esta bendita esperanza debe llevar a los creyentes a tener consuelo ante la muerte, y además, animarse los unos a los otros con esta gloriosa esperanza. Veamos: “Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza. "Porque si creemos que Cristo murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él. Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: Que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que habremos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras” (1ª Tesalonicenses 4:13- 18).

Pastor William Tercero M.

viernes, 12 de noviembre de 2010

Los buenos hábitos de la vida cristiana.

LOS BUENOS HÁBITOS CRISTIANOS: (Hábito: Modo especial de proceder o conducirse adquirido por repetición de actos iguales o semejantes)
Deducido de la definición que La Real Academia de la lengua española le da a la palabra hábito, podemos decir que los buenos hábitos cristianos, solo llegan a adquirirse por el adoctrinamiento de la devoción a Dios y la práctica continua de tal devoción.


A continuación hablaremos de Los Buenos Hábitos Cristianos más destacados, entre los cuales están:


1). La lectura, meditación y estudio de la Palabra de Dios:
Para el creyente no hay cosa mas sagrada que la palabra de Dios. Precisamente la connotación de sagrada procede del hecho de ser PALABRA DE DIOS y que ella es el medio que Dios usa darnos a conocer quién es él; para darnos a conocer sus planes, propósitos y deseos.
Dios nos exhorta a que tengamos en alta estima su palabra, nos dice a través del apóstol Pablo: "La palabra de Dios more abundantemente en vuestros corazones
Deducido del texto antes mencionado, vemos que, el fin de la lectura, estudio y meditación de la palabra de Dios es llevarla al corazón para que éste sea su morada.
Todo creyente debe desarrollar el hábito de la lectura de la palabra de Dios. Además, debe estudiarla y tomar tiempo para meditar en ella. Este hábito debe desarrollarse como individuo; pero también como responsabilidad de tutores con nuestros hijos, nietos y personas que vivan a nuestro amparo. La responsabilidad para con la palabra de Dios recae con mayor fuerza sobre los líderes de la iglesia y los ministros siervos del Señor. Así nos lo enseña la Biblia: “Porque es necesario que el obispo sea irreprensible… retenedor de la palabra fiel tal como ha sido enseñada, para que también pueda exhortar con sana enseñanza y convencer a los que contradicen


2) La oración personal, familiar y congregacional:
La oración es un deber de todo creyente, ya que la oración es el medio de comunión con Dios.
Al hablar de oración, debemos saber que la oración tiene diversos aspectos y usos:
La oración personal: Cómo se debe orar:
a) En privado. (Más tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora…)
b) Dirigida al Padre. (…ora a tu padre que está en lo secreto…)
c) En el nombre de Jesucristo. (Y todo lo que pidieras al padre en mi nombre, lo haré…)
Enfoque de la oración:
a) Reconocer la posición y dignidad de Dios y nuestra posición ante él: (Padre nuestro que estás en el cielo...)
b) Santificar el nombre de Dios: (Santificado sea tu nombre...)
c) Ocuparse de que el reino del Señor sea establecido en medio de nosotros: (Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra"
d) La provisión de nuestras necesidades materiales: (El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy).
e) La constante limpieza de nuestra alma: (Perdónanos nuestras deudas…)
f) El ser librados de tentación y pecados: (Y no nos metas en tentación...)
Además de lo ya dicho, la oración debe hacerse por:
1) Todos los hombres: 2) Los gobernantes: 3) Todos los que están en eminencia.
FORMAS DE LA ORACIÓN:
a) Peticiones: b) Rogativas: c) Súplicas: d) Clamor y gemidos en el Espíritu:
Por su parte, la oración congregacional contiene todos los aspectos mencionados en la oración personal, con la única diferencia que es pública o en asamblea.


3) El ayuno personal y congregacional:
El hábito del ayuno, que es una forma de humillación y búsqueda del favor de Dios, es una evidencia de espiritualidad, tanto de los individuos; como de la iglesia. En este folleto de doctrina no nos referiremos abundantemente a este hábito, sino que dejaremos tal asunto para futuros estudios de dicho tema.


4) El congregarse con los hermanos de fe:
“No dejando de congregarse como algunos tienen por costumbre…"
Éste buen hábito trae grandes beneficios a cada creyente y a la iglesia en general. Congregarse es una necesidad vital de todo cristiano, por que es a través de este hábito que podemos encontrar los grandes beneficios que Dios nos ha prometido, tales como: Comunión. Amor. Consuelo. Dirección. Consejo. Ayuda etc. Acerca de este hábito la escritura dice: “Mirad cuan bueno y delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía, porque ahí envía Jehová bendición y vida eterna


5) Alabar al Señor de manera personal y en asamblea con acciones de gracia, coros, cánticos y expresiones de júbilo.
La alabanza al Señor expresada en forma de cantos, es una de las costumbres mas importante de la devoción de la iglesia. Gran parte de la liturgia del culto que la iglesia celebra al Señor, está dedicada a la alabanza. De hecho es tan importante los cánticos en la iglesia que hemos sido llamados en relación a esta costumbre con nombres tales como: “Los Aleluyas” y “Panderetas”. Y no es de extrañarse ya que la costumbre de alabar con cantos y música de todo tipo de instrumentos ha sido parte de la identidad del pueblo de Dios. A través de toda la Biblia vemos esta práctica, constituyéndose en una tradición imprescindible del pueblo de Dios. Éste buen hábito de la iglesia no debe de estar limitado a las reuniones de los creyentes; sino que ha de ser parte de la vida cotidiana pública y privada de cada cristiano como individuo.
Debemos entender que la alabanza expresada en cantos es parte de la identidad del creyente como iglesia de Cristo.
La música y el canto no tienen como objeto deleitar los sentidos o el gusto del creyente, sino que más bien busca la exaltación y el agrado del Señor. Es por lo anterior, que la iglesia exhorta a sus miembros a no escuchar, promover, ni mucho menos cantar música o canciones mundanas. En cada hogar cristiano debe procurarse establecer el buen hábito de alabar al Señor, y además, escuchar música que sea cristiana.
Además, debemos saber que la alabanza es fruto de la gratitud y la adoración a Dios que como hijos le expresamos. Este tema será tratado también en “LOS FRUTOS DEL CEYENTE” y más profundamente en estudios dedicados exclusivamente a la alabanza.


6) Participar del sostenimiento de la obra del Señor con ofrendas y diezmos:
Esta costumbre es una práctica de vital importancia para la iglesia y para la obra del Señor. Esta costumbre que involucra dos aspectos: 1) ofrendas y 2) diezmos, no ha sido plenamente aceptada por todos los miembros de la iglesia, aceptando plenamente la costumbre de ofrendar; pero no así la costumbre de diezmar. Como excusa a tal actitud, quienes no practican la costumbre de diezmar, alegan que “el diezmo procede de la ley y no de la gracia, y como no estamos bajo la ley sino de la gracia, no están obligados a diezmar”. Pero más allá de cualquier discusión en torno al argumento de quienes no diezman; lo cierto es que la buena costumbre de participar del sostenimiento de la obra del Señor a través de diezmos y ofrendas, es parte de nuestra identidad de iglesia de Dios. El empleo de los recursos que la iglesia obtiene de los diezmos y las ofrendas se concentra en dos áreas específicas que son:
1- Sufragar los gastos operativos de la iglesia y sus proyectos de desarrollo. Esto se hace a través de las ofrendas.
2- El sostenimiento de los ministros del Señor (tradicionalmente los pastores) con este fin se usan los diezmos. Todo creyente debe ser enseñado en esta costumbre. Cada padre y madre tiene la obligación de enseñar a sus hijos a honrar a Dios con sus diezmos y ofrendas.


7) Practicar la evangelización en cumplimento de la gran comisión:
La práctica de la evangelización tiene su fundamento en el mandato del Señor que nos dice: “Íd por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura…"
Con tristeza tenemos que reconocer que esta costumbre ha ido perdiendo fuerza en los últimos años. Debemos encender nuestro fervor por el Señor; y volver a hacer de de la evangelización una costumbre permanente de la vida de la iglesia y de cada uno de sus miembros, entendiendo que la practica de la evangelización implica una obligatoriedad con Dios por el hecho de proceder de su mandamiento. Tradicionalmente esta costumbre se ha realizado a través del evangelismo casa por casa y por eventos públicos llamados cruzadas y campañas.
Mas recientemente la iglesia ha desarrollado nuevos métodos de evangelización tales como: Radio-evangelismo. Tele-evangelismo. Células, grupos familiares, grupos de crecimiento etc.
Cada iglesia local está obligada a proveer oportunidades para que sus miembros puedan participar de la evangelización. Y ha de exhortarlos a tal tarea. Para lograr crear una estructura permanente de crecimiento de la iglesia, la evangelización debe ser una prioridad en la iglesia.


8) Practicar la hospitalidad: En el pasado esta costumbre fue de gran importancia; no obstante, en la actualidad está en desuso, siendo muy raro ver hermanos que tengan tal costumbre. Pero aún cuando practicar la hospitalidad pudiera traer muchos problemas; sigue siendo un mandato del Señor, y como tal, es una obligación de la iglesia del Señor. En romanos el Apóstol Pablo nos dice: “Compartiendo para las necesidades de los santos; practicando la hospitalidad"
Y… “No os olvidéis de la hospitalidad, porque por ella algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles"


9) Visitar a los enfermos y encarcelados:
La iglesia del Señor debe recuperar esta buena costumbre y volverse con amor hacia aquellos que están encarcelados como si nosotros mismos estuviéramos en la misma necesidad. Esto es lo que dice la palabra del Señor acerca del tema: “Acordaos de los presos, como si vosotros estuvierais presos juntamente con ellos.” Hay, además de este pasaje bíblico, otros que exhortan al creyente a ocuparse de los presos, enfermos, hambrientos y de los necesitados de abrigo etc. Dejar de practicar estos buenos hábitos tiene serias repercusiones negativas en la eternidad. De igual modo, practicar estas buenas costumbres del cristianismo trae grandes retribuciones eternas. Asi nos lo advierte el Señor en evangelio de Mateo: (Mateo 25:31-46)


10) Practicar la piedad con el prójimo:
De cara a las necesidades espirituales de las personas, la iglesia tiene la sagrada misión de presentarle a Cristo. En cuanto a las necesidades físicas tales como: desnudes, sed, desamparo, hambre etc. y otras de carácter emocional, la iglesia está llamada a compadecerse de ellos y suplir deforma efectiva esas necesidades según las posibilidades de cada iglesia local. La iglesia que no practica la piedad con el prójimo, no honra plenamente a Dios y limita su propio crecimiento. La iglesia es la luz del mundo y esa luz en gran parte es nuestras buenas obras. De eso habla en forma abundante la palabra del Señor. Veamos las siguientes citas: “Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a los que están en casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro padre que está en los cielos
Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviéramos en ellas
Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, dadivosos, generosos, atesorando para sí buen fundamento para lo porvenir, que echen mano de la vida eterna
Palabra fiel es esta, y en estas cosas quiero que insistas con firmeza, para que los que creen en Dios procuren ocuparse en buenas obras. Estas cosas son buenas y útiles a los hombres
Y el Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno, os haga aptos en toda obra buena para que hagáis su voluntad, haciendo él en vosotros lo que es agradable delante de él por Jesucristo, al cual sea la gloria por los siglos de los siglos. Amen.
Como podemos ver, Dios tiene un propósito con la iglesia que está directamente relacionado con las necesidades del mundo. La iglesia tiene la sagrada misión de dar a conocer la salvación de Dios a todos los seres humanos. Esto ha de hacerlo de diversas maneras; a través de la predicación del evangelio y a través de las buenas obras que Dios preparó de ante mano para que la iglesia las realizara en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Si la iglesia se dedica predicar el evangelio y se olvida de llevar con el evangelio las obras de Cristo de compasión y piedad su misión será en gran parte, vana y estéril.
Al asumir su tarea social, la iglesia debe tener el cuidado de no hacer de esa tarea un simple medio de evangelización; sino que debe hacerlo por sincera compasión y genuino amor cristiano.


Si aún no eres salvo, y quieres saber como recibir a Cristo como tu salvador, puedes llamar a los teléfonos: 83936207 - 87679259.  


William Yercero M.

jueves, 11 de noviembre de 2010

Los Frutos del Creyente.

Hay razones importantes por las cuales se reconocen las cosas o las personas. El Señor Jesucristo dijo: "Por sus frutos los conoceréis” Los cristianos también nos identificamos por los frutos. Y es de esos frutos que trataremos en este tema.
Los creyentes tenemos un llamado a mejorar nuestro estilo de vida hasta llegar a ser semejantes a Cristo. Este llamado nos obliga a tres casas básicas: 1- despojarnos de la vieja manera de vivir:
"En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos”
2- Renovar nuestra mente: “… y renovaos en el espíritu de vuestra mente…
3- Vivir de acuerdo al plan de Dios: "y vestíos del nuevo hombre, y creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad
Ser creyente es algo más que llamarse cristiano; es tener una misión, una vocación; es tener un propósito. Y el propósito de Dios para el creyente es que dé frutos “En esto es glorificado mi padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos"
Dios nos compara a una rama de un árbol o a la rama (pámpano) de una vid, y toda rama debe dar frutos; pero para que una rama de frutos necesita algunas cosas esenciales tales como:
1. Estar pegada a un árbol: “Permaneced en mi, y yo en vosotros, como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, sino permanece en la vid, así tampoco vosotros, sino permaneced en mi
2- Ser cuidada: “… y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto" Todo cristiano debe dar fruto: Veamos algunos frutos del cristiano: Frutos de arrepentimiento: Juan el bautista le dijo a los fariseos y a los saduceos: "Haced, pues, frutos dignos de arrepentimientos…”
Hay un caso ejemplar en este respecto en la palabra de Dios, en el evangelio de Lucas,  y lo vemos en la conversión de Zaqueo. Este hombre (Zaqueo) cuando se encontró con Jesús mostró su arrepentimiento a través de los frutos; él era un hombre pecador y por tanto señalado por toda la gente que lo conocía; porque sus frutos eran malos. Inmediatamente que se dieron cuenta sus vecinos que Cristo había entrado a su casa, estaban pendientes y murmurando; no de Zaqueo; sino de Cristo.
Al igual que con Zaqueo; de nosotros también están pendiente la gente. Es por eso que es de suma importancia lo que hagamos desde los primeros días de nuestra conversión. Porque con nuestros actos podemos hacer que la gente hable mal de la obra del Señor. Notemos la manera ejemplar en que Zaqueo afrontó las murmuraciones de sus vecinos: "Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: “He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado.”
Sin lugar a dudas, aquel hombre estaba dando “frutos de arrepentimiento”; Cristo así lo reconoció; estas fueron sus palabras ante aquel hecho: "Hoy ha venido la salvación a esta casa
A la primera cosa que estamos obligados, en razón de nuestra nueva vida de creyentes, es a enmendar los perjuicios que hayamos cometido contra alguien. Si hemos ofendido a alguien debemos pedir perdón, si hemos robado debemos devolver aún con intereses lo robado; y si debemos algo debemos pagarlo; Sí aceptamos a Jesucristo en nuestro corazón, y nos hemos arrepentido de nuestros pecados; debemos dar frutos dignos de arrepentimiento.
Frutos de labios: palabra buena para edificar.
De los frutos viejos de nuestros labios, cuando no éramos cristianos, salían palabras corrompidas. A cerca de esos viejos frutos, el Señor nos amonesta a través de las escrituras: “Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca” Y nos dice que ahora debe salir de nuestra boca, frutos nuevos, de acuerdo a nuestra nueva posición de hijos de Dios: “… sino la (palabra) que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes.”
Palabras de alabanza:
Este es otro fruto importante que debe ser evidencia de la clase de “árbol” que somos: "Hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones; dando siempre gracias por todo al Dios y padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo
Este fruto de alabanza debe manifestarse en todo tiempo, no solo cuando las cosas van bien sino cuando van mal. Veamos un caso de este fruto en circunstancias difíciles: “… los metió en el calabozo de más adentro, y les aseguró los pies en el cepo. Pero a media noche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios; y los presos los oían
Ciertamente hay condiciones muy difíciles para poder alabar a Dios; pero el fruto fuera de temporada es siempre más delicioso; y es siempre mejor pagado. Veamos por ejemplo lo que pasó con Pablo y Silas, cuando a pesar de las tremendamente difíciles circunstancias, pudieron dar fruto de alabanza:
"Entonces sobrevino de repente un gran terremoto, de tal manera que los cimientos de la cárcel se sacudían; y al instante se abrieron todas las puertas, y las cadenas de todos se soltaron
Ciertamente hay circunstancias muy difíciles en las que alabar a Dios parece imposible; pero debemos saber que el fruto fuera de temporada es siempre más delicioso, y es siempre mejor pagado. La palabra de Dios dice: "Deléitate así mismo en Jehová y él concederá las peticiones de tu corazón
Puede que otros no entiendan porqué alabar a Dios en momentos de angustia; pero nosotros los creyentes sabemos que a Dios le agrada que le alabemos en todo tiempo, y él paga muy bien nuestro fruto de alabanza “fuera de temporada” y en todo tiempo.
3- Palabras que confiesen su nombre.
Este es un fruto muy precioso para Dios. Testificar de Cristo puede ser, en algunos casos, una tarea bien difícil, pero la palabra de Dios nos exhorta a dar este fruto. En el libro de hebreos nos dice:
"salgamos, pues, a él a Cristo fuera del campamento, llevando su vituperio"
Y además dice: "Así que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesen su nombre
Podemos decir con toda certeza que testificar de Cristo es un fruto de todo cristiano.
4) Frutos de obediencia.
Esta es una de las características (fruto) más importante de un creyente. Básicamente ser creyente significa ser obediente a la palabra del Señor. Se puede decir que donde hay un creyente; allí hay alguien que hace la voluntad de Dios. Para hablar de este fruto vamos a ver la figura de la oveja. Como sabemos, a nosotros los creyentes, la palabra de Dios nos llama ovejas; así por ejemplo, en el evangelio de Juan dice: "Mis ovejas oyen mi voz y me siguen"
Nuestra misión como hijos de Dios es agradarle en todo. Y podemos estar seguros, de que la mejor forma de complacer a Dios, es obedeciendo su palabra. Esto es bien claro a través de toda la escritura. A Abraham se le llama el padre de la fe, pero si revisamos la vida de este hombre ejemplar, veremos que cuando la Biblia se refiere a la fe de Abraham, se refiere a su obediencia. Vea lo dicho en hebreos: "Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció
Otro caso ejemplar: Cristo Jesús nuestro Señor agradó al Padre, y él mismo  dice el motivo de porqué le amaba Dios. Al hablar del tema, él dice: “Por eso me ama el padre..."
Esas palabras las dijo Cristo en relación al acto supremo de obediencia que él como hijo de Dios realizo: morir en la cruz por nosotros  “… porque yo pongo mi vida
Pero no solo debemos ser obedientes a Dios; sino que por consecuencia de nuestra obediencia al Señor; debemos obedecer a nuestros padres, nuestros patronos, a las autoridades, a nuestros pastores etc. Esto ha de ser así porque Dios es el que dice: "Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo
Y: "Siervos, obedeced en el Señor a vuestros amos terrenales con temor y temblor… como a Cristo” 
"Sométase toda persona a las autoridadessuperiores;  porque… por Dios han sido establecidas
Y: "Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no quejándose, porque esto no os es provechoso
Entre todas las cosas, lo que más le gusta a Dios es el fruto de nuestra obediencia. Eso se lo recordó el profeta Samuel al rey Saúl cuando éste desobedeció una orden del Señor, pero trajo muchas vacas y ovejas para ofrecer sacrificios a Dios. Veamos: "se complace Jehová tanto en los holocaustos y victimas, como en que se obedezca a las palabras de Jehová? ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros"
Puede que algunas veces estemos queriendo agradar a Dios haciendo muchas cosas, y puede que estemos esperando que Dios nos bendiga; pero por otra parte estamos desobedeciendo al Señor en muchas cosas que él nos ha pedido hacer. Recordemos que la desobediencia abre las puertas a la maldición. Por tanto, serremos las puertas ala maldición y a la ruina; saquemos toda desobediencia de nuestro corazón. Tengamos cuidado con desobedecer al Señor. Veamos la fuerte declaración del profeta Samuel en relación ala desobediencia: "Porque como pecado de adivinación es la rebelión, y como ídolos e idolatría es la obstinación. Por cuanto tú desechaste la palabra de Jehová, él también te ha desechado para que no seas rey"
Por otro lado, la obediencia abre las puertas a la bendición. Abramos las puertas a la bendición; teniendo una actitud de humildad y obediencia en nuestro corazón. Hay mucho por hacer acerca de la obediencia, en nuestro hogar, en nuestro trabajo. Hay mucho por hacer con maestros profesores y directores. Hay mucho por hacer en cuanto a la obediencia, para con nuestro conyugue, para con nuestros padres, para con las autoridades civiles y políticas etc.
Hay muchas bendiciones esperando por nosotros; las ventanas de los cielos que están cerradas, esperan por nuestra obediencia que es la llave maestra que abre todas las puertas de la bendición. Dios mismo está esperando por nuestra obediencia para ser honrado por nosotros; esperando los frutos de obediencia con que él sea glorificado por cada hijo(a) suyo(a) porque: "en esto es glorificado mi padre; en que llevéis mucho fruto"
El cuerpo de Cristo, que es la iglesia, está esperando que cada miembro se conecte con la cabeza, que es Cristo<; para poder operar con eficiencia en todo aquello que Dios ha dispuesto. Hasta aquí la iglesia del Señor no ha alcanzado todo su poder para impactar, conmover y transformar nuestro mundo, por la razón que muchos de sus miembros no se han conectado al cuerpo; porque viven en desobediencia ala palabra del Señor. La cabeza está dando órdenes a miembros atrofiados por falta de obediencia.
Pero quizás usted se pregunte: ¿cómo me conecto al cuerpo? ¡¡ Sencillamente obedeciendo ¡¡
La obediencia al Señor es la sabia que hace correr el poder de Dios en cada miembro del cuerpo de Cristo. La falta de obediencia está limitando tu potencial, está limitando tus bendiciones, está limitando las bendiciones de tu familia y de tu iglesia. Y lo que es peor; está limitando el gran amor de Dios, su gran misericordia y poder para bendecir el mundo. Recuerda que tu obediencia es parte vital del plan de Dios para establecer su reino y alcanzar el mundo. Cristianos ya no seamos más árboles sin fruto, sino que abundemos en frutos, y sobre todo; abundemos en frutos de obediencia que es el fruto mas deseado por Dios. Esta es una poderosa verdad, cada miembro de la iglesia alcanzará su máximo potencial a través de la obediencia. Deleitemos a Dios con nuestros frutos, y sobre todo; deleitémoslo con el rico fruto de nuestra obediencia.
Y recordemos que: ¡¡EN LA OBEDIENCIA ESTÁ LA BENDICIÓN¡¡

Si aún no eres salvo, y quieres saber como recibir a Cristo como tu salvador, puedes llamar a los teléfonos: 83936207 - 87679259. 

William Tercero M.

jueves, 4 de noviembre de 2010

Salvación por fe en el Sacrificio de Cristo.

La doctrina de la salvación es una de las más grandes y hermosas verdades de la gracia de Dios sobre los hombres.
A continuación destacaremos los aspectos más sobresalientes de esta fundamental verdad del cristianismo.
La Salvación Es Universal::
La salvación es para todos los hombres; es por tanto universal.
No está dirigida particularmente a un individuo, a una raza, o un pueblo.
No puede ser atribuida como exclusiva propiedad de ningún individuo, secta o religión; ya que no es propiedad de nadie, sino que procede de Dios.
La palabra de Dios revela con claridad esta verdad, al declarar que “Cristo es el autor de nuestra salvación –Hebreos3:10.                                                                                                                                                         
Creemos que todos los seres humanos necesitan salvación:
 Por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios.”  (Romanos 3:23).
La necesidad de salvación se deriva precisamente de este hecho: El que todos hemos pecado. Y, siendo la paga del pecado la muerte; todos estamos condenados a muerte y necesitados de un salvador.
El ser humano está imposibilitado de salvarse a si mismo.
No hay sacrificio, obra o penitencia que le pueda salvar, ya que la salvación no se gana por obras.
“Porque por gracia sois salvos por medio de la fe, y esto no de vosotros pues don de Dios; no por obras para que nadie se gloríe”. (Efesios 2:8,9). No obstante que la salvación no se gana por obras; las obras del creyente deben ser consecuentes con su fe, ya que la fe sin obras está muerta.
Tampoco podemos recurrir a otros medios externos para alcanzar salvación porque, en ningún otro hay salvación, porque no hay otro nombre,  dado a los hombres en el cual podamos ser salvosHechos 4:12..
El Sacrificio de Cristo es El Acto mas Dramático del Amor de Dios.


La figura del corderoEn Éxodo 12:5-13 vemos que: Debía de ser macho. (Éxodo12:5). Sin defecto. (Éxodo 12:5). Debía de sacrificarse en la pascua (Éxodo 12:11). Su sangre sería por señal para salvación.  (Éxodo 12:7).


CRISTO EL CORDERO DE DIOS
El profeta Isaías nos presenta, de forma conmovedora y dramática esta verdad, cuando nos dice: “Angustiado el, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca.”
Cristo es el Cordero de Dios (Juan 1:29).
Él cumplió con todos los requisitos del cordero:
Fue varón.                          (Lucas2:7).
Sin defecto.                           (Juan     18:38).
Sacrificado en la pascua.       (Juan 19:13-16).
Su sangre nos salva.Sin derramamiento de sangre no hay perdón de pecados.
Fue necesario que Cristo, el Cordero de Dios, derramara su sangre por nosotros para darnos salvación.
Juan el bautista, al ver a Cristo lo identificó, al señalar: “Este es el cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.”
La gracia de la salvaciónCreemos que la salvación se obtiene solamente por la fe en el sacrificio de Cristo en la cruz del calvario.  Efesios 2:8; Juan 3:16.
La salvación es un don inmerecido: Nada en nosotros es digno de tan altísimo precio que fue pagado. Solo su amor pudo hacer posible tan grande salvación –vea Efesios 1:3-5.
Tan grande e inmerecido don, debería llevarnos a: (1Pedro 1:8,9).
Nadie que haya entendido la revelación del gran amor de Dios en Cristo Jesús, podrá negarse a amarlo con todas sus fuerzas.
2- Darle nuestra gratitud eternamente. (Efesios 1:3-5).
3- Adorarle en espíritu y en verdad. (Juan 4:23-24).

4- Cuidar una salvación tan grande. (Hebreos 2:3).

En la carta a los hebreos, el escritor bíblico nos dice:  “Cómo escaparemos si descuidamos una salvación tan grande.” (Hebreos 2:3).
El mayor desprecio que podemos hacerle a Dios, es menospreciar la salvación tan grande que nos ha regalado. Por tanto, la mayor culpa del hombre, no son sus muchos pecados, sino, el desprecio de la salvación.
El Señor Jesucristo nos dice: Esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron mas las tinieblas que la luz. (Juan 3:19).
Es necesario que valoremos la salvación como el mayor regalo que Dios nos ha dado: Su hijo, unigénito y amado. Él ha pagado con su muerte el precio de nuestra culpa.
El profeta Isaías se refiere a este hecho de forma conmovedora al declarar: “Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre de él, y por su llaga fuimos nosotros curados.” (Isaías 53:5).
El drama mas conmovedor de todo el universo es la muerte del unigénito hijo de Dios; drama de cruel dolor: El hijo de Dios desgarrado por el látigo, lacerada su cabeza por agudas espinas, traspasado su costado por la lanza del cruel verdugo, sus pies y sus manos horadados por ásperos clavos que sujetaban su agonizante cuerpo al madero. Tal drama de inmenso amor y profunda compasión dejó atónitos a ángeles, arcángeles y serafines; todas las criaturas del cielo dan honra, gloria y adoración, al ver este insólito hecho.
Al contemplar el sacrificio del cordero de Dios que quita el pecado del mundo, a gran voz claman:“El cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza.” (Apocalipsis 5:12).
Para el cielo es cosa maravillosa que Dios no socorriera a los ángeles cuando pecaron, sino que socorrió al hombre que es menor que los ángeles (Hebreos 2:16. 2ª Pedro 2:4).
Porque ciertamente los àngeles que pecaron contra Dios revelándose, están encarcelados en prisiones de oscuridad, esperando el día del castigo. La misma suerte les tocó a Satanás y sus demonios. Para ellos no hay oportunidad de salvación, sino que están condenados al fuego del infierno para siempre jamás.
Sin embargo, al hombre que peco igualmente que los àngeles y que Satanás, Dios no solo le ha perdonado; sino que para poder perdonarlo, ha tenido que pagar él mismo con la vida de su hijo unigénito el precio del rescate.
Ciertamente la salvación es un hecho insólito y maravilloso del mas profundo amor.
Por eso, todo el cielo testificará contra aquel que rechace o menosprecie la salvación; pero por aquellos que acepten, valoren y cuiden la salvación; todo el cielo celebrará y hará fiesta; (Lucas 15:7). Porque cada salvo es el fruto del gran amor de Dios.
Cada creyente, y la iglesia en general, deben valorar el hecho de la salvación como el regalo más grande y de más valor que Dios nos ha dado.
Y causa del don inmerecido de la salvación, y del gran amor de Dios, adorarle, servirle y reverenciarle a través de la fe en Cristo Jesús, todos los días de nuestra vida.
¡¡Para siempre sea alabado nuestro salvador por su inefable gracia e infinita misericordia¡¡
Del profundo amor de Dios,  Cristo nos dice:
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.” (Juan 3:16.).
Este amor va mucho mas aya del hecho de salvarnos, hecho que de por sí ya es insólito y maravilloso, sino que es un acto extremo de solidaridad y compasión.
Es tan grande este acto de compasión de Dios por los seres humanos, que causó asombro en los cielos.
A cerca de este acto de compasión de Cristo, el libro sagrado nos dice: El cual siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a si mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres…” (Filipenses 2:6,7.).
Tener la revelación de de tan inmenso amor y compasión de Dios para con nosotros, nos llevará inevitablemente a  volvernos a Dios de todo nuestro corazón, aceptando gozosos la irrefutable verdad:
Que Cristo es el único que puede salvar al hombre.
Hay quienes rehúsan aceptar la fe de Jesucristo, creyendo que el hombre puede volver a un estado de perfección por si mismos; pero tal cosa es imposible.
Cristo  es a quien Dios designó para redimirnos del pecado. Juan 1:29; Hechos 4:12.
No podemos satisfacer la demanda de Dios acerca del pecado, sino solamente a través del sacrificio de Cristo.
Ninguna otra ofrenda o sacrificio es agradable o aceptable para Dios, vea Hebreos 9:4-7.

El Derramamiento de Sangre Para Perdón de Pecados:
El texto anterior mencionado, nos lleva al tema de la sangre.
En las sagradas escrituras, está claramente expresado, que para el perdón de pecados es necesario e imprescindible el derramamiento de sangre.
En el antiguo testamento vemos por ejemplo la figura del cordero:
Para poder dejar libre de culpa por el pecado a los seres humanos antes de Cristo, se le ordenó al pueblo de Israel que tenían que presentar un cordero sin mancha y perfecto como sustituto del pecador.
Ese cordero era una figura simbólica de una verdad mayor: La del Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.

 (Tomado de "Doctrinas de la Iglesia" por: William Tercero M.)

Si aún no eres salvo, y quieres saber como recibir a Cristo como tu salvador, puedes llamar a los teléfonos: 83936207 - 87679259.