viernes, 12 de noviembre de 2010

Los buenos hábitos de la vida cristiana.

LOS BUENOS HÁBITOS CRISTIANOS: (Hábito: Modo especial de proceder o conducirse adquirido por repetición de actos iguales o semejantes)
Deducido de la definición que La Real Academia de la lengua española le da a la palabra hábito, podemos decir que los buenos hábitos cristianos, solo llegan a adquirirse por el adoctrinamiento de la devoción a Dios y la práctica continua de tal devoción.


A continuación hablaremos de Los Buenos Hábitos Cristianos más destacados, entre los cuales están:


1). La lectura, meditación y estudio de la Palabra de Dios:
Para el creyente no hay cosa mas sagrada que la palabra de Dios. Precisamente la connotación de sagrada procede del hecho de ser PALABRA DE DIOS y que ella es el medio que Dios usa darnos a conocer quién es él; para darnos a conocer sus planes, propósitos y deseos.
Dios nos exhorta a que tengamos en alta estima su palabra, nos dice a través del apóstol Pablo: "La palabra de Dios more abundantemente en vuestros corazones
Deducido del texto antes mencionado, vemos que, el fin de la lectura, estudio y meditación de la palabra de Dios es llevarla al corazón para que éste sea su morada.
Todo creyente debe desarrollar el hábito de la lectura de la palabra de Dios. Además, debe estudiarla y tomar tiempo para meditar en ella. Este hábito debe desarrollarse como individuo; pero también como responsabilidad de tutores con nuestros hijos, nietos y personas que vivan a nuestro amparo. La responsabilidad para con la palabra de Dios recae con mayor fuerza sobre los líderes de la iglesia y los ministros siervos del Señor. Así nos lo enseña la Biblia: “Porque es necesario que el obispo sea irreprensible… retenedor de la palabra fiel tal como ha sido enseñada, para que también pueda exhortar con sana enseñanza y convencer a los que contradicen


2) La oración personal, familiar y congregacional:
La oración es un deber de todo creyente, ya que la oración es el medio de comunión con Dios.
Al hablar de oración, debemos saber que la oración tiene diversos aspectos y usos:
La oración personal: Cómo se debe orar:
a) En privado. (Más tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora…)
b) Dirigida al Padre. (…ora a tu padre que está en lo secreto…)
c) En el nombre de Jesucristo. (Y todo lo que pidieras al padre en mi nombre, lo haré…)
Enfoque de la oración:
a) Reconocer la posición y dignidad de Dios y nuestra posición ante él: (Padre nuestro que estás en el cielo...)
b) Santificar el nombre de Dios: (Santificado sea tu nombre...)
c) Ocuparse de que el reino del Señor sea establecido en medio de nosotros: (Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra"
d) La provisión de nuestras necesidades materiales: (El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy).
e) La constante limpieza de nuestra alma: (Perdónanos nuestras deudas…)
f) El ser librados de tentación y pecados: (Y no nos metas en tentación...)
Además de lo ya dicho, la oración debe hacerse por:
1) Todos los hombres: 2) Los gobernantes: 3) Todos los que están en eminencia.
FORMAS DE LA ORACIÓN:
a) Peticiones: b) Rogativas: c) Súplicas: d) Clamor y gemidos en el Espíritu:
Por su parte, la oración congregacional contiene todos los aspectos mencionados en la oración personal, con la única diferencia que es pública o en asamblea.


3) El ayuno personal y congregacional:
El hábito del ayuno, que es una forma de humillación y búsqueda del favor de Dios, es una evidencia de espiritualidad, tanto de los individuos; como de la iglesia. En este folleto de doctrina no nos referiremos abundantemente a este hábito, sino que dejaremos tal asunto para futuros estudios de dicho tema.


4) El congregarse con los hermanos de fe:
“No dejando de congregarse como algunos tienen por costumbre…"
Éste buen hábito trae grandes beneficios a cada creyente y a la iglesia en general. Congregarse es una necesidad vital de todo cristiano, por que es a través de este hábito que podemos encontrar los grandes beneficios que Dios nos ha prometido, tales como: Comunión. Amor. Consuelo. Dirección. Consejo. Ayuda etc. Acerca de este hábito la escritura dice: “Mirad cuan bueno y delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía, porque ahí envía Jehová bendición y vida eterna


5) Alabar al Señor de manera personal y en asamblea con acciones de gracia, coros, cánticos y expresiones de júbilo.
La alabanza al Señor expresada en forma de cantos, es una de las costumbres mas importante de la devoción de la iglesia. Gran parte de la liturgia del culto que la iglesia celebra al Señor, está dedicada a la alabanza. De hecho es tan importante los cánticos en la iglesia que hemos sido llamados en relación a esta costumbre con nombres tales como: “Los Aleluyas” y “Panderetas”. Y no es de extrañarse ya que la costumbre de alabar con cantos y música de todo tipo de instrumentos ha sido parte de la identidad del pueblo de Dios. A través de toda la Biblia vemos esta práctica, constituyéndose en una tradición imprescindible del pueblo de Dios. Éste buen hábito de la iglesia no debe de estar limitado a las reuniones de los creyentes; sino que ha de ser parte de la vida cotidiana pública y privada de cada cristiano como individuo.
Debemos entender que la alabanza expresada en cantos es parte de la identidad del creyente como iglesia de Cristo.
La música y el canto no tienen como objeto deleitar los sentidos o el gusto del creyente, sino que más bien busca la exaltación y el agrado del Señor. Es por lo anterior, que la iglesia exhorta a sus miembros a no escuchar, promover, ni mucho menos cantar música o canciones mundanas. En cada hogar cristiano debe procurarse establecer el buen hábito de alabar al Señor, y además, escuchar música que sea cristiana.
Además, debemos saber que la alabanza es fruto de la gratitud y la adoración a Dios que como hijos le expresamos. Este tema será tratado también en “LOS FRUTOS DEL CEYENTE” y más profundamente en estudios dedicados exclusivamente a la alabanza.


6) Participar del sostenimiento de la obra del Señor con ofrendas y diezmos:
Esta costumbre es una práctica de vital importancia para la iglesia y para la obra del Señor. Esta costumbre que involucra dos aspectos: 1) ofrendas y 2) diezmos, no ha sido plenamente aceptada por todos los miembros de la iglesia, aceptando plenamente la costumbre de ofrendar; pero no así la costumbre de diezmar. Como excusa a tal actitud, quienes no practican la costumbre de diezmar, alegan que “el diezmo procede de la ley y no de la gracia, y como no estamos bajo la ley sino de la gracia, no están obligados a diezmar”. Pero más allá de cualquier discusión en torno al argumento de quienes no diezman; lo cierto es que la buena costumbre de participar del sostenimiento de la obra del Señor a través de diezmos y ofrendas, es parte de nuestra identidad de iglesia de Dios. El empleo de los recursos que la iglesia obtiene de los diezmos y las ofrendas se concentra en dos áreas específicas que son:
1- Sufragar los gastos operativos de la iglesia y sus proyectos de desarrollo. Esto se hace a través de las ofrendas.
2- El sostenimiento de los ministros del Señor (tradicionalmente los pastores) con este fin se usan los diezmos. Todo creyente debe ser enseñado en esta costumbre. Cada padre y madre tiene la obligación de enseñar a sus hijos a honrar a Dios con sus diezmos y ofrendas.


7) Practicar la evangelización en cumplimento de la gran comisión:
La práctica de la evangelización tiene su fundamento en el mandato del Señor que nos dice: “Íd por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura…"
Con tristeza tenemos que reconocer que esta costumbre ha ido perdiendo fuerza en los últimos años. Debemos encender nuestro fervor por el Señor; y volver a hacer de de la evangelización una costumbre permanente de la vida de la iglesia y de cada uno de sus miembros, entendiendo que la practica de la evangelización implica una obligatoriedad con Dios por el hecho de proceder de su mandamiento. Tradicionalmente esta costumbre se ha realizado a través del evangelismo casa por casa y por eventos públicos llamados cruzadas y campañas.
Mas recientemente la iglesia ha desarrollado nuevos métodos de evangelización tales como: Radio-evangelismo. Tele-evangelismo. Células, grupos familiares, grupos de crecimiento etc.
Cada iglesia local está obligada a proveer oportunidades para que sus miembros puedan participar de la evangelización. Y ha de exhortarlos a tal tarea. Para lograr crear una estructura permanente de crecimiento de la iglesia, la evangelización debe ser una prioridad en la iglesia.


8) Practicar la hospitalidad: En el pasado esta costumbre fue de gran importancia; no obstante, en la actualidad está en desuso, siendo muy raro ver hermanos que tengan tal costumbre. Pero aún cuando practicar la hospitalidad pudiera traer muchos problemas; sigue siendo un mandato del Señor, y como tal, es una obligación de la iglesia del Señor. En romanos el Apóstol Pablo nos dice: “Compartiendo para las necesidades de los santos; practicando la hospitalidad"
Y… “No os olvidéis de la hospitalidad, porque por ella algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles"


9) Visitar a los enfermos y encarcelados:
La iglesia del Señor debe recuperar esta buena costumbre y volverse con amor hacia aquellos que están encarcelados como si nosotros mismos estuviéramos en la misma necesidad. Esto es lo que dice la palabra del Señor acerca del tema: “Acordaos de los presos, como si vosotros estuvierais presos juntamente con ellos.” Hay, además de este pasaje bíblico, otros que exhortan al creyente a ocuparse de los presos, enfermos, hambrientos y de los necesitados de abrigo etc. Dejar de practicar estos buenos hábitos tiene serias repercusiones negativas en la eternidad. De igual modo, practicar estas buenas costumbres del cristianismo trae grandes retribuciones eternas. Asi nos lo advierte el Señor en evangelio de Mateo: (Mateo 25:31-46)


10) Practicar la piedad con el prójimo:
De cara a las necesidades espirituales de las personas, la iglesia tiene la sagrada misión de presentarle a Cristo. En cuanto a las necesidades físicas tales como: desnudes, sed, desamparo, hambre etc. y otras de carácter emocional, la iglesia está llamada a compadecerse de ellos y suplir deforma efectiva esas necesidades según las posibilidades de cada iglesia local. La iglesia que no practica la piedad con el prójimo, no honra plenamente a Dios y limita su propio crecimiento. La iglesia es la luz del mundo y esa luz en gran parte es nuestras buenas obras. De eso habla en forma abundante la palabra del Señor. Veamos las siguientes citas: “Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a los que están en casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro padre que está en los cielos
Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviéramos en ellas
Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, dadivosos, generosos, atesorando para sí buen fundamento para lo porvenir, que echen mano de la vida eterna
Palabra fiel es esta, y en estas cosas quiero que insistas con firmeza, para que los que creen en Dios procuren ocuparse en buenas obras. Estas cosas son buenas y útiles a los hombres
Y el Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno, os haga aptos en toda obra buena para que hagáis su voluntad, haciendo él en vosotros lo que es agradable delante de él por Jesucristo, al cual sea la gloria por los siglos de los siglos. Amen.
Como podemos ver, Dios tiene un propósito con la iglesia que está directamente relacionado con las necesidades del mundo. La iglesia tiene la sagrada misión de dar a conocer la salvación de Dios a todos los seres humanos. Esto ha de hacerlo de diversas maneras; a través de la predicación del evangelio y a través de las buenas obras que Dios preparó de ante mano para que la iglesia las realizara en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Si la iglesia se dedica predicar el evangelio y se olvida de llevar con el evangelio las obras de Cristo de compasión y piedad su misión será en gran parte, vana y estéril.
Al asumir su tarea social, la iglesia debe tener el cuidado de no hacer de esa tarea un simple medio de evangelización; sino que debe hacerlo por sincera compasión y genuino amor cristiano.


Si aún no eres salvo, y quieres saber como recibir a Cristo como tu salvador, puedes llamar a los teléfonos: 83936207 - 87679259.  


William Yercero M.

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