lunes, 29 de noviembre de 2010

Tres virtudes poderoses para alcanzar el éxito

FUERZA, CONSTANCIA Y AMOR
Fuerza, Constancia y Amor son virtudes imprescindibles en la vida y el servicio cristiano. Por ello, he querido compartir un extracto del sermón del domingo con los lectores de de este espacio.
Los creyentes muchas veces se ven tentados a abandonar sus sueños o a consderar que su trabajo en la obra del Señor es en vano, pero el apóstol Pablo nos recuerda que debemos estar firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor. Y nos recuerda que debemos saber que nuestra obra no es en vanoAsí lo dice 1 Corintios 15:58: “Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano”. Este texto nos habla de dos virtudes importantes: Firmeza y Constancia en el crecimiento cristiano. Pero debe entenderse que lo que le da fuerza y constancia a todo sueño o proyecto es el amor. Por ello es que trataré brevemente estas tres virtudes.

Primero veamos el significado de fuerza, constancia y amor:
Fuerza. (Del lat. fortĭa). Vigor, robustez y capacidad para mover algo o a alguien que tenga peso o haga resistencia; Capacidad de una persona para superar obstáculos o dificultades o para cumplir con sus obligaciones
Constancia1. (Del lat. constantĭa). Firmeza y perseverancia del ánimo en las resoluciones y en los propósitos..
Amor. Afecto profundo e intenso, inclinación y entrega a alguien o algo
.
La primera virtud que trataremos es fuerza, es decir, esa Capacidad de una persona para superar obstáculos o dificultades o para cumplir con sus obligaciones

NECESITAMOS FUERZAS PARA:

a) AMAR A DIOS:
Deuteronomio 6:5: Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus FUERZAS. La fuerza del corazón es un recurso valioso que hay que saberlo emplear. La fuerza de nuestra voluntad debe ser administrada según sea la importancia de aquello que demanda de su uso, si no se hace esto, puede que desperdiciemos su acción en cosas no esenciales o de poca importancia.  En la palabra de Dios se insta al hombre a emplear la fuerza de su corazón de manera prioritaria en amar a Dios, por ello, todo aquel que esté empleando su fuerza como algo prioritario que no sea Dios, tal persona está desenfocada de su principal propósito al emplear la fuerza de su voluntad. Sin duda, lo que demanda mayor fuerza es la acción de amar, pues amar conlleva sacrificio, responsabilidad, entrega, lealtad etc. Cuando se trata de pasión en la misión de amar, Dios es nuestro ejemplo máximo expresado  a través de Cristo Jesús quien amó hacer la voluntad de Dios el Padre, y quien nos amó a nosotros por encima de su vida misma, pues sacrificó su propia vida por amor de la humanidad. Pero esa obra de entrañable amor demandó la cuota mas alta que se puede pagar: entregar la vida. Para cumplir con esa misión de amor, Cristo necesitó emplear toda la fuerza de su voluntad. Debemos entender que amar demanda el mayor esfuerzo del corazón. Así que si no imprimes la virtud de la fuerza de tu corazón a aquello que debes amar, tu amor será superficial y fácil de ser barrido de tí por las duras pruebas de la vida. Reitero pues, que se necesita todas las fuerzas de nuestro corazón para amar a Dios como algo prioritario de nuestra vida. Pero también necesitamos la virtud de la fuerza del corazón para amar nuestros sueños y proyectos, nuestro matrimonio, nuestra familia, nuestra iglesia. La vida muchas veces es como un campo de batalla donde cotidianamente estamos en guerra contra todo tipo de adversidades que combaten contra aquello que debemos amar: Dios, la familia, la iglesia, nuestros sueños etc. Por ello, también necesitamos fuerza para:

b) LA GUERRA:
2 Samuel 22:40 Pues me ceñiste de fuerzas para la pelea; Has humillado a mis enemigos debajo de mí, 
c) ALABAR A DIOS:
1 Crónicas 13:18: Y David y todo Israel se regocijaban delante de Dios con todas sus FUERZAS, con cánticos, arpas, salterios, tamboriles, címbalos y trompetas.
d) OFRENDAR.
Esdras 2:69: Según sus FUERZAS dieron al tesorero de la obra sesenta y un mil dracmas de oro, cinco mil libras de plata, y cien túnicas sacerdotales.
1 Crónicas 29:2: Yo con todas mis FUERZAS he preparado para la casa de mi Dios, oro para las cosas de oro, plata para las cosas de plata, bronce para las de bronce, hierro para las de hierro, y madera para las de madera; y piedras de ónice, piedras preciosas, piedras negras, piedras de diversos colores, y toda clase de piedras preciosas, y piedras de mármol en abundancia.
2 Corintios 8:3: Pues doy testimonio de que con agrado han dado conforme a sus FUERZAS, y aun más allá de sus FUERZAS,


Pero, ¿Qué hace que hace que nuestras fuerzas se mantengan y sean aumentadas?
LA ESPERANZA EN DIOS:
La esperanza es una de las tres virtudes más poderosas que existen (1 Co.13:13) y es capaz de cambiar el rumbo de la existencia y la forma de percibir la realidad. Es esta esperanza, este estado mental el que nos puede permitir tener gozo, ser felices en la adversidad.
Isaías 40:31: pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas FUERZAS; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.

El sufrimiento, o la prueba, hace que el tiempo se dilate; Si pensamos en esta esperanza, el tiempo se contrae. Esta actitud la tuvo también Jesús y nosotros debemos tomar ejemplo de Él (Heb.12:2).
Pero para que todo esfuerzo rinda sus mejores frutos ha de ser sostenido, es decir, constante. Y es aquí donde entra la virtud de la constancia. Veamos:


Necesitamos constancia para que todo esfuerzo rinda frutos.
La mayoría de los hombres no carecen de fuerza, sino de constancia. Y conviene recordar que:

a) La constancia es un puente entre el deseo y la realización.
Después de soñar con una meta necesitamos transitar el camino hacia esa meta con constancia. Es decir, que necesitaremos permanecer persiguiendo ese sueño hasta alcanzarlo. Pero si perdemos la constancia se derrumbará el camino hacia nuestro éxito.
Hay sueños y metas duros y difíciles de alcanzar, y a veces se ven como huesos duros de roer. Pero no importa que el hueso este duro si el perro puede decir: "Si tú estás duro, yo tengo tiempo"

b) La gota blanda orada la piedra, no por su fuerza, sino por su constancia.
Ciertamente todos los seres humanos hemos sido dotados de fuerza; Y ciertamente la fuerza es importante para derribar obstáculos. Pero solo la constancia vencerá la adversidad o cualquier dura resistencia. Y el mejor ejemplo de ello es una blanda gota de agua que con constancia hace hueco en la más dura roca.

c) Con constancia y tenacidad se obtiene lo que se desea; la palabra imposible no tiene significado. Napoleón Bonaparte expreso la frase anterior después de derrotar la resistencia de grandes y poderosos ejércitos. El creyente debe ser tenaz y constante en sus propósitos, teniendo la firme convicción de que lo que persigue es plenamente posible de lograr. La palabra de Dios dice: “Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es POSIBLE”. (Marcos 9:23).

d) La perseverancia es invencible. Es por ello que el tiempo, en su acción, destruye y derriba toda potencia.
La Constancia es la virtud por la que todas las otras dan su fruto. (trabajo, sueños, visión oración etc.).

Cuando las circunstancia sean tan adversas que sintamos desmayar, y con ello perder la constancia de seguir esforzándonos por nuestros sueños y metas, recordemos que: Un efecto negativo solo puede ser contrarrestado por un afecto positivo más poderosoLa esperanza es un afecto muy poderoso, capaz de neutralizar todos los problemas de nuestra existencia, si sabemos empapar nuestra mente de ella.

La esperanza es un arma dada por Dios a los creyentes. Debemos aprender a usarla con soltura y eficacia. Si llenamos nuestra mente de esta esperanza que nos comunica Dios a través de Su Palabra y de Su Espíritu Santo (Ro.8:16-17), prácticamente seremos inmunes al desaliento, y así, mantendremos la constancia de nuestro esfuerzo hacia la conquista de nuestros sueños, metas y propósitos.

Aquéllos que empiezan y terminan todas las cosas son considerados grandes, los mediocres dejan las cosas sin terminar porqué se les acabó la ilusión o la fuerza para concluirlas; es por eso que debemos enseñar con nuestro ejemplo que las cosas que iniciamos siempre las terminamos.

EL AMOR.
Afecto profundo e intenso, inclinación y entrega a alguien o algo

a) EL AMOR es la energía o combustible que le da la fuerza constante a todo lo que se persigue.
Cantares 8:6: Ponme como un sello sobre tu corazón, como una marca sobre tu brazo;
Porque fuerte es como la muerte el AMOR
;

b) EL VERDADERO AMOR ES UN FUEGO INEXTINGUIBLE:
Cantares 8:7: Las muchas aguas no podrán apagar el AMOR,
Ni lo ahogarán los ríos.

El núcleo del amor es la fuerza, el valor que mostramos para luchar por lo que queremos, la fortaleza para defender lo que más apreciamos, enfrentar desafíos, superar barreras, derribar obstáculos.

EL AMOR NOS MANTIENE UNIDOS A PESAR DE TODO Y CONTRA TODO.
1 Pedro 4:8: Y ante todo, tened entre vosotros ferviente AMOR; porque el AMOR cubrirá multitud de pecados.
Romanos 8:38,39: Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir,
ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.

EL AMOR ES CAPAZ DE SACRIFICAR AUN LO MÁS PRECIOSO.
Juan 3:16: Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

Cuando el amor es auténtico hace surgir  la fuerza de la audacia, el atrevimiento emprendedor; la osadía que nos lanza a correr riesgos para conquistar lo que amamos; es en esa entrega sin condiciones donde surgen fortalezas donde antes no las había.

Recuerda poner fuerza en lo que persigues; Pero recuerda ser constante en la búsqueda de tus sueños y propósitos; Y sobre todo, recuerda amar tus sueños y propósitos, pues el amor es el combustible que mantendrá la llama de la pasión encendida, y será la energía que te mantenga caminando con constancia hacia tus metas…
Pero asegúrate que tus metas, sueños y propósitos sean los de Dios para tu vida.

Que el amor de Dios sea la pasión que te de las fuerzas y la constancia para alcanzar tus metas.


Pastor William Tercero M.

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