domingo, 10 de octubre de 2010

El lugar de la bendición.

Analisando el mensaje profético de Salmo 133.

1 ¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es Habitar los hermanos juntos en armonía!
2 Es como el buen óleo sobre la cabeza, El cual desciende sobre la barba, La barba de Aarón, Y baja hasta el borde de sus vestiduras;
3 Como el rocío de Hermón, Que desciende sobre los montes de Sion; Porque allí envía Jehová bendición, Y vida eterna.

Hay ámbitos donde fluye la unción de Dios. Y muchas veces estos ámbitos tienen undiseño profético revelado en las sagradas escrituras. En ese sentido, ningún salmo es tan significativo para entender el ámbito en que fluye la abundante y deleitosa bendición de Dios, como lo es el salmo 133. Por ello, he decido analizar este hermoso salmo, esperando que este breve análisis sea de bendición para todo aquel que lo lea.

Ates que nada, definamos lo que es Habitar los hermanos juntos en armonía.
Habitar es: Morar. Y armonía es: Ajustarse, complementarse. De ahí que podemos decir que habitar los hermanos juntos en armonía, es: La reunión de personas diferentes, ajustandose y complementandose unos con otros sin fricciones discordantes. y es comparable con una orquesta, donde la  unión y combinación de sonidos simultáneos y diferentes,se convinan para formar acordes.

Pasemos al análisis del salmo. Lo primero que es significativo en el salmo 133 es la frase: Miirad. Por eso vale pena definir lo que esa palabra significa. El diccionario de la Real Academia de la Lengua española (RAE) la define así:
Mirar: 1.  Fijar la vista en un objeto. 2. Tener por fin u objetivo. 3. Observar las acciones de uno. 4. Pensar,sopesar.
Tomando en cuenta la definición de Mirad, podemos darnos cuenta que el escritor bíblico nos exhorta a que fijemos nuestra atención en la comunión armoniosa de los hermanos en la fe, (la iglesia) con el objrtivo de entender y comprender que esa comunión de la iglesia es: Buena y Deliciosa. Es decir, que el objetivo final de fijar nuestra atención, debe ser llegar al convencimiento de que la comunión armoniosa es deseable; es apetecible y placentero para el alma. Por eso, lo siguiente que nos dice el salmista, es que esa comunión de la hermandad armoniosa es Buena Y Deliciosa. Y hasta se puede decir que el salmista nos presenta la habitación armoniosa de los hermanos en la fe, como un manjar, pues esas palabras hacen referencia a esa figura. así por ejemplo: Bueno, está usado en el sentido de hacer notar que tiene cualidades gratas o gustosas. Y por su parte, Delicioso, se refiere a la degustación de hecho, es decir, a la experimentación del manjar que a primera vista se nota apetecible (Bueno) pero que al comerlo se comprueba por la experiencia de la degustación del paladar, que de verdad es delicioso. Notemos cómo define la palabra delicioso la RAE:. 
Delicia (Del lat. delicĭa). Placer intenso que algo produce en el ánimo o los sentidos.
Podemos decir entonces, que la habitación armoniosa de los hermanos, debería producir en cada uno de nosotros un placer intenso en nuestra alma.
Pero, ¿Qué es lo que hace que la comunión de la iglesia sea buena y deliciosa? El escritor bíblico nos responde: "Porque allí envía Jehová bendición, Y vida eterna".

La comunión armoniosa de la iglesia es el marco necesario en el diseño de Dios para que fluyan las deleitosas riquezas del Señor en la vida de cada creyente, y en la de todos. Y es aquí donde entra la figura del diseño profético contenida en el salmo 133. El salmista nos dice en el verso 2, que esa comunión es comparativa al aceite de la unción sacerdotal que fue derramada sobre el sumo sacerdote Aarón. Ahí nos dice: 
"Es como el buen óleo sobre la cabeza, El cual desciende sobre la barba, La barba de Aarón, Y baja hasta el borde de sus vestiduras;" 
Y es precisamente el verso 2 que contiene todo el simbolismo profético del salmo. Veamos:
Lo primero que el verso dos nos dice, es que la comunión de los hermanos es como "El Buen Oleo" Lo cual es figura del Espíritu Santo. Y asi como Aarón fue ungido con "El Buen Oleo" el cual fue derramado sobre su cabeza, El Espíritu Santo es el verdadero Buen Aceite que unge la cabeza del Verdadero Sumo Sacerdote: Cristo. Por ejemplo, vemos a Aarón siendo ungido con el aceite de la unción antes de comenzar su ministerio. Y muchos años mas tarde, vemos a Cristo siendo ungido con El Espíritu Santo para comenzar su ministerio, para que se cumpliéra la figura profética en Cristo, El cual es EL UNGIDO por excelencia. Asi que, El Buen Aceite sobre la cabeza de Aarón, es El Espíritu Santo en Cristo Jesús El cual es La cabeza de la iglesia.
Aarón no solamente es la figura del ungido verdadero (Cristo) sino que todo él, su cabeza, su cuerpo y sus vestidos son símbolo de Cristo y su iglesia. Podemos ver que el aceite de la unción, una ves que ha saturado la cabeza desciende por la barba hasta al canzar las vestiduras sacerdotales. Y mientras el bautismo con El Espíritu Santo sobre Cristo fue el ungimiento de la cabeza sacerdotal, el derramamiento y bautismo del Espíritu Santo sobre los discípulos en Pentecostes es el comienzo del correr del Buen Aceite sobre los vestidos sacerdotales; es la unción del resto del cuerpo, es decir, La iglesia. Asi que, cuando los creyentes moramos jumtos en armonía, entonces estamos unidos a LA CABEZA de donde mana el aceite de la unción. Hciendo posible que Dios nos inunde de bendición y vida eterna.

Es vital que todo creyente entienda la verdad que encierra la figura profética del salmo 133. Sin el entendimiento de esa revelación profética se hace imposible llegar a tener la conciencia de la vital necesidad de buscar la comunión armoniosa de los unos con los otros en la iglesia. El conocimiento de que la iglesia debe habitar en hermandad, juntos y en armonía, es la única manera de llegar a amar la comunión entre hermanos. Solo así llegaremos a disfrutar del deleitoso placer espiritual de degustar la comunión . Y así, estar en el ámbito correcto donde fluye la bendición y la vida de Dios.

Debemos entender que los miembros del cuerpo del sacerdote no son inundados por el buen aceite de la unción por ser éstos perfectos, sino por el vestido que los cubre; Es la perfección de la justicia de Cristo la que nos cubre y nos viste a cada uno de nosotros los miembros de este cuerpo, que es la iglesia. Pero lastimosamente, algunos miembros han antepuesto su justicia propia como norma para considerarse asi mismos como dignos de estar en el cuerpo ungido del sacerdote. Y por ese criterio, descalifican a otros, impidiendo así la habitación de los hermanos juntos en armonía. Cortando de esta manera, el flujo de la unción del BUEN ACEITE.

He descubierto que la santidad propia es uno de los mayores obstáculos para poder habitar los hermanos juntos en armonía. Debemos quitar nuestros ropajes de justicia propia, donde solo caben aquellos que calzan con nuestros prejuicios y simpatías, y meternos bajo las ropas del sumo sacerdote; meternos bajo la vestidura de la perfecta justicia de Cristo, atraves de la cual fluye el buen aceite de la unción hasta el vorde de las vestiduras.
Dejemos de ver defectos en los demás hermanos; dejemos de poner obstáculos a la habitación armonica en la iglesia. Entendamos que la armonía no la hacen las notas iguales, sino diferentes notas ajustadas y complementadas magistralmente por el compositor (Dios), y ejecutadas con maestría por el director de orquesta (El Espíritu Santo).
La peor de las excusas para no estar unidos en armonía, es "la perfección de los espirituales" Pues yo encuentro en las escrituras que el pecado de los imperfectos prueba la espiritualidad y la mensedumbre de los perfectos. Y esto es habitar en armonía. Veamos el texto bíblico: "Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado.
Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo. (Gálatas 6:1,2).

Mi anhelo es que aquel que lea esta pequeña nota sea motivado a quitar todo obstaculo a la comunión entre hermanos; que podamos estar bajo la cabeza, bajo la perfección de la vestidura de nuestro sumo sacerdote. Que estemos juntos y en armonía; Porque ahí envía Dios bendición y vida eterna. Pues solo en ese marco es el ámbito donde fluye la veradera unción de Dios.

Si haz dejado la comunión con los hermanos, con la iglesia, vuelve en amistad con la iglesia que ella es el cuerpo de Cristo atrevés del cual fluye la unción; através del cual fluye la verdadera bendición de Dios.


Jehová te bendiga, y te guarde;  Jehová haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia; Jehová alce sobre ti su rostro, y ponga en ti paz.

William Tercero M.

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