martes, 12 de octubre de 2010

Ofrendas y Diezmos (II).

La Razón más Importante de Porqué Dar los Diezmos y Ofrendas:
Aunque existe una razón ética y lógica que da base a la contribución de ofrendas y diezmos, como se ha demostrado en el capítulo uno, hay una razón más profunda y espiritual de por qué diezmar ofrendar.

El Principio de la Revelación:
Toda persona que ha tenido un encuentro con la majestad de Dios y que ha sido impactado por su presencia, ha tenida la abrumadora necesidad de alabar al Señor con gestos de adoración y honrarlo con ofrendas de sus posesiones. Este profundo sentimiento de necesidad de dar ofrendas a Dios es motivado por la revelaciónde la altísima dignidad de Dios venida al corazón del creyente. Se puede decir con toda razón, que es imposible que alguien que haya tenido una revelación de la presencia de Dios, pueda negarse a honrarlo con ofrendas, que son una manifestación de adoración. Abraham es un ejemplo claro de esta verdad.
Cuando Dios se manifestó a Abraham, ocurrió que Abraham comenzó a traer ofrendas a Dios y a edificar altares a Dios donde presentar esas ofrendas. Este mismo principio de que la revelación de Dios inspira reverencia y adoración; y que esta reverencia y adoración nos lleva a honrar a Dios trayéndole ofrendas, también lo experimentaron otros hombres que tuvieron un encuentro con Dios: Isaac yJacob hicieron exactamente lo mismo que Abraham. Nótese las siguientesescrituras: GN.26:25; 28:18 y 35:7.


El Caso de los Diezmos Antes de la Ley.
Hay dos casos muy claros en el antiguo testamento que nos dejan ver la motivación con que fueron dados los diezmos antes de la ley:
1- El caso de Jacob:
Jacob hizo voto aDios. Veamos:
"Y soñó, yhe aquí una escalera que estaba apoyada en tierra, y su extremo tocaba elcielo; y he aquí Ángeles de Dios que subían y descendían por ella.
Y he aquí, Jehová estaba en lo alto de ella, el cualdijo. Yo soy Jehová, el Dios de Abraham tu padre, el Dios de Isaac; la tierra en que estás acostado te la daré a ti y a tu descendencia.
Será tu descendencia como el polvo de la tierra, y te extenderás al occidente, al oriente, al norte y al sur; y todas las familias de la tierra serán benditas en tu simiente.
He aquí, yo estoy con tigo, y te guardaré por dondequiera que fueres, y volveré a traerte a esta tierra; porque no te dejaré hasta que haya hecho todo aquello que he dicho.
Despertó Jacob de su sueño, y dijo: Ciertamente Jehová está en este lugar y yo no lo sabía.
Y tubo miedo, y dijo: ¡¡Cuan terrible es este lugar¡ No es otra cosa que casa de Dios, y puerta del cielo.
Y se levanto Jacob por la mañana, y tomó la piedra que habìa puesto de cabecera, y la alzó por señal, y derramó aceite encima de ella.
Y llamó el nombre de aquel lugar Bet-el, aunque Luz era el nombre de aquella ciudad primero.
E hizo Jacob voto, diciendo: Si fuere Dios con migo, y meguardare en este viaje que voy, y me diere pan para comer y vestido para vestir, y si volviere en paz a casa de mi padre, Jehová será mi Dios.
Y esta piedra que he puesto por señal será casa de Dios, y de todo lo que me diere, el diezmo apartaré para ti," (GN. 28:12-22.)

Analizando detenidamente el texto citado, vemos los principios importantes que motivan dar el diezmo:
1- La revelación de Dios.
Esta revelación de la persona de Dios al individuo, es la base principal que motiva al creyente a dar sus diezmos al Señor. Fue a partir des u encuentro personal con Dios, donde Dios se revelo asi mismo a Jacob,  que éste fue inspirado a dar sus diezmos a su Dios ("Y he aquí, Jehová estaba en lo alto de ella, el cual dijo: Yo soy Jehová,el Dios de Abraham tu padre...") Este fundamento del diezmo no es parte de lo que la ley estableció, pero sí es nacido libremente en el corazón de los adoradores de Dios. Y esto es cierto desde antes, durante, y después, de la vigencia de la ley. Y aún se puede decir más a cerca de que el diezmo no es de la lay. Por ejemplo,sabemos que la palabra de Dios dice a los que estaban bajo la ley que el que practique la ley, por ella vivirá. Pero vemos, por las mismas escrituras, que hubo quienes dieron el diezmo en cumplimiento de la ley pero no agradaron a Dios, lo cual equivale a no tener fe, (ver Lc. 18:12) demostrando que el diezmo de la ley podía ser diferente del de Abraham y Jacob; y con eso se valida correctamente la práctica del diezmo desde el ámbito de la fe mejor que desde el ámbito de la ley, y esto, por causa del fundamento antes expuesto de que la revelación de Dios en el corazón del creyente es lo que da fundamento a la práctica del diezmo, y no la ley de Moisés. Y siendo que a los creyentes miembros de la iglesia del Señor Jesucristo nos ha venido una revelación aún mas clara de Dios por medio de Cristo, es plenamente aceptable que este principio de revelación genere en el corazón del creyente de hoy una misma práctica con la de Abraham y Jacob.

¿Haz recibido tú una revelación personal de quién es Dios? ¡Sin duda, eso se notará en tus ofrendas al Dios que se te ha revelado¡ Y estas ofrendas bien pueden ser en la forma y cantidad del diezmo, o aún mayores, según nos deja ver la práctica de la iglesia del primer siglo. Y esto es plenamente demostrable por las escrituras del libro de los hechos y de la segunda carta a la Iglesia de los Corintos. Y por ello podemos afirmar con certeza bíblica, que la práctica del diezmo no se disminuyó en en las ofrendas de la Iglesia, sino que más bien se aumentó por mucho en determinadas ocasiones, según lo demandaba la condición de los creyentes; llegando a pasar de un diez por ciento, a dar todo  sus bienes o la mayoría de ello. Y si bien es cierto que la utilización de esos recursos no estaba destinada a sostener un sacerdocio, no obstante, eran los líderes de la iglesia a quienes les depositaban tales bienes para ser usados en la Iglesia del Señor. 

William Tercero M.

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