miércoles, 6 de julio de 2011

El sacrificio del Hijo Unigénito (parte III)

III. Subiendo al monte del sacrificio.
Al llegar cerca del monte del sacrificio, Abraham tomo decisiones aparentemente extrañas y nada prácticas. Veamos: "alzó Abraham sus ojos, y vio el lugar de lejos. Entonces dijo Abraham a sus siervos: Esperad aquí con el asno, y yo y el muchacho iremos hasta allí"
A. Primero, Abraham dejó a sus siervos al emprender el recorrido mas difícil.
Por mas que esas decisiones parezcan extrañas y hasta irracionales, hay una razón relevante para los propósitos de Abraham y de Dios en este acto. Veamos:
En cuanto a la decisión de dejar los siervos, se pueden encontrar razones importantes de porqué tomar esa decisión. Primero, como razón principal, debemos considerar que este hecho tiene una figura profética relacionada con el plan redentor de Dios para la humanidad. Eso es claramente entendible a la luz de textos complementarios que veremos mas adelante. Por ello es correcto pensar que Dios le dio instrucciones detalladas a Abraham de como hacer al llegar a ese monte del sacrificio. Eso se puede advertir al notar las palabras contenidas al principio cuando Dios hace la petición a Abraham en el verso dos, y comparándolas con las del verso cuatro donde Abraham reconoce de largo el lugar del sacrificio. Veamos lo que dice parte del verso 2: "Toma ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, y vete a tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré" Como se puede ver, Abraham conocía de un modo general el lugar al que se dirigía; sabía que iba a la tierra de Moriah, pero no el monte específico en que tendría que hacer el sacrificio de su hijo unigénito; pues Dios no le dijo en ese primer momento el lugar específico del sacrificio, sino que le dijo que el le diría. Eso pues, deja claro que en alguna parte del camino antes de llegar al pie del monte, Dios habló de nuevo con Abraham, y fue en ese momento que Abraham recibió instrucciones específicas de dónde y cómo hacer el recorrido, y finalmente el sacrificio. Solo así se entiende que en el verso cuatro el texto bíblico narre lo siguiente: "Al tercer día alzó Abraham sus ojos, y vio el lugar de lejos" Si abraham no hubiera recibido mas intrucciones de Dios en el camino, no habría sido capaz de reconocer el monte al alzar sus ojos, como narra el verso cuatro. El porqué esas palabras de Dios que recibió Abraham en el camino a Moriah hayan quedado en oculto, podría tener su explicación en sus planes para el futuro en que su plan de redención tuviera que ser aceptado por la fe. Es posible entonces, que como a hizo con algunas visiones que le dio a Daniel para cumplirse en el tiempo final, Dios también le dijera a Abraham que sellara las palabras de las instrucciones específicas que recibió camino a Moriah. Podemos decir pues, que la decisión de Abraham de dejar a sus siervos y a su asno al pie del monte, no fue ni irreflexiva ni antojadiza, y mucho menos ridícula, sino que obedecía a las instrucciones de Dios.
Por otro parte, está el hecho de que los siervos de Abraham podrían presionar razonablemente a su buen amo para que no realizara semejante acto de fe y obediencia. Abraham pues, quiso deshacerse de cualquier estorbo, que con razones humanas y sentimentalismos pudieran apartarlo de su misión ablandando su corazón de padre. Y eso nos hace recordar que Satanás obra a través de personas cercanas a nosotros que nos quieren bien, pero ignorando los planes de Dios, se interponen con razones y sentimentalismos, estorbando los propósitos de Dios, y aún sin saberlo, se dejan usar por el adversario de Dios. Miles de años después de este relato del génesis encontramos a hombres fieles y amantes de su maestro haciendo de instrumento de Satanás para estorbar la misión de Cristo. Veamos: "21 Desde entonces comenzó Jesús a declarar a sus discípulos que le era necesario ir a Jerusalén y padecer mucho de los ancianos, de los principales sacerdotes y de los escribas; y ser muerto, y resucitar al tercer día. 22 Entonces Pedro, tomándolo aparte, comenzó a reconvenirle, diciendo: Señor, ten compasión de ti; en ninguna manera esto te acontezca. 23 Pero él, volviéndose, dijo a Pedro: ¡Quítate de delante de mí, Satanás!; me eres tropiezo, porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres" (Mateo 16).
B. Segundo, dejó al asno que cargaba la leña.
Pero, a simple vista, parece que la mas extraña de las decisiones de Abraham fue la de dejar su burro en el momento en que por las condiciones del terreno, se hacía mas importante la capacidad de este animal para llevar la pesada carga de la leña del sacrificio; y en su lugar, cargarla en la tierna espalda de Su unigénito hijo Isaac. Pero si revisamos mas a fondo la razón de esa decisión, encontraremos la revelación de una de las verdades mas bienhechoras de toda la humanidad. Veamos:

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