miércoles, 6 de julio de 2011

El sacrificio del Hijo unigénito. (parte V)

V. El verdadero Cordero de Dios.Volviendo al momento de la prueba de Abraham, recordamos la lacerante pregunta de Isaac a su padre: ¿Dónde está el cordero para el sacrificio? La respuesta de Abraham fue: "Dios se proveerá de cordero para el holocausto, hijo mío" Y vemos que la fe y esperanza de Abraham fue recompensada, pues cuando llegó el momento cumbre de la ejecución del sacrificio de su amado hijo, Dios trajo la provisión del cordero enredado en el zarzal, el cual sustituyó a Isaac en el sacrificio trayendo gozo inefable al corazón de Abraham. Pero aquel cordero era tan solo una figura de lo que miles de años después vendría a ocurrir con un sacrificio de un Hijo Unigénito amado de su Padre Anciano de días. Viendo esto, y recordando las palabras que vimos antes, que dicen que Dios revelará su pacto a los que le temen, podemos entender que anque el texto bíblico no lo diga con claridad, Dios le reveló a su amigo Abraham el plan de salvación que tenía para todas las familias de la tierra. Y así, podemos entender con mayor amplitud las palabras de Cristo cuando se refiere a Abraham ligándolo con su propia misión. Veamos "Abraham vuestro padre se gozó de que había de ver mi día; y lo vio, y se gozó" (Juan 8:56). Sin lugar a dudas, este texto liga a la figura de aquel cordero sustituto de Isaac con Cristo mismo. Y esto nos lo va a corroborar mas concretamente los evangelios al referir las palabras de Juan el bautistas a cerca de Cristo. Veamos: "El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo" (Juan 1:29). Demostrado pues, que Cristo es la simiente de Abraham en quien serían benditas todas las familias de la tierra, y que además es el Verdadero Cordero de Dios el cual había profetizado Abraham cuando dijo: "Dios se proveerá de cordero", pasemos a ver cómo Abraham cumple con ser una figura profética de Dios.


Abraham como figura profética.
Dios siempre ha hablado al ser humano en un lenguaje profético. Muchas de las cosas que encontramos narradas en las sagradas escrituras, no solo narran un evento, sino que además hay escondida en ellas un mensaje profético. A veces este mensaje profético está contenido en palabras específicas, y otras veces se encuentra en objetos, animales o personas. En el caso del evento que narra el capítulo 22 de Génesis, la mayoría de los elementos de la historia tienen un mensaje profético, o son ellos mismos una figura profética. Abraham pues, no solo es un creyente extraordinario en su fe, sino que además es una figura profética. Por ello, para entender algunas verdades fundamentales de la fe cristiana conviene entender esa figura profética.
A continuación analizaremos esa figura profética de Abraham, bajo el título de similitudes entre Dios y Abraham.


Similitudes de Dios y Abraham:
1. Son padre.
Uno de los atributos mas destacados que comparten Dios y Abrahan, lo constituye el hecho de ser padre. Este hecho es de vital importancia en la figura profética de Abraham, pues solo al ser padre podía entender la profunda implicación del hecho de que Dios decidiera sacrificar a su amado Hijo unigénito. Y aunque el texto sagrado no diga que Abraham supiera del hecho de Dios tenía un hijo unigénito, lo que si es irrefutable, es que Dios es Padre Celestial. Este hecho es significativo, pues nos ayuda a entender las implicaciones de la petición de Dios para Abraham.
Cuando Dios pidió que Abraham sacrificara su unigénito hijo Isaac para EL; no era una petición insensible, pues no provenía de alguien que desconociera de forma íntima lo que significaba ser padre; Dios sabía íntimamente lo que era tener un único hijo amado. Así que al pedir Dios a Abraham que ofreciera su amado y unigénito hijo Isaac, ÉL mismo estaba compartiendo su prueba y el desgarrador dolor del desprendimiento del hijo amado, compenetrando así el corazón de Dios con los hombres en la persona del fiel y anciano padre Abraham. Cualquiera que ignore esta relevante verdad, puede caer en el pensamiento de que la petición de Dios fue insensible y cruel; ¡Nada estaría mas alejado de la verdad¡ Tal pensamiento estaría tan alejado de la verdad, como lo está el oriente del occidente. Porque el dolor del corazón de Abraham, tan solo era el reflejo del profundo dolor del Padre Celestial, que había encontrado en aquel anciano padre a un "actor" que representara simbólicamente lo que Dios mismo haría.
2. Ancianos de Días.
Otro razgo importante en la figura profética de Abraham que lo asemeja a Dios, es el hecho de ser anciano de días. Dios no fue descuidado con los anhelos de Abraham de llegar a ser padre; Y no fue de manera insensible o antojadiza que no le dió un hijo, sino hasta la vejez de Abraham, pues Dios no solo estaba formando una fe fuerte en él, sino que lo estaba preparando para el momento mas profundamente dramático de la prueba de su fe, y para que cuando ese momento llegara, su condición fuera la correcta para poder representar fielmente al Verdadero Padre Anciano de días que un día sacrificaría al Verdadero Hijo Unigénito. Veamos un texto que prueba el hecho de que Dios es el Verdadero Anciano de Dios: "Estuve mirando hasta que fueron puestos tronos, y se sentó un Anciano de días, cuyo vestido era blanco como la nieve, y el pelo de su cabeza como lana limpia; su trono llama de fuego, y las ruedas del mismo, fuego ardiente" (Daniel 7:9).
Así pues, vemos que el Hecho de que Abraham llegara a ser padre en la vejes, aún en el modo milagroso, tiene una relevancia profética en su semejanza con Dios, de quien es figura. Pero si Abraham no hubiera llegado a ser padre en su vejes, no podría ser un padre anciano de días que sacrificara a su hijo de tierna edad. Y ésa es la razón principal de que Dios le diera el milagro de ser padre a Abraham cuando éste ya era un verdadero anciano de días.
3. Tienen un unigénito hijo.
Al pedir Dios a Abraham que sacrificara a Isaac, reconoció que éste era hijo unigénito de Abraham al llmarlo "tu único Isaac, al que amas" Y anque ciertamente Abraham tenía otro hijo con una esclava, por razones especiales, que no trataremos aquí, Isaac era el unigénito hijo de Abraham, Y por extraño que parezca, aún en esto Abraham concuerda con Dios, a quien también se lo llama padre antes de aparecer aquel a quien se lo llamaría "El Unigénito Hijo de Dios"
Consecuentemente, otro rasgo característico que Abraham comparte con Dios es el hecho de tener un hijo unigénito concebido de forma milagrosa. Para entender este hecho, veamos lo que narra el Nuevo Testamento miles de años después de la prueba de Abraham: "Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios. 1:31 Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS. 1:32 Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo" (Lucas 1). Y si bien es cierto que ese texto no dice concretamente que Dios padre de Jesús, Dios va a dejar claro que este niño concebido milagrosamente por una virgen era su propio hijo. Veamos: "1:5 Porque ¿a cuál de los ángeles dijo Dios jamás: Mi Hijo eres tú, Yo te he engendrado hoy, y otra vez: Yo seré a él Padre, Y él me será a mí hijo?" (Hebreos 1) Y también dice: "Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia" (Mateo 3:17).
Como podemos ver, Abraham y Dios comparten características que los hacen especialmente semejantes entre si.
4. Decidieron sacrificar su hijo unigénito.
"Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió" (Juan 6:38).
Jesús oró diciendo: "Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya" (Lucas 22:42).
"Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna" (Juan 3:16).


Diferencia fundamental entre la decisión de Abraham y la de Dios.
Al entrar a ver las diferencias entre Abraham y Dios, conviene hacer notar la diferencia que existe entre la figura y el personaje real al que representa la figura. Debe decirse que la figura siempre es inferior al personaje que representa. Por ejemplo: Una escultura erejida como figura de una persona, siempre será inferior que la persona a la que representa, porque la escultura es materia inerte, que solo es embellecida por los rasgos de la persona real, que el artista logró plasmar en ella. Yendo un poco mas allá con esta comparación, es bueno entender que para que un artista logre realizar una obra de belleza excepcional, es necesario que primero encuentre una buena materia prima. Y a partir de allí, darle forma con su destreza maestra hasta lograr plasmar fielmente los rasgos de la persona que representará la figura. Así que podemos decir que una buena escultura (figura) representativa, es la combinación de tres cosas fundamentales: Una muy buena materia prima; La maestría de un gran artista; Y un importante personaje que representar. En cuanto a la figura profética de la que venimos hablando, Abraha es la excelente materia prima que Dios escogió; Dios es el artista maestro; Y el persona de suma importancia al que representa la figura es Dios. De hecho, Dios mismo de Abraham en estos términos. Veamos lo que dice el libro de Isaías en el capítulo 51: "Oídme, los que seguís la justicia, los que buscáis a Jehová. Mirad a la piedra de donde fuisteis cortados, y al hueco de la cantera de donde fuisteis arrancados. Mirad a Abraham vuestro padre, y a Sara que os dio a luz; porque cuando no era más que uno solo lo llamé, y lo bendije y lo multipliqué" (Isaías 51:1,2). Por eso, aunque venimos hablando de que Abraham es figura profética de Dios, y hemos venido exaltando su gran fe, amor y obediencia; lo mas preponderante de la fe de Abraham es que ella es la obra maestra de Dios mismo. Y una cosa que resulta excepcionalmente sorprendente es saber que Cristo mismo participó de hacer del acto de Abraham una obra maestra de fe y obediencia. Veamos: "puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios" (Hebreos 12:2). Cómo ocurrió eso, es algo que la biblia no devela, pero lo cierto es que el texto anterior es claro en decir que Cristo es el autor de la fe. Aún más; es el consumador de ella. Para poner de relieve pues, la ponderante superioridad del acto de Dios sobre el de Abraham, vamos a hacer notar las siguientes dos cosas:
1. Abraham decidió sacrificar a su hijo unigénito para Dios que es Excelsamente Digno.
Lo anterior es importante de tener en cuenta para poder dimensionar correctamente la decisión de Abraham de sacrificar a su hijo unigénito. Pues la dignidad de la persona que inspira un acto de supremo sacrificio es de vital importancia como base fundamental de la motivación de ese acto sacrificial. Y si revisamos las sagradas escrituras, encontraremos que ellas registran actos de obediencia sacrficial hacia hombres buenos. Un texto que acepta la posibilidad del acto de llegar al sacrificio por hombres buenos, lo encontramos en el la carta a los romanos, Veamos: "Ciertamente, apenas morirá alguno por un justo; con todo, pudiera ser que alguno osara morir por el bueno" (Romanos 5:7).Pero el apóstol Pablo dice que aunque la dignidad de un hombre justo inspire un acto de sacrificio supremo, tal acto es una osadía que conlleva gran pena, y la cual muy pocos llegarían. Como vemos pues a la luz de este texto, la decisión de Abraham de sacrificar a su hijo unigénito para Dios, es un acto de gran osadía que requería de una muy alta dosis de fe y valentía, pero con todo eso, la Altisima dignidad de Dios constituía una poderosa inspiración a Abraham que le ayudó a llevar a cabo aquella decisión profundamente penosa.
Pero seríamos poco profundos e imprecisas a la hora de analizar la decisión de Abraham si la referimos como el "simple" sacrificio inspirado por un justo; Pues Abraham no se estaba ofreciendo a si mismo en sacrificio, sino a su unigénito y amado hijo Isaac. Esto es relevante pues nos da un mejor entendimiento de la decisión de este formidable padre. Pues hay que entender que para un amoroso padre de un hijo único, es mucho mas doloroso sacrificar a su único hijo que ofrecerse a si mismo en sacrificio. Por ello pues, aunque la decisión de Abraham es solo figura de la de Dios, su acto de fe va mucho mas allá de la fe común de cualquier otro creyente que haya existido o exista jamás, hasta al punto de hacerlo un acto que hizo uno el corazón de Dios con el de Abraham.



2. Dios decidió sacrificar a su Unigénito Hijo para ser sustituto de los pecadores.
Al analizar mas de cerca la decisión de Dios de ofrecer a su Unigénito Hijo en sacrificio, comparado con la decisión de Abraham, encontramos que aunque son correspondientes entre si por ser, una, sombra de la otra, son diferentes en cuanto a la profundidad y nobleza. Pues mientras la decisión de Abraham fue fuertemente inspirada por la Altísima dignidad de su Dios;
la decisión de Dios fue inspirada por personas de una bajeza moral, a los cuales se los define como pecadores. Eso es lo que hace comparativamente preponderante la decisión de Dios sobre la de Abraham. Pues si la decisión de Abraham calza en lo dicho en el verso 7 de Romanos 5 que dice: "Ciertamente, apenas morirá alguno por un justo; con todo, pudiera ser que alguno osara morir por el bueno" En cambio, la decisión de Dios es representada por una elevación del acto, pues en este caso, El que ofrece su Amado Hijo Unigénito, es El Dios Excelso y Altísimo en Dignidad; y los que le inspiran ese acto, son los mas indignos pecadores. Veamos: "Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros" (Romanos 5:8).
Visto esto, podemos decir que la decisión de Abraham de ofrecer a su unigénito hijo para su Dios Altísimo en dignidad, es un gran acto de amor tan grande como la tierra; Y la decisión de Dios de ofrecer a su Unigénito Hijo para los indignos pecadores, es un acto de sublime amor tan alto como los cielos.
Ahora pasemos a ver a Isaac como figura profética de Cristo.


Isaac como figura profética.
Como Abraham, padre anciano de días es figura profética de Dios el Padre, Isaac, hijo unigénito de Abraham es figura profética de Cristo, el Hijo Unigénito de Dios. Por ello es importante ver con cierto detalle a Isaac y lo que representa, y a su ves, compararlo con Cristo. Comencemos viendo sus similitudes, para luego pasar a ver algunas diferencias relevantes que nos ayudarán a comprender bien el sacrficio de Cristo el Salvador.


Similitudes de Isaac y Jesucristo.
Aunque haya otras similitudes que no tocamos en este análisis, nosotros vamos a concentrarnos en cinco que resultan de una importancia especial para la comprensión de el sacrificio del Unigénito Hijo de Dios.
1. Concebidos de manera milagrosa.
Tanto Isaac como Jesús fueron concebidos de forma milagrosa. Isaac por su parte, fur concebido en la vejes de sus padres. Y fue tan sorprendente el milagro, que aún Abraham y Sara fueron dejados sin saber que pensar ante el anuncio de Dios de que ellos iban a ser padres a una edad en la que la fertilidad ya había abandonado a ambos. Veamos las reacciones de estos sorprendidos ancianos:
Abraham se mostró tan sorprendido por el anuncio del nacimiento de Isaac en su plena vejes, que se rió de solo pensar en la posibilidad de que dos ancianos de cien años les naciera un hijo. Veamos: "Entonces Abraham se postró sobre su rostro, y se rió, y dijo en su corazón: ¿A hombre de cien años ha de nacer hijo? ¿Y Sara, ya de noventa años, ha de concebir?" (Génesis 17:17). Sara también tuvo una reacción similar a la de Abraham. Veamos: "Y Abraham y Sara eran viejos, de edad avanzada; y a Sara le había cesado ya la costumbre de las mujeres. Se rió, pues, Sara entre sí, diciendo: ¿Después que he envejecido tendré deleite, siendo también mi señor ya viejo?" (Génesis 18:11,12). Como vemos, el anuncio de la concepción de Isaac, era tan extraordinario que rayaba en lo ridículo (dicho de un modo positivo) y de allí la reacción de Abraham y Sara.
Y al pasar a ver la concepción de Jesús, notamos que al igual que Isaac, Jesús fue concebido de forma milagrosa, aunque guardando algunas diferencias. Pues mientras Isaac fue concebido por una mujer anciana y estéril; Jesús fue concebido por una joven virgen. Veamos: "Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios. Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS. Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? pues no conozco varón" (Lucas 1:30,31,34). En estos versículos del capítulo 1 de Lucas vemos el anuncio de la concepción de Jesús, y vemos también asombro de María pues ella era virgen. Tal condición está denotada en las palabras de María al decir: "No conozco varón" pues "conocer" es la palabra que en texto bíblico se usa para la relación sexual íntima entre un hombre y una mujer. De ello podemos encontrar ejemplos en los siguientes textos: Génesis 4:1,17,25; Jueces 11:13; 1° Reyes 1:4. Queda demostrado pues, que la concepción de Jesús es milagrosa como la de Isaac, y en ambos se puede notar el designio de Dios sobre sus vidas al dar el nombre a sus padres juntamente con el anuncio de su concepción. Pues a Abraham y Sara Dios les dio el nombre de Isaac para su unigénito hijo; y a José y María, Dios les dio el nombre de Jesús para el niño que nacería de forma milagrosa.
Al finalizar esta parte del tratamiento de las similitudes proféticas entre Isaac y Jesús, debemos decir que los nombres de Isaac y Jesús establecen una diferencia de propósito fundamental entre uno y otro que devela el verdadero designio de Dios para sus vidas. Pero este asunto, lo estaremos tratando mas pertinentemente en el apartado de este estudio titulado "Diferencias entre Isaac y Jesucristo".
2. Hijos unigénitos y amados.
La segunda característica esencial que comparten Isaac y Jesús, es que ambos son hijos unigénitos y amados. Este hecho es fundamental para entender la magnitud real de la decisión de Abraham de sacrificar a su hio Isaac, y también lo es para dimensionar el valor de la decisión de Dios de sacrificar a su Hijo Unigénito Jesucristo. Si ignoramos el profundo amor que tanto Dios como Abraham tenían por sus hijos respectivamente, estaríamos imposibilitados para entender el gran valor de este acto de amor extremo. Dios mismo testifica del amor especial de Abraham por Isaac al pedirle que lo ofreciera en holocausto para él en el monte del sacrificio. veamos: "Y dijo: Toma ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, y vete a tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré" (Génesis 22:2). Y también testifica de su profundo amor por su propio Hijo Unigénito. Veamos: "Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia" (Mateo 3:17). Y tanto Isaac como Jesús eran concientes del gran amor de su/s padre/s: "Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, también ellos estén conmigo, para que vean mi gloria que me has dado; porque me has amado desde antes de la fundación del mundo". (Juan 17:24).
La razón de porqué destacar de profundo y especial amor de Abraham y de Dios por su/s hijo/s es poder dimensionar adecuadamente este acto de amor. Y es que sacrificar algo que carece de valor para quien lo sacrifica no tiene ninguna relevancia; pero sacrificar aquello que se ama entrañablemente con todo el corazón, ése es un verdadero sacrificio, pues desgarra el alma de quien lo ofrece, a pesar de tan profundo dolor. Pero aún existe un elemento que eleva el valor de la decisión de Dios y la de Abraham. Este elemento es el Hecho de Que sus hijos eran especiales y únicos; Ellos eran el unigénito hijo de sus padres. Asi que están estos dos elementos fundamentales que determinan la magnitud del profundo valor de la decisión de sacrificar al hijo unigénito. Por un lado está el inmenso amor de su/s padre/s , y aunado a esto, el valor de ser único/s Potenciando así el valor de este acto a un grado inconmensurable por cualquier ser que no sea, en lo humano: Abraham; y en lo divino; Dios mismo; Pues solo ellos, por sus especiales condiciones, podrán entender el grado sumo de su acto sacrificial. Dicho de otro modo. Solo Abraham puede entender en toda su profundidad la decisión de Dios de dar a su Hijo Unigénito en sacrificio; Y solo Dios puede hacer lo mismo con la decisión de Abraham. ¡Y nosotros solo podemos admirarnos al ver al gran amor de Dios¡
3. Fueron acompañados en un tramo del camino.
Así que podemos ver a estos extraordinarios padres acompañando a sus extraordinarios y únicos hijos camino hacia el monte del sacrificio donde ejecutarían el mas extraordinario acto de fe y amor.
En el caso de Isaac, vemos como fue acompañado por su padre, un burro y dos siervos hasta el pie del monte del sacrificio. El primer y mas largo tramo era el terreno mas fácil de recorrer, y en este tramo del camino fue acompañado y ayudado tanto por el burro, como por los dos siervos, pero como ya vimos un poco atrás en este estudio, fue dejado solo con su carga al subir el último tramo del monte del sacrificio. En este difícil tramo de su camino hacia el sacrificio, su fiel compañía fue su amado y anciano padre. Toda ayuda le fue quitada, y se cargó la pesada carga de la leña del sacrificio sobre su espalda.
Miles de años después se iba repetir la escena, pues un amado Hijo, Unigénito de su Padre Anciano de días, sería acompañado camino a Jerusalén. Dios, su Padre, había diseñado este momento desde el inicio de los tiempos. Zacarías recibió la revelación de esta verdad muchos años antes de que Jesús naciera, lo cual quedó registrado en el siguiente texto: "Alégrate mucho, hija de Sion; da voces de júbilo, hija de Jerusalén; he aquí tu rey vendrá a ti, justo y salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno, sobre un pollino hijo de asna" (Zacarías 9).
Y el apóstol Pedro reconoce este hecho al decir: "sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación, ya destinado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por amor de vosotros" (1° Pedro 1:18-20). Y es así, como en el Nuevo Testamento vemos a Jesús cumpliendo fielmente aquella misión que había sido figurada por Isaac. Y recorre aquel camino ayudado de un asno, y acompañado de sus discípulos. cumpliendo así, aquel milenario plan del gran amor de Dios. Veamos: "Cuando se acercaron a Jerusalén, y vinieron a Betfagé, al monte de los Olivos, Jesús envió dos discípulos, diciéndoles: Id a la aldea que está enfrente de vosotros, y luego hallaréis una asna atada, y un pollino con ella; desatadla, y traédmelos. Y si alguien os dijere algo, decid: El Señor los necesita; y luego los enviará.Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el profeta, cuando dijo: Decid a la hija de Sion: He aquí, tu Rey viene a ti, Manso, y sentado sobre una asna, Sobre un pollino, hijo de animal de carga. Y los discípulos fueron, e hicieron como Jesús les mandó; y trajeron el asna y el pollino, y pusieron sobre ellos sus mantos; y él se sentó encima" (Mateo 21:1-7). Y como ocurrió con Isaac, también El fue dejado solo en el último y más difícil tramo del camino hacia el monte del Gólgota, hacia el monte del sacrificio. En ese tramo de mayor dificultad, fue su amado Padre su única compañía cercana, porque aunque iba rodeado de una muchedumbre, todos le eran adversarios que cual aguijones, hacían mas punzante el dolor de la agonía; Y si alguno de los suyos le seguía, lo hacía de lejos, casi en el anonimato. Fue pues, su Padre su única compañía en aquel angustioso momento. Y aunque la escritura no lo diga, se puede percibir al Anciano de Días íntimamente unido a su Unigénito Hijo camino hacia el monte de la calavera, al lugar de la ejecución del sacrificio extremo.
4. Fueron cargados con una pesada carga.
Y como Isaac cargó la leña del sacrifició en sus lomos en la subida de aquel monte, Jesús también fue cargado con la pesada cruz del sacrificio sobre su espalda. Y aunque, cual siervo, Simón de Sirene le ayudó un tramo con la pesada carga, fue tan solo para cumplir con una figura. Pero fue Jesús quien subió al monte cargando sólo su pesada carga. Cumpliéndose de así, la figura que fue tipificada por Isaac. El apóstol Juan nos narra así este dramático momento:"Y él, cargando su cruz, salió al lugar llamado de la Calavera, y en hebreo, Gólgota" (Juan 19:17). Y si creyéremos que aquella cruz fue la única pesada carga que llevó sobre sus espaldas, aún así sería admirable su gran pasión por amor del pecador: Pero su carga es mayor aún. Pero esto lo veremos con mayor detalle mas adelante.
5. Fueron llevados al monte del sacrificio.
Isaac, pues, subió al monte cargando la pesada leña del sacrificio; Y así mismo, Jesús subió el monte cargando la pesada Cruz en que sería sacrificado. Y recordamos que ante la inminencia del sacrificio, Isaac acudió con el corazon angustiado buscando auxilio en su padre. Y su anciano padre que le acompañaba le consoló con su fe, y camino al monte le fue dada una esperanza: "Dios se proveerá de cordero, hijo mío"; En cambio a Jesús, que ante la profunda agonía que le producía el dolor de la prueba, buscó con angustia extrema el consuelo de su amado Padre, para Él no pudo haber consuelo. Y lo podemos ver como un hijo extraordinariamente obediente clamando a su padre; Y tan intenso era su dolor, que cada poro de su piel lloraba, ¡no lágrimas, sino sangre¡ Veamos: " (...) y puesto de rodillas oró, diciendo: Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya. Y se le apareció un ángel del cielo para fortalecerle. Y estando en agonía, oraba más intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra" (Juan 22:41-44). ¡Cuan grande es el amor de Dios¡ ... Y no hubo una consoladora promesa que le diera la esperanza de ser librado del sacrificio; Y no hubo la esperanza de otro cordero sustituto que trajera gozo al corazón del Anciano de días al ver a su amado Hijo Unigénito salvado de la consumación del sacrificio; Pues EL Padre y Jesús sabían que Jesús mismo era El Cordero que el Padre se había provisto para sí.
A partir de aquel desgarrador momento, Isaac ya no podría ser fiel figura de Cristo; Pues jamás ha habido un hijo, y jamás habrá uno, que vaya tan lejos en su fe, amor y obediencia por su padre, como Jesús, El Unigénito Hijo de Dios. ¡EL ES HIJO DE DIOS POR EXCELENCIA¡ ¡EL ES EL CONSUMADOR DE LA FE¡ ¡EL ES EL UNIGÉNITO HIJO EN QUIEN DIOS TIENE COMPLACENCIA¡
¡Jesús llevó su obediencia hasta lo sumo¡ Por eso Dios lo ha recompensado hasta lo sumo. Veamos: "(Cristo), siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre" (Filipenses 2:6-11).
Y como de aquí en adelante no hay figura ni acto que tipifique el sumo sacrficio de Jesús, conviene que vayamos concluyendo este análisis viendo las diferencias de Jesús sobre Isaac, las cuales lo hacen preponderantemente superior en dignidad.


Diferencias entre Isaac y Jesucristo.
A continuación veremos las diferencias de Jesús sobre Isaac, las cuales demuestran que el plan de Dios para con Isaac nunca fue el de que fuera sacrificado, y que en cambio, sí estaba preparado para que Jesús consumara el sacrificio. Desde el anuncio de la concepción, tanto de Isaac como de Jesús, se puede ver el verdadero designio de Dios para cada uno de ellos, pues al ser anunciada su concepción, Dios mismo les asignó un nombre: El hijo de Abraham fue llamado Isaac, y el Hijo de Dios fue llamado Jesús. Y al revisar lo que el mismo texto bíblico dice, vemos que el significado del nombre entre uno y otro es significativamente diferente. Y eso resulta relevante para el "destino" de ambos, pues hay que recordar que en la cultura judía antigua, los nombres eran determinante para los individuos.
1. Isaac es Risa - Jesús es Salvador.
Cuando iba a nacer el hijo de Abraham, Dios lo llamó con el nombre de Isaac. Ese nombre que recibió el unigénito hijo de Abraham y Sara significa risa. Y por ese nombre que Dios mismo le dio, vemos que el deseo de Dios era traer alegría y gozo al corazón de aquellos ancianos padres. Si el propósito de Dios al darles un hijo a Abraham y Sara, no hubiera sido el de darles alegría y gozo, el hecho de llamar Isaac a aquel niño, hubiera sido un acto de ironía cruel. Pero aceptar tal cosa, sería ignorar el verdadero carácter de Dios, y sería atribuirle un despropósito; pues siendo que Dios es amor, no cabe en su pensamiento, ni en sus acciones, la burla cruel que hubiera significado llamar Risa al hijo de Abraham que traería el dolor extremo a su corazón al ser consumado como sacrificio para el Dios que lo llamó Risa. Por ello podemos entender que en la mente de Dios nunca existió la idea de que Isaac consumara el sacrificio. Dios solo quería que Abraham ofreciera a su Unigénito Isaac para que fuera figura del Padre Celestial que sacrificaría al Verdadero Hijo Unigénito. Y aunque Abraham experimentó gran angustia al ser probado por Dios, aún en ese día amargo, supo que Dios le había dado a Isaac para que fuera la alegría de su vejes; para que fuera el gozo y la risa que llenara el hogar de Sara y Abraham; pues ese mismo día amargo fue el mas gozoso de los días de Abraham, pues Dios le dio el privilegio de ser el primero y mas cercano beneficiario del gozo de la salvación que traería el verdadero Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. ¡Nunca fue tan patente el designio de Dios sobre Isaac que aquel día en que fue librado del sacrificio por el cordero sustituto¡ ¡El era Risa, la risa y alegría de sus padres¡
Otra cosa que resulta significativa para entender el verdadero propósito de Dios con la prueba de Abraham, es el nombre del monte en el que se le pidió que ofreciera su hijo en sacrificio, el cual es: Moriah. Ese nombre significa: La amargura del Señor. Eso deja aún mas claro cuál era elprpósito de Dios con Abraham; La cumbre de aquel monte del sacrificio no estaba dispuesta para ser el lugar de la extrema amargura de Abraham, sino para ser el lugar de su sumo gozo al ver a su hijo salvado por el Cordero de Dios. En cambio, aquella cumbre sí era el lugar de la amargura de Dios; pues en ella sellaba su decisión de sacrificar a su Unigénito Hijo al sacrificar sobre el altar del holocausto al cordero sustituto de Isaac.
Ahora veamos lo que implica el nombre del Hijo de Dios: Jesús.
Como ya vimos antes, Dios le dijo a María que el niño que había sido engendrado en ella sería llamado por el nombre de Jesús, que significa: Salvador. Las implicaciones del nombre de Jesús estarían presente en toda su vida y ministerio terrenal. Y mientras que el amuncio del nacimiento de Isaac estuvo marcado por la risa de sus padres; el de Jesús, y su vida toda, estuvo marcada por el dolor, el desprecio, la traición de los que amaba, hasta llegar al dolor del sacrificio sumo. Veamos las palabras proféticas de Simeón dichas a María: "(y una espada traspasará tu misma alma), para que sean revelados los pensamientos de muchos corazones" (Lucas 2:35). Así vemos pues, que el corazón de Sara fue impactado con risa al saber del advenimiento de Isaac; Pero el corazón de María fue embargado de pezar desde el mismo anuncio de la concepción de Jesús.
Por todo lo antes expuesto, entendemos que aunque Isaac es figura de Jesús, hay cosas que son en extremo contrastante entre ambos. Y esto es claro aún en la madre de cada uno de ellos: Por ejemplo: Isaac tubo por madre a Sara, quien era una mujer anciana y cuyo nombre significa: Princesa de multitudes; En cambio Jesús tuvo por madre a una mujer joven y virgen, cuyo nombre significa: Amargura. Y aunque ciertamente algunos traducen el significado del nombre de María como: Princesa; Rebelde; y La elegida, lo mas probable es que el significado de su nombre sea Amargura, pues todo lo que involucraba el ser madre de Jesús se ve en las palabras que ya vimos en Lucas 2:35. Esto cobra mas fuerza si entendemos que María fue elegida por Dios para que compartiera su profundo dolor del sacrificio supremo de su Hijo Unigénito Jesús. Y esto lo testifica el mismo nombre del monte del sacrificio llamado Moriah, que significa: El lugar de la amargura del Señor.
¡Sin duda, el nombre de Jesús estaba ligado al dolor y al quebranto¡ Pues si vamos mas lejos en lo que implicaba el nombre de Jesús, podemos ver que el profeta Isaías lo llama: "Varón de Dolores, experimentado en quebrantos" Veamos: "Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos" (Isaías 53:3). ¡Sí, el designio de Dios para Jesús era el dolor y el quebranto, por amor a nosotros¡ ¡La copa estaba lista y rebosante de amarguta, y Él debía beberla hasta el sedimento¡ Y aunque este trago le producía una profunda agonía, Él estaba dispuesto a tomarlo en sublime y extrema obediencia a la voluntad de Dios. veamos: "oró, diciendo: Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya. Y estando en agonía, oraba más intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra" (Lucas 22:42,44).
2. Isaac fue librado del sacrificio - Jesús fue sacrificado.
Podemos entender pues, que Isaac estaba destinado a ser la alegría de sus padres, y que al ser ofrecido en sacrificio, solo era para ser figura de Jesús, quien consumaría de hecho el sacrificio. Por ello, al estar a punto de ser sacrificado, fue librado de la muerte en el momento cumbre, por el cordero sustituto, trayendo este hecho un profundo gozo al corazón de Abraham. Pues como ya dijimos, el mas profundo y desgarrador dolor de ver a su unigénito sacrificado, estaba reservado para el corazón de otro Padre Anciano de días; ¡Ese dolor estaba reservado para el corazón de Dios¡ Por eso, cuando Jesús oró con profunda agonía, Dios "no pudo" librarle de aquella copa tan profundamente amarga.
Jesús pues, subió cual Isaac cargando el madero del sacrificio. Y si para la tierna espalda de Isaac la carga de la leña fue pesada, no fue menos pesada la carga del madero que Jesús tuvo que cargar camino hacia el Gólgota. Pero si pensaramos que el pesado madero fue la única carga que Jesús llevó sobre sí, estaríamos lejos de entender el peso real que tuvo que soportar por amor al pecador. Su carga mas pesada, no era aquel visible madero que lo aplastaba, sino que había sobre Jesús una carga invisible que pesaba hasta estrujar sus entrañas y su mismo espíritu. Veamos: "Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros" (Isaías 53:6). S+i, el peso del pecado que Dios mismo puso sobre las espaldas de Jesús era mucho mas grande que elpeso del madero, pues no hay carga mas pesada que el pecado. Y si entendemos que la carga del pecado de una sola persona puede llevarla hasta sentirse desmayar; Aún ese entendimiento está lejos de la comprensión de la verdadera magnitud del peso que Jesús cargó sobre si mismo; pues Jesús cargo el pecado, no solo de uno, simo de miles y millones de personas. ¡Jesús cargo sobre si la pesada carga del pecado de toda la humanidad¡ Y tan pesada era la carga del pecado sobre la espalda de Jesús, que le aplastaba hasta molerlo. Veamos como lo describe el profeta con mayúsculo asombro: "Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados" (Isaías 53:4,5).
3. Isaac fue acompañado por su padre hasta el final - Jesús fue dejado solo.
En este último punto de esta reflexión bíblica, debemos recordar que tanto Isaac como Jesús fueron acompañados en el camino por sus amados padres. Pero como Jesús fue mas lejos que Isaac, encontramos en este último tramo una diferencia doloroso entre Jesús e Isaac. Mientras Abraham acompañó a Isaac hasta el último momento de su camino al sacrificio, hasta ver la bienaventurada provisión de Dios que a través del cordero sustituto pues una voz desde el cielo le grito que detuviera el sacrificio del muchacho, trayendo así la liberación del amado y unigénito hijo; Veamos: "Entonces el ángel de Jehová le dio voces desde el cielo, y dijo: Abraham, Abraham. Y él respondió: Heme aquí. Y dijo: No extiendas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas nada; porque ya conozco que temes a Dios, por cuanto no me rehusaste tu hijo, tu único" (Génesis 22:11,12). Jesús, por su parte, fue acompañado por su Padre en Espíritu hasta el mismo momento del sacrificio; pero al llegar la hora cumbre del sacrificio, no hubo una vos que desde el cielo gritara ordenando detener el sacrificio, pues el que lo ofrecía es El que está en lo alto, y mas alto que El no hay ninguno mas; Por tanto no pudo haber una voz que detuviera el momento mas amargo y doloroso que el universo ha experimentado jamás: Dios, sacrificando a su Amado Hijo Unigénito, por amor al pecador.
Un grito conmovedor.
Y estando en la agonía de la muerte, lacerada sus espaldas por el látigo cruel del verdugo, y atravesado por los clavos, ocurrió lo mas doloroso de su sacrificio: ¡Fue dejado solo y desamparado por su propio y amado Padre¡. Y asfixiado bajo la pesada carga del pecado de toda la humanidad, aquel que era el Hijo en quien Dios tenía toda su complacencia, se volvió aborrecible a los ojos de Dios a causa de la maldición que cargó sobre sí. Y fue desamparado. Y a causa de aquella abrumadora ausencia de Dios, la oscuridad se ciñó sobre aquel monte del sacrificio. Veamos: "Y desde la hora sexta hubo tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena". (Mateo 27 45)
¡Tres horas duró aquella patente oscuridad¡ Y comprimido por aquella pesada carga del pecado, y desolado y desgarrado por el desamparo de su Padre... en medio de aquella abrumadora oscuridad, clamó aquel Hijo Único y Ejemplar, con el grito mas amargo que la creación jamás alguna ves escuchara: ¡Elí, Elí, ¿Lama sabactani?¡...
El evangelio de mateo registra el indecible dolor de Jesús con las siguientes palabras: "Cerca de la hora novena, Jesús clamó a gran voz, diciendo: Elí, Elí, ¿lama sabactani? Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? (Mateo 27:46). Y no hubo cordero para sustituir a Jesús. ¡Él mismo era el cordero de Dios, el Cordero que se Había provisto para sí por amor al pecador¡...
Y de nuevo, un desgarrador grito atravesó la oscuridad en la cima del monte... El mas profundo dolor que estaba reservado para el corazón del Anciano de Días desde la fundación del mundo, atravesó el corazón de Dios; Y aunque nadie de los presentes en aquel monte escucho su lamento, su dolor conmovió los cimientos de la tierra, quebró las rocas y abrió los sepulcros. Veamos: "Mas Jesús, habiendo otra vez clamado a gran voz, entregó el espíritu. Y he aquí, el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo; y la tierra tembló, y las rocas se partieron; y se abrieron los sepulcros, y muchos cuerpos de santos que habían dormido, se levantaron" (Mateo 27:50-52).
El sacrificio del Hijo Unigénito estaba consumado ¡El amor de Dios había traspasado toda sima para recatar al pecador¡ "Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: consumado es. Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu" (Juan 19:30).
¡Cuan grande es el amor de Dios¡


Y para cumplir el propósito de este estudio, vamos a ir a las palabras del Apóstol Juan registrada en una de sus cartas.
"Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él" (1 Juan 3:1).
El deseo de Dios es que podamos apreciar en lo que vale su amor, para que ello nos lleve a ser agradecidos y transformados por su gran amor. Espero pues, que este estudio o reflexión de Génesis 22 nos ayude a reflexionar mas profundamente en el gran precio pagado por Dios para que nosotros fuécemos hechos hijos suyos que alcancen la heredad de la vida eterna.
"Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna" (Juan 3:14-16).


Dios El Padre Celestial y Jesucristo su Hijo Unigénito han ganado nuestro amor y nuestra alabanza eternamente por su gran amor con que nos han amado.
"y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación; y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra. Y miré, y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono, y de los seres vivientes, y de los ancianos; y su número era millones de millones, que decían a gran voz: El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza. Y a todo lo creado que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y en el mar, y a todas las cosas que en ellos hay, oí decir: Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos" (Apocalípsis 5:9-13).


A nuestro Dios y Buen Padre Celestial sea gloria por los siglos de los siglos, y a Jesucristo su Hijo Amado sea el honor el Señorío y el reino por siempre.

2 comentarios:

Comunidad Internacional dijo...

Te bendigo pastor

Unknown dijo...

Amén pastor Cristisn Dios te bendiga y prospere tu ministerio.